De vuelta en casa

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En el trayecto a la finca Sanem pensó mucho, debía controlar sus emociones y crear una coraza para impedir que la situación con Can y la bendita campaña afectarán sus salud por lo que tomó la decisión de no hablar del tema, se sentía tan defraudada que no quería escuchar ninguna excusa y si hablaban no podría controlarse y terminaría angustiada y llorando y eso no era bueno para su hijo que a estas alturas era lo único que le importaba.

Can manejaba también en silencio pensando la forma de tratar el tema con Sanem quería explicarle que Ariana no significaba nada, que sólo era trabajo lo que los unía y que lo que tuvieron fue algo sin importancia, cuando llegarán  a la casa pensaba explicarle todo, sólo esperaba que ella entendiera que para él solo importaba la familia que estaban construyendo, la amaba y no quería que sufra por algo que no tenía sentido.

Después de media hora de viaje donde los dos habían tomado una decisión llegaron a la finca, él se bajó dispuesto a ayudarla tratando de tomar su mano pero ella  lo esquivó y sin mirarlo entró en la casa para ir directamente a la habitación.

SANEM

Ansiaba llegar a casa, durante el trayecto había tomado una decisión no escuchar a Can, sabía que trataría de convencerme de que lo que me ocultó fue sólo para evitar lo que pasó pero si me lo hubiera dicho  él y no su madre la situación sería otra, no voy a negar que seguro me hubiera puesto super celosa, pero ahora tenía otra prioridad, cuidar de mi embarazo, pensaba hacer todo lo que dijo el doctor y lo evitaría, no lo escucharía, no pensaba dirigirle la palabra por lo menos por unos días y pensaba contratar a alguien para las tareas de la casa.

Por lo que al llegar a la finca me bajé de la camioneta y fuí directo a la habitación para darme una ducha y meterme en la cama.
Después de un rato de mirar no se que en la tele los ojos me pesaban y me dormí.

Me desperté, mi estómago hacia ruido tenía que comer algo por lo que me puse una bata y fuí a la cocina por suerte Can no se encontraba a la vista me preparé un sándwich y me serví un vaso de leche, me senté en una banqueta y llamé a Miriban para preguntarle si sabía de alguien  para recomendarme para realizar tareas domésticas.
Un poco sorprendida me dió el número de una señora del pueblo que necesitaba empleo y según ella era una persona amable y de confianza.
Luego me dijo que más tarde vendrían con Aziz a visitarnos, "A mi ya Can" y si se lo permitía prepararia algo para comer así yo no realizaba esfuerzos.
No tenía ganas de sentarme en la mesa con Can pero no podía ser grosera con ella, acepté y le dije que los esperaba.

No perdí tiempo y llamé al número que me dió, la señora se llamaba Susana quién se alegró por mi llamada, igual le dije que primero quería entrevistará y quedamos en que vendría a  casa al día siguiente a las diez de la mañana.
Terminé mi sandwich y el vaso de leche y volví a la habitación a mirar alguna série, más tarde me cambiaría para recibir a Miriban y Aziz.

CAN

Al llegar a la finca intenté ayudar a Sanem a bajar y ella sólo evitó mirarme y rechazo mi ayuda, se metió en la casa sin decir una palabra.
Baje el bolso de ella y lo dejé en la sala sobre un sillón, pude escuchar el portazo que dió al entrar a la habitación, tenía un humor de perros por lo que decidí darle espacio y esperar que se tranquilice, luego hablaríamos...

Pasaron unas horas y Sanem no salió de la habitación, entonces me fijé y había muy pocas cosas en la despensa y en la heladera, sería mejor ir a comprar algo para preparar la cena y comprar comida para unos días, tomé las llaves de mi coche, mi billetera, los lentes de sol, el celular y salí esperando que a mi regreso Sanem se encontrará dispuesta a conversar...

Cuando regresé guarde todo y me di cuenta que Sanem había comido algo, eso era bueno porque cuando tenía hambre era imposible tratar con ella.

Fui a la habitación y estaba acostada mirando una serie, me acerqué y me senté en la cama, ella me ignoraba entonces dije:
- Sanem veo que estás descansando y que comiste algo me gustaría hablar...

Recuerdos olvidados, corazon destrozadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora