La Boda

3.1K 103 6
                                    

Eres mío Can Divit... Solo mío
Can la miro y esbozo una de esas sonrisas torcidas tan propias de él...

Durante los dos días siguientes Sanem se dedicó a descansar, los dolores de cabeza la atacaban por la tarde pero con la medicación podía manejarlos, Can iba y venía de la agencia a su casa y a la de Sanem, le había pedido que se quede en su casa pero ella prefirió quedarse en la suya.

Metin había conseguido las grabaciones de esa noche, en las cuales pudieron ver cómo Sheida entra al lugar y al rato sale huyendo, con esa prueba fueron a la policía quien aún no conseguía arrestarla, estaba desaparecida...

Can estaba nervioso algo le decía que los problemas continuarían y decidió que lo mejor era adelantar la boda y así marcharse de luna de miel lo antes posible por lo cual se dedicó de lleno a terminar todos los pendientes en la agencia, Deren, Leyla y su hermano se harían cargo de todo, Sanem estaba de acuerdo, y con ayuda de su madre organizaba su boda.

El día de la boda por fin llegó, Sanem estaba nerviosa, su hermana y su madre la ayudaban a cambiarse mientras conversaban y se abrazaban emocionadas, el vestido era precioso, acentuaba su figura y había decidido recoger sólo un poco su cabello, estaba más delgada aún así parecía una princesa, eso había dicho su madre con lágrimas en los ojos mientras la miraba...

Can en su casa hacia rato que estaba listo, paseaba de un lado a otro como un tigre enjaulado lo que provocaba las risas de su hermano y de Metin.

- Calma hombre dijo Emre vas a dejar un camino en la sala de tanto ir y venir!

Metin reía mientras bebía un trago y Can tenía ganas de darles un puñetazo.

Miriban había ayudado a decorar todo, habían colocado flores naturales, atrapasueños y cintas blancas por todos lados y al final una glorieta decorada con tul y pequeños ramitos de flores blancas donde ya se encontraba el oficial para casarlos.
Miriban corrió a avisarle a Can, que ya estaban todos, este suspiro aliviado y salió para esperar a Sanem.

El parado junto a Miriban vió aparecer a Sanem del brazo de su padre cuando la música comenzó, Can quedó encantado, la amaba y estaba tan hermosa y radiante con esa sonrisa que lograba desarmarlo que sintió que no podía estar más felíz!!!

Sanem avanzaba con su padre sin apartar los ojos de él, está guapísimo pensó y al ver el amor en sus ojos sintió las piernas flojas de la emoción, al llegar al altar su padre le dijo a Can:

- Cuida mi pajarito es frágil y fuerte a la vez confío en ti para hacerla felíz
Can asintió y tomo las manos de ella si dejar de mirarla, luego miraron ambos al frente, y el oficial comenzó a hablar, dieron ambos el Sí y dijeron sus votos emocionados y sellaron la unión con un beso mientras todos aplaudían emocionados.

La fiesta fue alegre, no podía ser de otra manera , eran sólo los más íntimos, comieron y bailaron entre risas y conversación.
Después de unas horas Can le dijo al oído a Sanem:

- Señora Divit creo que es hora de marcharnos
Sanem se colgó de su cuello y lo beso diciendo:

- Señora Divit que bien suena... Vamos donde quieras..

Se despidieron entre besos, abrazos y algunas lágrimas de sus familiares y amigos en el muelle donde estaba ya listo el barco, Can la ayudó a subir y se alejaron saludando a todos.

Sanem no se quitó el vestido estaba encantada con la vista mientras navegaban y no bajo al camarote, sólo se había sacado los zapatos y observaba el mar y a su amado.

Can frente al timón en silencio también la observaba recordando todo lo sucedido durante las últimas semana, a Sanem le habían quitado el implante y él se había olvidado decirle la noche que lo hicieron en la cocina cuando ella apareció para pedirle que le hiciera el amor, después de ese día debido al trabajo y a algunos dolores de cabeza de ella no habían estado juntos de esa manera.

Decidió que era el momento y mirándola a los ojos le dijo:
- Amor cuando te internaron por el ataque de Sheida el médico decidió quitarte el implante, con todo lo sucedido olvide ese tema...

Sanem lo miro parpadeo varias veces y luego sin contestar nada siguió mirando el mar.

Can pensó que estaba enojada y continuó:
Solo estuvimos juntos una vez y espero que no tenga consecuencias, pienso cuidarme hasta que tengas claro que quieres hacer, es tu cuerpo y sólo vos podés decidir...

Ella volvió a mirarlo, se levantó y se acercó diciendo:
- No importa Can, pasamos por muchas cosas cuando volvamos de nuestra luna de miel iré al médico para consultarle que método me recomienda en estos momentos y esperemos que esa noche no traiga consecuencias, no es porque  no quiera ser madre pero con la medicación que tomo no sé si es aconsejable, Can la tomo en brazos y beso su cabeza esperando que ella se recuperará pronto ansiaba en su interior ser padre, ella era la mujer de su vida, por ella había renunciado a todo con gusto.

Era de noche y ambos se preparaban para cenar, Sanem pidió ayuda con el cierre del vestido lo que encendió el deseo de los dos, ella se apoyo en la espalda de Can sintiendo la reacción de él sobre sus nalgas, se dió vuelta y el vestido se deslizó formando un charco de seda bajo sus pies, quedando sólo con una diminuta tanga blanca, él intensificó la mirada dejando ver el deseo que le provocaba ella, comenzó a acariciarla suavemente, Sanem cerró los ojos disfrutando sus caricias y cuando se mordió el labio inferior, Can no pudo contenerse más la tomo en brazos con rudeza dejando escapar un gruñido y Sanem pego un gritito divertida.

La apoyo en la cama y se dedicó a explorar cada parte de su cuerpo primero con las manos, luego con su boca, ella gemía de placer, cuando vio que Can buscaba un preservativo ella le dijo:
- Todavía no! Y se subió encima de Can y comenzó a distribuir besos en su pecho, sobre sus hombros, pasó la lengua por el albatros que tanto amaba y siguio bajando, quitó el pantalón y bóxer de él dejando a la vista su miembro ya listo para penetrarla y comenzó a jugar con su boca, Can la tomo del pelo y guió sus movimientos extasiado de placer, antes de llegar al orgasmo le dijo:
- Ya Sanem no puedo contenerme más, eres hermosa...
Se colocó un preservativo con una rapidez que asombró a Sanem y la penetro lentamente disfrutando el momento...
- Estas tan apretada y mojada amor dijo el, mientras se movía en su interior
Sanem gritaba su nombre y movía las caderas pidiendo más...
El aumento el ritmo y después de varias embestidas entre gruñidos y jadeos ambos llegaron al orgasmo.
Se quedaron acostados recuperando fuerzas hasta que el estómago de Sanem hizo unos ruidos provocando una carcajada de Can quien levantándose le dijo:

Mejor comemos algo tu estómago se queja y yo también estoy hambriento!!!

Cenaron en cubierta, observando las estrellas y charlado alegremente y luego volvieron al camarote donde hicieron el amor varias veces más.

Durante los primeros días recorrieron las ciudades cercanas navegando durante el día y en la noche bajaban a cenar y dormían en algún hotel cercano, ya cuando fueran a otros lugares más lejanos tendrían que permanecer en el barco...

CONTINUARÁ

Recuerdos olvidados, corazon destrozadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora