Deber y Determinación

Capítulo 21

Como la mayoría de las pociones en la lista que Poppy le había dado eran simples, Severus no necesitaba concentrarse mucho en su preparación. En consecuencia, sus pensamientos seguían retornando a los recuerdos que Granger – no, Hermione – le mostró ayer.

Había una parte de ella que lo deseaba. Solo una parte, pero era más de lo que hubiera esperado. Y si era honesto, estaba igual de conflictuado. Era gratificante, por supuesto, ser deseado, aunque solo fuera por la curiosidad innata de una joven mujer que era excepcionalmente curiosa. Ella le atraía, pero también tenía sentimientos encontrados. Como profesor, había sido cuidadoso de mantener a los estudiantes de los no estudiante como dos categorías completamente separadas. Había dormido con exestudiantes, debido a que había enseñado a prácticamente todas las brujas de Gran Bretaña, menores de treinta y cinco, que fueron educadas en Hogwarts. Pero cuando lo hizo, fue años después de que se graduaran, la primera cuando él tenía 27 y ella 24, después siguieron otras cuantas, todas bien entradas en sus veintes, por lo menos, y ninguna más de cinco o seis años menores que él.

Hermione y él estaban casados. Ella se había retirado de las clases. Era mayor de edad. Pero había sido su estudiante hasta el día en que se casaron, y tenía la misma edad que algunos de sus estudiantes actuales. Las anteriormente bien definidas categorías estaban ahora difusas, y eso lo dejaba sintiéndose inseguro y nervioso.

Le había dicho que hablarían hoy, pero no tenía ni idea de qué decir. Y como era sábado, tampoco tenía razones para mantenerse alejado todo el día. Si lo hiciera, ella sabría por qué. Incluso si la evitaba todo el día, todavía tenía que llevarla a la infernal fiesta de Slughorn esta noche, y debían aclarar el ambiente antes de que tuviera que pasar varias horas con ella usando ese vestido de satén negro. ¿Por qué carajos no le dejó probarse el resto y escoger el menos provocativo?

Sacó la poción para el dolor de cabeza del fuego y la puso a un lado para que enfríe mientras revisaba el cronómetro de la poción calmante y la poción energizante.

Hermione tenía razón cuando dijo que el Señor Tenebroso esperaría que él la sedujera eventualmente. La última vez que fue convocado, el Señor Oscuro estaba de buen humor, y solo se molestó un poco por su moderación. Tan errático e impredecible como era el Señor Tenebroso, la siguiente vez bien podía decidir torturar a Severus por no cumplir con todos los términos de la ley matrimonial.

El cronómetro sonó, removió la poción calmante el número requerido de vueltas y lo retiró del fuego. También terminó limpiando y removiendo la poción energizante del calor. Una vez que las pociones enfriaran, no tendría excusa para no regresar a sus aposentos y hablar con su esposa.

Sabía que necesitaba dejar a un lado sus escrúpulos y empezar a tratarla como su esposa, en vez de su compañera de casa. Ella era amena, lo cuál hacía las cosas más fáciles. Esta noche, después de la fiesta de Slughorn, probablemente sería el momento ideal. Después de pasar la noche con ella en ese vestido, estaría más que listo.

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Golpear los maniquís de práctica de alguna manera hizo sentir mejor a Hermione, pero sus pasos eran lentos mientras se aproximaba a sus habitaciones después del ejercicio. No estaba segura de si deseaba que Severus estuviera o no cuando llegara.

Al parecer, no lo estaba, así que tomó una ducha y lavó su cabello en preparación para el largo y tedioso procedimiento de convertirlos en rizos sueltos para la fiesta de Slughorn. Estaba a dos tercios de terminar cuando las protecciones le avisaron que Severus estaba en casa.

"¿Hermione?" llamó desde la sala de estar.

"Estoy haciendo mi cabello," dijo. "Saldré cuando acabe."