Cuándo desde el otro lado del mundo decidieron bombardear al país vecino, se olvidaron de los daños colaterales.
Al principio, todos pensaban que mantenerse al margen de los problemas de las grandes naciones, era el mejor modo de sobrevivir.
Lo cie...
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MARATÓN 2021 3/3
Brenda
Draken era el nombre que la gente de los alrededores le había dado a mi bisabuelo. Era un hombre decidido, poderoso y bondadoso. Era todo aquello que representaba lo bueno y lo justo y siempre tenía una idea para darle solución a los problemas con las menores pérdidas y el mayor provecho y debo admitir que me gustaba llevar su sangre, pero haber heredado su liderazgo era un asunto aparte.
Ser la esperanza de un grupo vulnerable es agotador.
Se suponía que cuando mi abuelo faltara, mi hermano debería haber tomado su lugar ya que mi padre falleció por fiebre azul hace unos cinco años, pero en esta vida las cosas a veces se tuercen y no queda otra que improvisar. De ese tipo soy yo.
Para empezar, se deben tomar decisiones que afectan directamente a la gente que conforma los barrios que dependen de nuestra ayuda, aceptar sus consecuencias y pagar sus deudas.
Hace poco más de un año, mi hermano tomó el liderazgo del nororiente de la nación y poco a poco fue ganando terreno frente a los engreídos residentes del centro. A nosotros nos llaman hostiles o los de negro.
Los líderes de calipso han hecho creer a la mayoría de la población establecida en las colonias oficiales, que nosotros somos ladrones que no buscamos otra cosa que desestabilizar a la nación, derribar las defensas y saquear los recursos. Pero ¿Qué parte es verdad y que parte es invención de ellos?
Quizá, para entender mi punto, primero debo decirles que mi abuelo fue en su tiempo, uno de los lideres fundadores de la nación. Fue uno de los pocos hombres que quedaron de pie luego de los bombardeos y ayudó a la reunificación de los pocos poderes que pudieron salvarse.
Luego de las bombas, México quedó muy mal parado. Mucha gente había muerto durante los ataques y la huida de las zonas de conflicto. Después, otro porcentaje de los mexicanos se perdió como consecuencia de las heridas infectadas y la falta de atención médica.
Los sistemas de salud habían colapsados.
Aquello era como sacudir un balde de ratas. Todos los que tenían medios económicos intentaron escapar del territorio pero, fue prácticamente imposible. Sin caminos transitables, sin infraestructura marítima y sin tráfico aéreo, no hubo manera de que salieran lo suficientemente rápido.
Y tampoco es como si el resto del mundo estuviera en mejores condiciones.
La mayoría de los que sobrevivieron fueron aquellos que estaban acostumbrados al trabajo pesado. Lo sé, parece ridículo pero, había que caminar distancias enormes, entre los valles, las montañas y las selvas.
México era considerado como un país de ecología y recursos mega diversos y quizá en ese momento fue lo que nos ayudó a alimentarnos, pero también nos impidió agruparnos.
