Deber y Determinación

Capítulo 33

Su caminata las llevó a subir las escaleras encantadas hacia la Sala de los Menesteres, la que les proveyó una sala acogedora con un sofá cómodo. Ginny se enroscó en uno de los extremos y desenvolvió su sándwich. "Bien, escupe," dijo, dando una mordida.

Hermione se sentó en el otro extremo del sofá. "¿Qué te hace pensar que hay algo que escupir?"

Ginny puso los ojos en blanco y terminó de masticar. Cuando tragó, dijo, "primero, porque no has prestado ni la mínima atención a mi hermano en semanas, después de pasar la primera parte del año escolar babeando por él."

"No babeaba," protestó Hermione, aunque la verdad sea dicha, tal vez sí lo hacía. No estaba segura de cuándo había terminado su enamoramiento por Ron. El día que anunciaron la ley matrimonial – el día de su boda – estaba celosa de que estuviera con Lavender, y entristecida al saber que no le importaba lo suficiente como para casarse con ella. Antes de la ley, no estaba tan enamorada como para querer casarse con él, pero quería ser su novia, y pensaba que algún día se casarían.

"Bueno, como sea que lo llames," dijo Ginny, "ya no lo haces más."

Hermione se encogió de hombros. "En algún punto, una bruja inteligente tiene que resignarse ante lo inevitable."

"Soy una bruja inteligente y aún así estoy babeando por Harry."

"¿Entonces por qué estás con Dean? Ginny, si te gusta Harry –"

"Porque a él no le gusto. Y eso está matándome."

"A él le gustas."

Ginny bufó.

"Lo hace. Cree que te está protegiendo, que te pondría en peligro si estuviera contigo, por culpa del Señor Tenebroso."

"Merlín, Mione, ¿desde cuándo lo llamas así? Suenas como un maldito mortífago."

"Hay una razón," dijo Hermione, "pero estamos hablando de ti. ¿Solo estás con Dean para poner celoso a Harry, entonces? Eso no es muy justo para Dean."

Ginny suspiró. "Lo sé. ¿Honestamente? Quiero sentir por Dean lo mismo que siento por Harry. Realmente lo hago. Es por eso que sigo intentando. Es desalentador sentirme de esa forma por Harry y que él me siga rechazando."

Hermione pensó sobre todas las horas que pasó tratando de mirar a cualquier lado menos a Ron y Lavender. "Y que lo digas."

"Así que, ¿cuándo dejaste de sentirte así por mi hermano?"

"No estoy segura, realmente. Simplemente sucedió. Las primeras semanas después de... después de la ley matrimonial, saqué a Ron fuera de mis pensamientos tanto como me fue posible usando técnicas de Occlumancia. Entonces, en algún punto, no tuve que intentar más. Solo dejé de pensar en él, excepto de la misma forma como pienso en Harry o en ti o en cualquiera de mis amigos. No sé cuándo pasó, o por qué, pero lo hizo."

"Juzgando por la forma como estabas mirando a Snape esta mañana, diría que el 'por qué' tiene que ver con él." Ginny siguió mirando a Hermione, quien no respondió, entonces preguntó, "¿Están los dos haciendo algo más que estudiar para los EXTASIS? ¿O al menos es lo que deseas que pase?"

Hermione dudó. "Lo estamos."

"¡Lo sabía! ¿Es bueno? Debe serlo o no estarías poniéndote tan roja como los rubíes en el reloj de Gryffindor."

"Lo es."

"Que me den," dijo Ginny. "¿Quién hubiera creído que el viejo Snape era bueno en la cama? Aunque en realidad," dijo, luego se quedó callada, poniendo una expresión calculadora en su rostro. "Bueno, no me malinterpretes. No es mi tipo o algo así, pero puedo ver como él podría ser... meticuloso, ¿si sabes a lo que me refiero?"

Hermione miró de soslayo a Ginny. "Muy meticuloso."

