Capítulo 35

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La siguiente noche, Severus y Hermione visitaron al director. Como Albus no recordaría nada de la conversación al día siguiente, Severus se convenció de usar el absurdo método Gryffindor de Hermione, aunque él todavía tenía dudas.

"Sabemos que Potter es un Horrocrux," dijo él, observando con sombría satisfacción como el anciano palidecía de sorpresa.

"Sabemos sobre los otros Horrocruxes también," continuó Hermione. "Los hemos identificado y localizado a todos, y hemos destruido al menos dos."

"Todos menos tres, incluyendo a Potter," añadió Severus.

Dumbledore miró a uno y a otro, hasta que sus ojos se detuvieron en Hermione.

Ella desvió la mirada. "Nada de eso, si es tan amable, director. ¿Nadie le ha dicho que es de mala educación fisgonear en la mente de otras personas sin su permiso?"

"¿Potter tiene que morir para que el Señor Tenebroso muera?" preguntó Severus.

El director exhaló un suspiro. "La magia involucrada es complicada."

"Está haciendo las cosas más complicadas de lo que tienen que ser," dijo Hermione. "Toda esta persecución de Horrocruxes con Harry, quien nunca había escuchado de ellos, y que nunca había abierto un libro que siquiera los mencionara. Por supuesto que parece complicado para usted, si está haciendo las cosas de esa forma. Si hubiera compartido el conocimiento con Severus y conmigo desde el principio, el Señor Tenebroso probablemente ya estaría muerto."

Albus se giró hacia Severus. "Realmente necesito que confíes en mí, muchacho. Si solo me dijeras dónde están los demás Horrocruxes – "

"Legilimens," dijo Severus y entró en la mente de Albus. El anciano estaba tan sorprendido, que no escudó nada inicialmente, y fue en ese momento que Severus encontró lo que estaba buscando, justo ahí, en el centro de la mente de Albus. No era sorprendente, ya que habían estado hablando de Potter y los Horrocruxes. Sintió el alivio inundarlo cuando se enteró de que Potter solo tenía que creer que debía morir, que, si se sacrificaba voluntariamente, parecería morir junto con el Señor Tenebroso, pero sobreviviría. Severus estaba por retirarse de la mente de Albus, cuando sintió un destello alivio en el director, así que se quedó. ¿De qué estaba aliviado el director? ¿Qué tenía temía que Severus encontrara, pero que obviamente no había hecho?

Siguió la emoción, la cual se deslizó lejos de él, succionada en un vórtice de emociones y memorias que se arremolinaban como un ciclón en la mente del director. El viejo era, por mucho, el mejor Occlumante que Severus hubiera enfrentado, y por un momento sintió que estaba sumergiéndose en un arremolinado mar de recuerdos. Se concentró en las emociones. Había muchas, era difícil desenredarlas, pero finalmente ahí estaba, ese destello de pánico, temor de que Severus encontrara lo que estaba intentando ocultar.

Severus se sumergió en el vórtice, siguiendo el atisbo de ansiedad, captando un vistazo de la varita de Albus. ¿Su varita? Luego Grindelwald, y el Señor Tenebroso, y Los Cuentos de Beedle el Bardo. ¿Qué tenía que ver un cuento infantil con todo esto? Entonces se vio a sí mismo lanzando la maldición asesina a Albus, desarmándolo y tomando su varita. Esto no era un recuerdo real, por supuesto, sino algo que Albus había estado pensando. Después, Severus se vio en un duelo con Potter, igualmente en la imaginación de Albus más que en su memoria. El director imaginaba a Potter desarmando a Severus – como si eso alguna vez pudiera pasar – y tomando la varita.

Y entonces Severus se tambaleó contra la puerta, expulsado de la mente del viejo con una violencia que lo dejó aturdido. Al otro lado de la habitación, Albus alzó su varita, pero Severus abrió la puerta de golpe y empujó a Hermione hacia fuera junto con él, antes de que el furioso director lanzara el Obliviate.

