"Estoy bien," dijo Hermione por al menos la cuarta vez. "Sinceramente. Casi ni nos damos cuenta de que el otro está ahí. Tengo mi propia habitación y baño" – baño sería un término incorrecto, porque no tenía bañera, pensó con resentimiento – "y estaré pasando la mayor parte de mi tiempo en la biblioteca y en tutorías privadas. Snape y yo casi ni nos veremos."
"¿No querrás decir Profesor Snape, Mione?" sonrió maliciosamente Ron.
"Cállate, Ron."
"Merlín, Mione, solo estaba bromeando."
"Al menos el profesor Snape estuvo dispuesto a dar un paso adelante para salvarme de ser dada a Dolohov o Malfoy, lo que es más de lo que puedo decir de ciertas personas."
Ron tuvo la decencia de al menos lucir avergonzado. "Mamá me hubiera matado. Y si Fred no podía protegerte, yo tampoco podría."
Hermione suspiró. "Lo sé." Estaba ofendida de que no se hubiera ofrecido, pero viendo las cosas fríamente, entendía por qué no lo había hecho, y por qué no tenía el derecho a enojarse con él por eso.
"Entonces él no, erm – "
"No voy a hablar de eso, Ron," le cortó.
"Solo – "
"Nope. Ni una palabra."
"Pero Mione – "
"Ron, en serio. Sin preguntas. Sin bromas. Sin comentarios sarcásticos." Había tenido suficiente de esos de su marido. "Hablemos sobre tareas o tu familia o incluso Quidditch, si tienes que hacerlo, pero no sobre esto."
"Okey," dijo Ron. "Lo entiendo."
Hermione se giró hacia Harry. "¿Tú también lo entiendes?"
Harry asintió.
"Bien. Entonces me voy a ver al profesor Flitwick por mi EXTASIS de Encantamientos. Los veo en la cena."
Ginny se levantó y siguió a Hermione, tomando su brazo cuando alcanzaron el corredor fuera del Gran Comedor. "Eso de ninguna palabra no se aplica a mí, ¿verdad?"
"¡En serio, Ginny!"
"Vamos, Mione. Las amigas se cuentan esta clase de cosas."
"Está bien, una sola cosa," dijo, y cuando Ginny se giró hacia ella con anticipación, Hermione susurró en la oreja de su amiga, "no hay una mazmorra sexual."
Ginny sonrió. "¿Estás aliviada, o decepcionada?"
"Por Dios," dijo Hermione. Caminó rápidamente por el corredor, el sonido de la risa de Ginny siguiéndola.
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Pasaba la hora del cierre nocturno y Granger todavía no había regresado a sus habitaciones. Severus se dio por vencido en tratar de calificar los ensayos de quinto año y comenzó a caminar en círculos. Granger no era más una estudiante, así que no tenía horario restringido, pero seguramente entendía que estaba en el radar del Señor Tenebroso, y que necesitaba ser cuidadosa. No era el único Mortífago en el castillo, y la forma en que su ahijado estaba actuando últimamente, hacía a Severus incapaz de confiar en que el chico no haría algo estúpido.
Cuando las protecciones brillaron y ella finalmente entró, preguntó, "¿Dónde ha estado?"
"Biblioteca," respondió ella sin mirarlo, dirigiéndose a su habitación.
"Granger."
Ella se detuvo en el umbral. Hizo ese obstinado cuadre de mandíbula, como si estuviera a punto de regañarlo, pero solo se lo quedó mirando.
"Apreciaría que me dejara saber cuando planee regresar después del cierre nocturno." Antes de que ella le pudiera recordar que era mayor de edad y que no tenía un límite horario y que no era la edad media donde el marido podía decirle a qué hora llegar a casa, él añadió, "como una cortesía. Así no me preocupo."
Esto pareció apaciguar su enojo. "¿Cómo se lo comunicaría?" preguntó entonces. "¿Lechuza? ¿Patronus?"
"Creo que esta sería la forma más eficiente." Él sostuvo un diario negro y delgado frente a ella. El monograma plateado en la esquina ponía HGS. "Está enlazado con el mío, y cuando uno de los dos escriba, el otro podrá verlo. Están encantados para que, para todos los demás, las páginas aparezcan en blanco."
Asintió, caminando hacia él y tomando el diario, luego se dirigió a su habitación nuevamente.
"Señorita Granger."
Ella se detuvo, girando su rostro hacia él. "¿Sí, profesor?"
"¿Entiendo que se ha reunido hoy con el resto del profesorado para planear las tutorías para sus exámenes?"
"Sí."
"¿Cuándo le gustaría reunirse conmigo?"
"Yo, erm, creo que puedo arreglármelas con el examen de Defensa sin quitarle nada de su tiempo."
"Probablemente pueda, con un Supera las Expectativas. Pensé que quería un Extraordinario."
"En un mundo ideal, sí. ¿Pero no estamos en un mundo ideal, o sí?"
"No," dijo él. "No lo estamos. De todas formas, si quisiera mi ayuda con la preparación para sus exámenes de Defensa o Pociones, estoy a su disposición."
"¿Pociones?"
"Puede trabajar con Slughorn si lo prefiere, por supuesto."
"Pero estaría mejor trabajando con usted."
"Si quisiera la mejor calificación, sí."
"Acepto su generosa oferta," respondió ella. "En ambas materias. ¿Debería hacer una copia de mi agenda con el horario de mis otras materias en él, así podría usted podría programar las de Defensa y Pociones a su conveniencia?"
"Eso sería aceptable."
"Gracias, Profesor."
Severus, casi dijo él. Era ridículo que estuvieran casados y no se llamaran por sus nombres. Ya no era más su estudiante. Las tutorías para los exámenes no eran clases donde recibiría una calificación. Había oído que Minerva y Filius se referían a ella como Hermione en la Sala de maestros, así que asumía que ellos y probablemente el resto de los profesores estaban ahora al nivel del tuteo con ella. No quería llamarla Señorita Granger, lo cual lo hacía sentir como un viejo asqueroso, y se sentía ridículo llamándola Señora Snape, porque era un nombre que ella nunca había querido. Granger es lo que le salía cuando no pensaba mucho en ello, pero era demasiado casual si ella seguía llamándolo 'profesor'.
Pero no dijo nada. En vez de eso, la observó entrar en su insultantemente pequeña habitación y cerrar la puerta.
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Deber y Determinación
FanfictionEl Señor Tenebroso pensó que una ley matrimonial sería una buena manera de evitar que Hermione Granger ayudara a Harry Potter a derrotarlo. Desafortunadamente, para el mago anteriormente conocido como Tom Riddle, las cosas no van de acuerdo a su pla...