Recuerdos olvidados, corazon destrozado

Luna de Miel

Los días pasaban volando, Can y Sanem recorriendo distintos lugares, disfrutando de los paisajes y de los atractivos naturales de cada lugar, bañándose en las playas que visitaron, haciendo el amor a cada rato, comiendo comidas de cada lugar y comprando chucherías. Después de las ciudades cercanas fueron a Grecia y Italia durante todo el trayecto él tomaba fotos, sus preferidas eran las de Sanem escribiendo con el mar de fondo, había tomado varias sin que ella se diera cuenta.
Estaban felices, enamorados y disfrutando muchísimo.

Sanem escribía entusiasmada cuando no sufría los dolores de cabeza, en los primeros días   cuando emprendieron el viaje a Grecia y no pudieron bajar a tierra firme los sufría esporádicamente pero a medida que los días pasaban y seguían con el viaje en el barco aumentaron y también se le sumaron mareos esto le cerraba el estómago y comía muy poco.

Cuando llegaron a Roma llevaban viajando más de un mes, Can a pesar de la negativa de Sanem decidió permanecer ahí en un hotel durante unos días para ver cómo seguía ella y sin decirle nada estaba decidido a volver a Estambul en avión ella había adelgazado bastante  y no estaba tranquilo aunque ella aseguraba que con las vitaminas era suficiente.

La noche que Can le dijo lo que decidió ella se enojó porque quería seguir viaje hasta las Galápagos pero se dió cuenta que la decisión de él estaba tomada y no podría convencerlo aunque en un último intento le dijo:

- Can podemos quedarnos una semana acá, prometo comer todo lo que me pongan adelante y ya verás como enseguida recuperó peso y estaré mejor, es mi sueño ir a las Galápagos, me prometiste llevarme!

Can la miro, parecía una niña a punto de hacer un berrinche pero alguno de los dos tenía que ser consciente de que realmente no soportaría tantos días de viaje entonces le contestó acercándose para tomar su cara con ambas manos:

- Mi amor, podemos programar ese viaje para otro momento, tenemos una vida por delante, tal vez el año que viene podemos ir en avión sería más rápido y estarás bien para ese entonces.

Ella lo miro ceñuda y separándose contestó:
- No va a ser tan fácil cuando volvamos tendremos un montón de trabajo los dos, yo tengo que seguir con mis libros y los cosméticos, vos con tu carrera que no quiero que dejes, no por mi culpa eso ya lo sabes, es algo que no voy a aceptar y la agencia los dos tenemos responsabilidades ahi, hay mucha gente que depende de nosotros y aunque en estos momentos tu hermano, la mía y Deren se estén haciendo cargo cada dos o tres días nos envían correos para consultar cosas, será imposible ausentarnos otra vez tanto tiempo los dos juntos.

Can la miro y sin emitir palabra sólo negó con la cabeza y se metió a bañar, no tenía ganas de pelear y parecía que ella estaba más que dispuesta.

Sanem arrojó un almohadón con bronca hacia la puerta y frustrada salió a tomar un poco de aire.

Cuando Can salió del baño y no la vió, la llamo al celular para escucharlo en la mesa de luz, comenzaba a enojarse ya era hora de que se comportará, no podía complacerla en todo, decidió dejarla hasta que se le pase, seguro en un rato volvía más calmada, se cambió con algo cómodo y se acostó a ver una película.
Despertó a la madrugada, Sanem no estaba y maldiciendo por haberse dormido salió a buscarla, la encontró en el bar del hotel, estaba en la barra conversando mientras el empleado le servía una copa, se acercó despacio para evitar que notará su presencia mientras escuchaba como le decía al hombre:

- Es malo muy malo no cumplir con las promesas no crees? El muy bruto de mi marido no quiere seguir con el viaje y yo estoy bien, en ese momento se paró tambaleándose, el tipo la miro y vió a Can quien para evitar que caiga la tomo de la cintura.
Ella se dió vuelta lo miro y entre cerrando los ojos dijo:
- Llegó el mentiroso!!! No voy a subir estoy bien acá, no tengo ganas de verte la cara ni seguir escuchando nada.

Can furioso se la subió al hombro y sin decir nada la saco de ahí.
Al llegar a la habitación Sanem no paraba de pegarle en la espalda y de decir todos los insultos que se le venían a la cabeza, el la dejó en la cama diciendo mañana hablamos si es que puedes después de la resaca que tendrás.
Ella lo miro con bronca y cuando iba a contestar sintió  el estómago dado vueltas y corrió al baño cerrando la puerta con llave.
Can del otro lado comenzó a reír y dijo:
Parece querida que no tendré que esperar hasta mañana... El alcohol no te sienta bien!

Sanem no contestó, el podía escuchar lo descompuesta que estaba y después escucho la ducha entonces decidió volver a la cama.

Ella salió del baño después de una hora de había tomado su tiempo sólo para provocarlo, sabía que el estaría esperando para decir algo que no quería escuchar, entonces envuelta sólo con la bata de baño y el cabello todavía mojado se acostó sin mirarlo y lo más lejos posible de él.

Can que seguía más que enojado y dispuesto a no dejarse convencer, apago todo y se dió vuelta para dormir.

A la mañana siguiente despertó antes que ella, la tenía abrazada y las piernas de ambos estaban enredadas, se levantó sacando sus brazos y piernas para no despertarla, primero pediría el desayuno y esperaba que su mujer se encuentre con otra actitud.

El desayuno llegó después de un rato, el lo colocó en la mesa, puso un poco de música para que se despierte y abrió bien las cortinas, enseguida la habitación se llenó de la luz natural Sanem abrió los ojos y se llevó las manos a la cara y le dijo:

- Me duele muchísimomo la cabeza y creo que estoy mareada, nadie te dijo nunca que esas no son maneras de despertar a alguien que sufre de migraña?

Can largo una carcajada contestando eso no es migraña eso se llama efectos del alcohol y parece que anoche después de tu berrinche de niña te lo tomaste todo!

Sanem se incorporo sobre los codo, arrugando la cara contestó.
- Por tu culpa, vos dijiste.... Y no pudo seguir salió corriendo al baño y está vez si la siguió Can  ayudándole, sosteniendo su pelo para que no se ensucie, cuando terminó la ayudó a pararse y ella se lavó los dientes, el la abrazo y la llevó a la mesa, bebé y come algo sino no podrás tomar  las vitaminas, ella lo hizo sin ganas y Can la miraba pensativo.

Cuando terminaron de desayunar, por lo menos él, ella sólo bebió el té le dijo:

Hablé con un amigo que llevará nuestro barco de vuelta, nos volvemos mañana en avión no pienso seguir arriesgando tu salud, estas cada vez más flaca y con tus actitudes no colaboras.

Ella lo miro enojada y le dijo como quieras Can Divt siempre hay que hacer lo que se te ocurre pero sí, mejor volvamos que aunque estemos casados allá si puedo hacer lo que  me venga en ganas, eres mi marido, no mi dueño, espero que te quede claro!

Can indignado le contestó:
No pienso decirte que hacer , lo único que me preocupa es que te controle tu médico y que sigas con la terapia, estas cada vez más loca!
No lo pensaba realmente sólo lo dijo de bronca

Sanem abrió y cerró la boca un par de veces y luego se fue a cambiar, una vez lista le pidio ir al barco a recoger sus cosas.

Fueron y volvieron sin hablar, al llegar la migraña comenzaba, busco en el pastillero una cápsula, la tomo y se acostó haciéndose un ovillo y tapándose hasta la cabeza.

Can sintió que le dolian las tripas por verla así pero era tan cabeza dura...
Aún así no aguanto y se acomodó a su lado para abrazarla acariciando su cabello hasta que la pastilla hizo efecto y se durmió, dormiría por lo menos cuatro horas, Can sentía algo de culpa pero era por su bien, era obvio que el intenso dolor de cabeza no sólo era por lo que bebió la noche anterior era por lo frustrada y enojada que se encontraba y aunque ella no lo escucho le prometió que cuando estubiera en condiciones realizarían el viaje de su sueños y mierda si ella estaba bien y lo quería hasta era capaz de quedarse a vivir ahí con tal de que fuera felíz.

CONTINUARÁ...