NT: Antes que nada, una disculpa por la demora en la actualización. Estuve de viaje todo noviembre, por lo que no he podido subir más capítulos. Tenía la firme resolución de seguir subiendo, pero quería disfrutar del viaje sin tener que pensar en nada, así que dejé todos mis asuntos en hiato.
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¿Por qué no había aceptado un aprendiz mucho antes? Albus no estaba feliz de que Severus no lo consultara con él antes de hacer la oferta, pero después de fastidiar a Severus por tantos años para que tomara un aprendiz, el vejestorio realmente no podía quejarse. Aunque estuviera enseñando Defensa en vez de Pociones, Severus todavía preparaba las pociones que Poppy necesitaba para la enfermería porque Slughorn se había quejado tanto que Albus lo exentó. Ahora Levin lo hacía, al igual que revisar los ensayos de primer y segundo año. Aunque no era de Pociones, darles una retroalimentación a los estudiantes era una habilidad que Levin necesitaría el próximo año cuando Severus regresara a enseñar Pociones – asumiendo que el Señor Tenebroso estuviese muerto y Severus no.
Severus nunca lo admitiría ante nadie, pero había varios aspectos sobre enseñar Pociones que realmente le gustaban, incluyendo el trabajo de nivel EXTASIS con los ocasionales estudiantes talentosos que se destacaban de entre los tontos – como Levin, o Hermione, o una pareja de Ravenclaws de séptimo año.
Ahora mismo, su aprendiz estaba supervisando el examen que los de segundo año estaban tomando, mientras Severus se sentaba en su escritorio leyendo Los Cuentos de Beedle el Bardo. Recordaba vagamente las historias, ya que su madre se las leía cuando era un niño, pero habían pasado años desde que siquiera pensara en el libro. Terminó la descabellada historia sobre el Troll – recordaba que le gustaba particularmente esa cuando era un niño, pero ahora no entendía por qué – y comenzó el siguiente, sobre los hermanos Peverell y las Reliquias de la Muerte.
Pasó la página y observó la ilustración. Había algo familiar en el dibujo de la Piedra de la Resurrección, pero lo que sea que fuera flotaba justo en el borde de su memoria, así que siguió leyendo. Observando ocasionalmente a su aprendiz y a sus estudiantes, terminó la historia y cruzó sus brazos, pensativo.
Cuando vio el libro en la mente de Albus, el viejo estaba pensando sobre su varita, la cual imaginó siendo tomada por Severus después de usar la maldición asesina. Luego a Severus luchando contra Potter. ¿Estaba usando su propia varita en el duelo, o era la del director? Severus se concentró en ese recuerdo. Estaba casi seguro de que la varita de Albus estaba en su mano, la cual tomó después de matarlo. ¿Era eso importante?
Volvió al inicio de la historia y pasó las páginas lentamente, observando cada ilustración. La imagen de la piedra todavía lo molestaba, pero el dibujo de la varita lo detuvo en seco. Era la varita de Albus. No parecida, sino idéntica. Había visto esa varita durante años, así que la reconocería en cualquier lado. La varita que Albus imaginaba que Severus tomaría después de asesinarlo – tomada por la fuerza, como debía ser tomada la varita de saúco, según la historia, para que el nuevo dueño pudiera utilizarla.
Solo era una historia. La historia de las Reliquias de la Muerte no era real. Aunque la capa de invisibilidad de Potter era real, y la única de su tipo, según sabía. Observó el dibujo de la piedra de la resurrección nuevamente, y entonces lo supo. El anillo, el que contenía el Horrocrux y cuya maldición estaba matando lentamente a Albus. La piedra en ese anillo era idéntica a la de la ilustración.
Las Reliquias de la Muerte eran reales, y la varita de saúco formaba parte del complicado plan que Albus estaba tramando para derrotar al Señor Tenebroso. ¿Acaso creía que la varita le permitiría a Potter destruir al Señor Tenebroso incluso antes de destruir el Horrocrux dentro de Potter? ¿Y realmente creía el viejo tonto que Potter podría vencer a Severus y obtener la habilidad de usarla? asumiendo que Severus se convirtiera en dueño de la varita al matar a Albus. Era ridículo. El chico no podría derrotar a Severus más que cualquiera de estos alumnos de segundo año.