Ginny dio un gritito.

"Mira, Gin, definitivamente no puedes chismorrear esto, ¿está bien? Él es una persona muy privada. Estaría horrorizado."

"A ningún hombre le importa que la gente sepa que es bueno en la cama," bufó Ginny.

"Creo que a Severus le importaría que sus estudiantes lo supieran."

"Severus," repitió Ginny, luego jadeó y gimió simulando placer, "oh, ¡Severus!"

"¡Oh, por Dios, Ginny, cállate!

Ginny rio con gusto. "¿Te puedes relajar? ¿Acaso eres siquiera capaz de no estar constantemente tensa? Espera, no importa. Obviamente, Severus debe ser capaz de relajarte, o no estarías disfrutando tanto las cosas.

Hermione rio. Se sentía bien reír después del estrés bajo el que había estado. "Creo que necesitaba esto, Ginny."

"Por supuesto que lo hacías. Las brujas necesitan confiar en sus amigas. Explotaríamos si no. Supongo que incluso esa vaca de Umbridge debe tener amigas a las que contarles sus repugnantes enamoramientos.

Hermione hizo una mueca. "Rayos. Umbridge teniendo sexo. Preferiría no pensar en eso. ¿Podemos asumir que es asexual?"

"Desafortunadamente no. Mi papá la vio dibujando el nombre de un mortífago rodeado por un corazón y serpientes – ¡serpientes! – durante una reunión en el Ministerio el otro día. Él y mamá se morían de risa.

"¿Cuál Mortífago?"

"¿Por qué? ¿Y por qué tienes esa mirada en tu rostro?"

"¿Qué mirada?"

"La misma que he visto en Fred y George toda mi vida y que me enseñó a cuidarme las espaldas cuando lo hacía."

"Probablemente sea mejor que no sepas. Solo dime el nombre que la querida Dolores estaba decorando con corazones y serpientes."

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"¿Puedes conseguir un poco del cabello de Yaxley?"

Severus bajó su libro. Hermione prácticamente estaba vibrando de emoción, y la puerta de sus aposentos apenas de había cerrado cuando esa inesperada pregunta tropezó de su boca. "¿Por qué?" preguntó.

"Respóndeme y te lo digo."

Severus le frunció el ceño, pero no tuvo ningún efecto, lo cuál era desconcertante. "Puedo."

"Dolores Umbridge está perdidamente enamorada de él."

Severus hizo una mueca de asco. La idea de Dolores Umbridge en cualquier tipo de contexto sexual o romántico era suficiente para revolver su estómago. Su siguiente pensamiento incrementó las náuseas. "Seguramente no estarás sugiriendo que me haga pasar por Yaxley y... y..." No se atrevía a poner en palabras lo que estaba pensando, lo cual era bastante malo.

"No tendrás que hacer nada con ella," dijo Hermione con un estremecimiento. "Dios. No creo que pudiera dejarte tocarme nunca más si lo hicieras. Solo tendrías que ir a su departamento y tomar el guardapelo."

Severus sopesó esto. Él y Hermione y Lucius habían discutido como llegar a Umbridge, lo que había probado ser algo más desafiante de lo que habían previsto. Ella se transportaba por Flu desde el Ministerio a su departamento. Comía el almuerzo en la cafetería del Ministerio o en su escritorio, casi nunca salía. Parecía que no tenía vida social fuera del trabajo en absoluto.

"Bueno," dijo él, desbloqueando un cajón y removiendo un vial que contenía varios cabellos marrones. "No hay mejor tiempo que el presente, supongo."

Hermione lo miró boquiabierta. "¿Eso es...?"

"Lo es," confirmó él un poco engreído. De hecho, tenía cabello de la mayoría de los Mortífagos cuidadosamente guardados y etiquetados, junto con una variedad perteneciente a Muggles anónimos. "Uno nunca sabe cuándo estas cosas pueden serte útiles."