"¿Severus?" jadeó Hermione, pero él bajó las escaleras de dos en dos, tirando de ella, sin responder. Tropezó y él la puso de pie justo cuando la puerta se abría sobre ellos. Severus la jaló hacia el pasillo, esquivando por poco un Desmaio. En vez de dirigirse a las mazmorras, Severus abrió la puerta más cercana con un Alohomora, cerró la puerta de golpe y la escudó, luego abrió la ventana con su varita. Empujando a Hermione sobre el alfeizar junto a él, saltó a la oscuridad con ella en brazos.

Hermione gritó mientras volaban en la oscuridad, y se aferró con tanta fuerza que él pensó que le dejaría moretones. Había olvidado lo asustada que estuvo cuando la llevó ante el Señor Tenebroso, pero no podía evitarse. Se precipitaron hacia las puertas tan rápido como el hechizo podía llevarlos, a pesar de sus temblores. No fue hasta que estuvieron fuera de las protecciones del castillo que se detuvo, y solo para recuperar el aliento antes de Aparecerlos a ambos en un callejón del Manchester muggle.

Observó a Hermione, que prácticamente estaba hiperventilando. "Solo unos pocos minutos más," dijo, y transfiguró su túnica en un traje negro muggle. Hermione ya estaba vestida con ropas muggle. "Estaremos a salvo pronto." Tomó su mano y caminó rápidamente fuera del callejón hacia una calle ajetreada. Llamó un taxi que se detuvo en la acera junto a ellos. "¿Conoce algún hotel decente por aquí cerca?" preguntó al conductor.

"Hay un Hilton no muy lejos."

"Eso servirá."

Hermione estuvo callada todo el camino hacia el hotel. Sus ojos se abrieron de par en par cuando él sacó su billetera y tomó unos cuantos billetes muggle para pagar la tarifa. Dentro del hotel, lo vio extender algunas libras al recepcionista a cambio de la llave del cuarto. No habló mientras subían hacia el sexto piso y caminaban por el pasillo hacia su habitación. Adentro, observó como Severus lanzaba un conjunto de guardas bastante desagradables en la puerta y la ventana, y luego una serie de encantamientos No Me Notes (1) sobre las ellas. Cuando finalizó, desató su corbata y se sentó en el borde de la cama.

"¿Crees que sea capaz de encontrarnos?" preguntó.

"Lo dudo. Conoces a los magos Sangrepura. Aquí afuera, en el mundo Muggle, la mayoría de ellos no podría ni encontrar su propio trasero ni teniendo un mapa en sus manos. Además, en unas cuantas horas, la poción reiniciará el tiempo y no recordará nada de esto cuando se despierte en la mañana."

"Y por eso que quisiste hablar con él tarde por la noche. Menos tiempo para las consecuencias si algo salía mal."

"Exactamente."

"¿Siempre cargas con dinero Muggle?"

"No, pero tuve la impresión de que las cosas podrían salir mal con Albus y que tendríamos que salir del castillo."

"¿Qué viste en su mente?"

"Tiene que ver con su varita."

"¿De quién? ¿El Señor Tenebroso?"

"De Albus. Te mostraré lo que vi, así podemos averiguar juntos de qué se trata. Pero antes, ¿estás bien?"

"Sí."

Él acunó su mejilla. "¿Estás segura?"

Asintió, pero las lágrimas que se amontonaban en sus ojos contradecían sus palabras. Empezaron a derramarse y ella se inclinó hacia su mano. Él puso sus brazos alrededor suyo y entonces las compuertas parecieron abrirse, temblando y llorando, a medida que el estrés de la noche la alcanzaba.

"Todo está bien," dijo, acariciando su espalda.

"No lo está. Es suficientemente malo tener que luchar contra el Señor Tenebroso, pero Dumbledore supuestamente está de nuestro lado." Lloró más fuerte y él la sostuvo mientras temblaba y sollozaba.

"Tienes razón, amor," dijo, acariciando su cabello. "Te entiendo." Besó su frente y la dejó llorar, murmurando que todo estaría bien, que en la mañana estarían de regreso en casa y que sería como si nada de esto hubiera pasado.

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1. Encantamiento No Me Notes: estuve investigando y el "Notice Me Not charm" no es canon (no sale en los libros), así que no tenía de dónde tener una referencia de cómo traducirlo. Opté por una traducción literal.

NT: ¡¡¡¡le dijo amor!!!!

Deber y DeterminaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora