Damián
Estuvimos unos quince minutos sin decir una sola palabra. Diago era duro, pero tenía una enorme debilidad; aun creía en el concepto de familia.
Ilusamente mi hermanito creía que aun tenia una,
Llamaron a la puerta y él pidió que pasaran. Eran dos chicos llevando una bandeja con alimentos. Los dejaron sobre el escritorio y luego preguntaron si había alguna orden, Diago negó y los chicos salieron sin decir nada.
Al percibir el aroma de la comida me acerqué para ver que había por ahí. Debo admitir que me sorprendí al encontrarla muy bien surtida. Aquello era un manjar.
Había desde carne, hasta legumbres y fruta. El agua tenía un sabor ácido y dulce a la vez y dejaba un rastro de frescura en la garganta. Comencé a comer de todo un poco.
Diago se sentó en su lugar frente a mí pero no tocó su comida. Yo lo miré un par de veces hasta que me rendí.
— ¿Qué quieres que te diga? — Pregunté sin dejar de comer.
— ¿Por qué estás aquí? — Agregó él.
— ¿Importa? No estoy aquí para arrestarte o matarte, si es eso lo que te preocupa. —
— ¿Entonces de qué debo preocuparme? — Preguntó él.
— No de que hermanito ¿De quién? Es la pregunta correcta. —
— ¿De ti? — Preguntó Diago y yo sentí un nudo en la garganta.
— Diago, la gente está muriendo y el consejo de líderes no hace nada. Solo siguen cosechando niños e insumos y exprimen a la gente de un modo inhumano. Nos merecemos ser quemados hasta los huesos pero el castigo, hermanito, es algo que cada persona debe dictar. —
— ¡Castigo! ¿Es en serio Damián? No somos verdugos. —
— Bueno, llámala justicia si eso te hace sentir mejor. —
— No te estoy entendiendo nada Damián. Por favor deja de jugar conmigo y habla claro ¿A qué has venido? Si no vienes a arrestarme por: ¿Qué? Traición, entonces ¿Qué es lo que quieres? — Listo. Diago había rendido sus armas ante mí.
— Diago. — Lo miré por un par de segundos y luego hice a un lado la charola. La comida ya no me apetecía. — Papá será derrocado, eso es un hecho. Si no por la resistencia, por los hostiles y si no, será por el nuevo gobierno que se ha formado fuera del domo. —
— ¿Nuevo gobierno? — Preguntó sorprendido. ¿De verdad no sabía nada? Si era así, que tonto me había resultado.
— ¡Oh vamos Diago! ¿De verdad no tienes idea de lo que te hablo? — Él solo me miró con su cara de idiota. — Bien, o eres realmente ignorante o guardas muy bien tus cartas. Pero no vine a pelear ni a ver quién de los dos es más brillante. Sabes que el territorio mexicano es enorme y la nación, se encuentra establecida en solo una cuarta parte dentro de este territorio. El nuevo gobierno, está conformado por gente que quiere que las antiguas leyes que los padres fundadores establecieron en la carta constitutiva donde nos declararon independientes de España, sean instauradas nuevamente y que la nación bajo el domo se ciña a ellas. Lo cual es obvio que no será permitido por el consejo de líderes, es más factible la loca idea de Lorenzo Báez de que la gente de allá afuera entre al domo, es decir, hermano... Calipso no permitirá por ningún motivo que el domo sea retirado, la gran mayoría de los de aquí adentro, morirían gradualmente por efectos de la radiación en menos de un año. —
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FUGAZ - La noche de las estrellas rojas
Science FictionCuándo desde el otro lado del mundo decidieron bombardear al país vecino, se olvidaron de los daños colaterales. Al principio, todos pensaban que mantenerse al margen de los problemas de las grandes naciones, era el mejor modo de sobrevivir. Lo cie...