Había demasiadas piezas en el plan del director. Era exactamente como Hermione había dicho: el viejo está haciendo las cosas mucho más complicadas de lo que deberían ser.
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"Tienes que estar bromeando," dijo Hermione.
Severus suspiró. "Ojalá lo estuviera."
"Está loco. Lo sabes ¿verdad? Absolutamente demente." Se paró y empezó a caminar. "Se supone que lo mates y ganes el derecho a la varita – excepto que, en primer lugar, te dijo que lo hicieras, así que realmente no contaría como derrotarlo, ¿o sí? Entonces, ¿te reconocería la varita? Y, en segundo lugar, aunque lo hiciera, ¿por qué la tomarías? Ya tienes una varita. ¿O lo harías? No lo sé. Supongo que no es tan mala idea tener una de reserva. Pero incluso si lo hicieras, ¿empezarías a usar esa en vez de la tuya? Eso si Harry fuera tan tonto como para desafiarte – lo cuál no es, a pesar de lo que crees, y deja de sonreír – él ha conseguido desarmarte antes – deja de reírte, Severus – estarías usando tu propia varita, no la que tomaste de Albus." Se detuvo para respirar. "Como dije. Demente."
"Mm"
Ella dejó de caminar y puso sus manos sobre sus caderas. "¿Es todo lo que tienes que decir? ¿'Mm'?"
"Tú estás hablando suficiente por los dos e incluso más, diría yo." No podía resistirse a molestarla un poco cuando se ponía así.
Ella miró a su mascota. "Él cree que es tan gracioso, pero no lo es, ¿verdad, Crooks?"
El bicho caminó hacia Severus, restregando su rostro contra su pierna, luego saltó a su regazo y empezó a ronronear.
Ella rio. "Los odio a los dos."
"No, tú – " Severus se detuvo, entonces finalizó, "le tienes mucho cariño a este feo animal, aunque no comprendo por qué." Casi había dicho, No, tú nos amas, hasta que, gracias a Merlín, su cerebro detuvo su boca. Ella ciertamente no lo amaba, así como él no la amaba a ella. La sola idea.
Hermione se sentó en el sofá al lado de Severus. "Estoy, de alguna forma, encariñada contigo también, eso cuando no estás actuando como un idiota."
Él rascó al Kneazle detrás de las orejas. "¿Escuchaste eso, amigo? Afecto condicional. Es tan fría, tu ama."
Hermione acarició a Crookshanks, sus dedos acariciando la piel de Severus al igual que el pelaje del animal. "¿Qué vamos a hacer con la cagada de plan del director?"
"Qué boquita sucia." Sus dedos acariciaban los suyos en el pelaje pelirrojo.
"Te gusta." Ella echó al gato de su regazo y tomó su lugar.
"Lo hago." Él dejó un rastro de besos bajando por su cuello, murmurando, "¿me va a hablar sucio ahora, señorita Granger?" Se congeló por un momento, deseando no haberla llamado de esa forma, pero ella pareció no haberlo notado, o si lo hizo, no lo asoció a la forma en que solía llamarla cuando todavía era su estudiante. ¿Alguna vez superaría su recelo sobre ese tema?
No pudo disfrutar del placer de escuchar lo que sea que su traviesa sonrisa delataba que estaba a punto de decir porque el Flú se puso verde. La empujó de su regazo, provocando un ofendido, "¡oye!" antes de que su mirada se dirigiera a la chimenea, donde apareció la cara de Minerva.
"Severus, ven volando a la enfermería. Draco Malfoy está gravemente herido."
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Deber y Determinación
FanfictionEl Señor Tenebroso pensó que una ley matrimonial sería una buena manera de evitar que Hermione Granger ayudara a Harry Potter a derrotarlo. Desafortunadamente, para el mago anteriormente conocido como Tom Riddle, las cosas no van de acuerdo a su pla...