Cuándo desde el otro lado del mundo decidieron bombardear al país vecino, se olvidaron de los daños colaterales.
Al principio, todos pensaban que mantenerse al margen de los problemas de las grandes naciones, era el mejor modo de sobrevivir.
Lo cie...
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CUARTO MARATÓN 2021 5/? CONTINUEMOS
Diago
La inquietud de sentir que todo se me escapa de las manos, fue quizá una de las peores experiencias que he vivido.
Todos los planes y estrategias previamente planeados estaban llevándose a cabo y aunque violentamente, nos fuimos abriendo paso frente al complejo de Calipso. Teniendo a Marcos Hernández en custodia, sus comandantes comenzaron a declinar las acciones defensivas.
¿La cabeza de cual serpiente fue cortada, Marcos? La de Calipso.
Estábamos tan acostumbrados a seguir órdenes, que para la mayoría, era difícil tomar decisiones por sí mismos y ahora, las células organizadas de la resistencia se habían abierto camino al interior.
Eleazar había tomado la entrada principal y según sus informes, no había daños en mi escuadrón. Quise pensar que esa pequeña mentira fue para no distraerme de mi meta final.
Las mentiras piadosas no dañan de primer impacto, pero enterarse de la verdad cuando es demasiado tarde, a veces, mata.
Los chicos de Defensa adscritos a las antenas, estaban a salvo. Eso me trajo calma pues sabía que ahora Daniela estaba en buenas manos y nadie podría dañarla de manera remota.
Una preocupación menos.
Habíamos logrado entrar sin violencia a través del túnel de servicio que comunica Calipso con la división de Poseidón y al ser Damián el líder, solo tuvimos que aparentar un poco y funcionó.
Damián le dio a Marcos Hernández lo que quería ver. Al líder de la resistencia amordazado y derrotado en la batea de su camioneta.
Lo demás, fue solo cuesta abajo.
Una vez que las defensas internas de Combate fueron sorteadas y pese a las negativas de Marcos Hernández, logramos conseguir la transferencia de autoridad para todas las funciones tácticas.
Las tropas de combate pasaron a obedecerme directamente a mí, por lo que no dude en dar la orden de cese al fuego. Los combatientes no entendían lo que ocurría pero se detuvieron.
— ¡Vamos por el gran líder! — Me dijo mi hermano cuando cesó la hostilidad.
— ¿Dónde está? —
— Escondido en el bunker como la rata que es. —
Nos dirigimos hacia el bunker bajo el edificio del concejo de líderes. Ahí aguardaban sus escoltas y la seguridad que normalmente existía pero había muchos más hombres sometiendo a los elementos de seguridad.
Había algunos cuerpos que supuse, se trataba de su seguridad personal. Ahí también estaba Óscar, uno de los lugartenientes de Damián.
