Capítulo 5

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NT: Este capítulo contiene material adulto explícito.

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"Si me da su varita, la añadiré a las protecciones," dijo Severus en el pasillo afuera de su – sus – habitaciones.

Granger – ¿cómo carajos se suponía que la llamara ahora? – se la entregó sin mirarlo. No lo había hecho desde que le ordenara a Potter y a Weasley salir de la oficina de Albus. Jodidos Potter y Weasley. Si no hubieran dicho lo que dijeron, ella no estaría ahora dándole ese tratamiento de silencio, no se hubiera rehusado a mirarlo durante toda la ceremonia de casamiento.

Antes de eso, realmente parecía como si no le importara mucho. Pero claro que sí lo hacía, y la carga de ocultarlo se había vuelto demasiado.

En la sala de estar, señaló a la puerta. "Mi oficina es por aquí. La cocina por allá." Señaló nuevamente. "Mi habitación y baño." Ella observó todo, menos a él. Podía ver sus ojos detenerse en las estanterías de libros por un momento, luego deslizarse de vuelta al suelo.

Caminó hacia una pared abierta. "Le pediré al castillo que cree una suite para usted aquí," dijo, y movió su varita en una complicada serie de movimientos. Después de un momento, una puerta apareció, la abrió e hizo una señal para que entrara. Él frunció el ceño. Había estado pensando en algo más grande. Tendría que consultar con Filius cómo agrandarla. No había hecho muchos trabajos de encantamientos como este en años.

Alertado por el castillo, un elfo apareció en la habitación con el baúl de Granger, el cual se veía enorme en la pequeña habitación, y una bola naranja de pelos con una cara aplastada.

"Tiene un gato," dijo, como un idiota. Obviamente.

"Medio Kneazle. Debí haberle dicho," dijo ella, todavía sin mirarlo. "Si es un problema, puedo hacer arreglos para que se quede en cualquier otro lugar."

"No es un problema." ¿Qué clase de monstruo pensaba que era él? ¿Uno que la arrastró hasta aquí abajo para casarse con un hombre que le doblaba la edad y que ni siquiera le dejaba mantener a su mascota? "¿Tiene hambre?"

Negó con la cabeza.

"¿Le gustaría desempacar?"

"Puedo hacer eso después." Ella mordió su labio.

Ah, entonces era eso. Hermione Granger, quien hacía todos sus deberes a tiempo en vez de aplazar las tareas molestas como hacía el resto del alumnado, quería que esta incómoda tarea también fuera tachada de su lista de pendientes más temprano que tarde.

"Entonces, quiere terminar con esto de una vez," dijo él.

Ella se estremeció. Realmente se estremeció. Él iba a necesitar una poción de lujuria si seguía así, solo que no había preparado ninguna.

"Menos mal," dijo. "Tampoco soy un procrastinador. Algo que tenemos en común, señorita – Señora Snape."

Ella se volteó y caminó hacia la diminuta habitación. Se quitó los zapatos, se deslizó debajo del cubrecama completamente vestida, luego desvaneció sus ropas, las cuales aterrizaron perfectamente dobladas en el armario. Maldita sea. ¿Ahora él estaba ahí completamente vestido y tenía que desvestirse frente a ella? Jodidamente no.

"Regresaré pronto," dijo, y fue a su habitación, desvaneció su ropa y se puso una bata, caminó hacia la puerta solo para detenerse. No estaba ni cerca de la erección. Uno pensaría que, con una bruja desnuda en la habitación de al lado, eso no sería un problema. Pero la bruja desnuda en cuestión estaba tan repugnada por la idea de consumar este matrimonio que ni siquiera podía mirarlo.

Deber y DeterminaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora