Capítulo cuarenta

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Alfonso

Mi esposa,mi vida,mi todo me haría padre en unos cuantos meses más y yo aún no me lo podía creer,simplemente no asimilaba la noticia.La sonrisa no se desvaneció ni un solo segundo en toda la boda pues el solo hecho de imaginarme que tendría pronto a un ser humano llamándome "papa"todos los días me hacía sentir emociones que nunca antes había sentido u imaginado.Tomados de la mano anahí y yo salimos de el lugar donde había estado llevándose acabo la celebración de nuestra boda para después subirnos a una limusina en la cual estuvimos dos horas hasta finalmente llegar a nuestro nuevo hogar.

Un hogar donde pasaríamos los mejores momentos en familia.

–Es...¿es la casa que vimos hace meses?–pregunto y dijo anahí–

–Si,la compré hace una semana exactamente.Recuerdo haber visto lágrimas en tus ojos por lo bella que era y por lo mucho que la querías.

–¿Es nuestra ahora?

–Es nuestra.–afirmó alfonso–aquí crecerá nuestro bebé y sus próximos hermanos.

–Te amo.–dijo anahí–y no solo llore por lo hermosa que es si no porque sentí algo especial desde el primer momento en que la pise.

–Yo también lo sentí por eso,ahora está casa nos corresponde.–dicho aquello sin previo aviso tomo anahí en brazos cuidadosamente haciendo que esta riera–

–¿Pero qué haces?

–Tradición.–dijo alfonso–Y para que de hoy en adelante todo sea felicidad.

–A tu lado siempre tendré felicidad.¿Tu hiciste todo esto?–pregunto anahí observando a su alrededor donde habían pétalos rojos y velas adornando toda la casa–

–Si

–te amo,te amo y te amo.–dijo ella sonriendo a la misma vez que atraía a su esposo para finalmente besarlo–Me has hecho muy feliz.–declaró–

–Y tú a mi,desde aquella cena en la cual conversamos por primera vez como amigos.

–Una cena que nos llevó hasta donde estamos hoy.Te amo mi...mi amante para toda la vida.–dijo ella recordando el comienzo de su relación–

–Te amo.–dijo esta vez alfonso para que después volvería a tomar anahí en sus brazos e así caminar entre besos hasta la que sería su habitación donde ambas respiraciones empezaron acelerarse por los besos y caricias que ambos se estaban dando.–Dios!–dijo el al momento de bajar la cremallera de el vestido de anahí y dejarla en solo una lencería un poco demasiado provocativa—La escogí pensando en ti¿te gusta?–pregunto y dijo esta vez ella con una mirada llena de deseo–Me encanta,pero te aseguro que un día moriré–respondió el para después continuar acariciando anahí–Estoy en desventaja–dijo ella a la misma vez que alfonso sonreía y quitaba el resto de su conjunto—Ahora ya no.–Dijo este besando anahí quitándole la lencería que llevaba puesta–es que eres hermosa.

–No dirás eso en unos cuantos meses más.–dijo anahí–

–Te aseguró que si,es más te verás aún más hermosa porque en tu vientre estás y estarás llevando a nuestro hijo.

–O hija.

–O hija–repitió el sonriendo para después continuar aquello que apenas comenzaba y que no tendría final—

Dulce

Apenas se cumplían veinticuatro horas de nuestra boda y más feliz yo no me podía sentir.Ahora podía decir y gritar con toda seguridad que estaba casada con el mejor hombre,con el hombre de mi vida por y para siempre.En las últimas horas el no había hecho más que hacerme la mujer más feliz que por primera vez me sentía completa...Completa porque ahora lo tenía a él y porque ahora éramos tres personas.

La noche de bodas había sido una de las mejores,con el siempre me sentía protegida,deseada y amada pero esa noche sentí más que eso.Cuido de mi como nunca,me hizo sentir cosas inexplicables con cada una de sus caricias y besos por todo mi cuerpo haciéndome gemir,jadear por todo el placer que me estaba dando aquella noche.Y claro yo también quería que el disfrutase así que hacía lo propio,lo besaba,acariciaba y más hasta que ambos no pudimos más y caímos rendidos.A la mañana siguiente despertamos por los rayos de sol que entraban por nuestra ventana y por los sonidos de las olas ya que nuestra noche de bodas la habíamos pasado en un hotel lujurioso que se encontraba en la playa.

–Buenos días señora uckermann.–le dijo christopher a dulce–

–Aún sigo sin creerlo.

–¿No?¿porque?Digo yo siempre supe que serías mi esposa o que llevarías el apellido uckermann.

–¿A si?

–Si,con solo ver tu hermoso rostro supe que estaba perdido.

–Yo también lo supe...¿recuerdas aquella llamada que te hice al día siguiente después de la cena?–christopher asintió–ahí ya te quería.Y porque te quería cometí el mejor error.

–Te amo.–dijo el–

–También te amo.

Luego de aquello nuevamente volvimos a demostrarnos todo nuestro amor de formas infinitas.Un mes después apenas regresábamos de nuestra luna de miel,mi embarazo era aún más notorio y ¿saben?el más feliz era christopher quien conversaba con nuestro pequeño o pequeña todos los días sacándome sonrisas y lágrimas por todo lo que salía de su boca.El genero de nuestro bebé yo ya lo sabía pero christopher aún no,había ido con la ginecóloga a escondidas pues quería darle una sorpresa ya que sabía que a quien le hacía más ilusión saber que era nuestro bebé era a él.Y también aunque no lo dijera yo sabía que el quería y deseaba con todas sus fuerzas tener a una princesa aunque de ser lo contrario también sabría que lo amaría.

La idea principal era solo hacerle una sorpresa a él,a christopher para que descubriera el sexo de nuestro bebé pero había recordado el cuanto anahí también había estado deseando saber el que era su ahijado así que había decidido mejor organizar algo para sus padrinos y su padre.Ahora estábamos viviendo ya en nuestro hogar,ese que habíamos decidido comprar christopher y yo juntos ya que a ambos nos había gustado por el gran jardín y piscina que tenía.

—Ya que todos estamos aquí quiero que miren hacia el cielo.–dijo dulce–

–¿Hacía el cielo?–pregunto anahí desconcertada–

–No me miren como si estuviera loca.–dijo dulce riendo–¿Quieren saber el sexo de su ahijado y tú mi amor de tu hijo o hija?

–Por supuesto–contestaron los otros tres–

–Pues miren al cielo.–les dijo dulce para que segundos después apareciera un avioneta la cual soltaba humo rosa–

–Es...¿Es una niña?–decía y preguntaba un christopher con lágrimas en los ojos al igual que anahí que abrazaba a su esposo–

–lo es,es una niña mi amor.

–Una princesa.–dijo el ahora abrazando a su esposa–

Y si,en mi vientre estaba creciendo una hermosa princesa esa que llegaría alegrar mi vida y la de su padre quien soltó lágrimas de emoción al igual que sus padrinos y yo a pesar de ya saber lo que era.Nuevamente confirmaba que no me había equivocado al escogerlos a ellos como los segundos padres de mi hija,estaban emocionados sonriendo que yo solo podía agradecer todo lo que ahora era mi vida y el tenerlos a ellos en mi vida.Si tuviera que vivir todo lo anterior una vez más para llegar hasta donde estaba hoy lo haría sin pensar y sin dudar porque aunque todo empezó por una infidelidad ahora esa infidelidad era mi felicidad.

𝐹𝑖𝑛

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