No sé ni cómo empezar, las palabras no vienen fácilmente, mi cabeza está totalmente en blanco se que en el preciso momento en que la vea todo vendrá de golpe y será aun peor escoger las palabras adecuadas. Debo inventar algo o decirle la verdad? Me odiaría y...bueno no es difícil adivinar las consecuencias, si miento ¿cuánto durara?
- ¿Qué haces ahí? -Se inclino y me ayudo a ponerme de pie. -Mírate estas hecho un desastre vamos a clase.
-Estoy bien-conteste de mala gana
-Al menos agradece que te ayude eh, no te vendría mal ser agradecido.
-Gracias Ámber, -sonrió complacida- Gracias por arruinar todo-su sonrisa triunfal se desvaneció -¿En qué demonios pensabas cuando le diste mi celular al idiota de Ian? ¡Te pusiste de acuerdo con él!
-No te juro que no, yo ni siquiera se utilizarlo, ¿cómo iba a saber tu bloqueo?
- ¡No era tan difícil! - solté exasperado
Ella empezó a reírse - ¡Pusiste su nombre! -Siguió riéndose-que tonto eres papacito, obviamente lo iban a adivinar. - soltó otras carcajadas la tome con fuerza de los hombros poniéndola a contra pared y tapando su boca con mi mano, sus ojos verdes se abrieron desmesuradamente...hay algo en ellos que me detiene, que congela el tiempo. Es realmente atractiva, la forma almendrada de sus ojos los convierten en algo que cautiva.
La solté, gruñí por mis acciones y me dispuse a alejarme.
-Te lo juro, Johnny- ansiaba que le creyera- yo no se lo di, el lo tomo ¿por qué iba a deshacerme de algo tuyo, si es lo único que puedo tener de ti?
¿Esa es la frívola Ámber? No es como todo lo que dice de ella, ¿es un nuevo punto de vista? ¿O tal vez solo soy yo dándome cuenta de algo que nunca habia visto?
-Adiós Ámber. - me limite a decir
Me aleje de ella, ¿se han sentido alguna vez sin salida? ¿Acorralados? Es terrible, el miedo no es nada, es pánico, ese pavor indescriptible que se aloja en el pecho y te deja vacio el estomago, tus ojos y poros se abren para captar mejor el entorno. ¡Fatal error! Le mentí y tengo que decírselo; mas no puedo ¿y si nunca le vuelvo a ver? me da miedo tan solo pensarlo, no quiero estar separado de ella, golpee mi cabeza con las palmas de mis manos repitiéndome que no era un estúpido, sino un tremendo pendejo.
Y mi amigo en mi contra, le apuñale por la espalda...traición, bienvenida a mi lista de cotidianidades. Si ellos le dicen a Janís la verdad me ahorraría ver su cara de decepción y su sufrimiento, no soportaría ver sus grandes ojos llorando. Estoy en un gran lio, supongo que será mejor decírselo hoy mismo, no gano nada si lo pospongo, al contrario perderé más; encontrare la forma de pagar la apuesta pues no cuento con el dinero, seguramente me darán una paliza ya me atrase demasiado, pero, oye, la merezco y en caso de que me rompan hasta el último hueso será una lección.
La vida es dura y no trata a nadie de la mejor manera, no soy tan bueno en la escuela, en mi pasado fui abusado físicamente por mis compañeros de clase, los vecinos y algún que otro proveedor al que le debía (debo) por las drogas que consumía, no soy un ángel, mis padres se separaron, me volví rebelde y bueno aparte de la música eran mi escape, no estoy victimizándome ni quiero que nadie me vea de tal manera; solo recapitulo que, de toda la mierda que he hecho, cuando encuentro algo que me hace bien, me hace feliz porque vaya que lo fui lo hecho todo por la borda. Es cierto que nadie nace para algunas cosas, y que otros nacen para hacer cosas extraordinarias...digamos que yo nací para estropear, supongo.
Trate de encender la porquería de móvil que quedo para mandarle un mensaje, la estrellada pantalla se ilumino, no estaba totalmente dañada y una alabanza a dios salió de mi boca, busque su número, lo sé de memoria pero me encanta ver la fotografía que le tome, aquella de tantas pero que es mi favorita de todas, no tiene sus gafas, su cabello alborotado con destellos que causa el sol a su espalda y esa mirada tan intensa que traspasa la pantalla, no sonríe pero transmite felicidad. Al menos me quedare con todo esto que siento, ojala no me coma vivo. Sé que no es lo más apropiado pero le envíe un mensaje, pidiéndole hablar sobre nuestra situación, le invite a ir a ese bar que no era de su agrado, es mejor que le rompa el corazón en un lugar que odie ¿no? Accedió rápidamente, un mensaje con su respuesta me llego sin siquiera pasar un minuto, solo deseo que ella quiera terminar conmigo, el dolor seria menos. Es mejor que el olvido nos deje en un lugar del vacío, nada para mi, nada para ella. ¿¡A quien engaño!? La necesito, esto me lastima como un enemigo mortal. Todo estará perdido en cuanto le diga.
Las horas pasaron tan rápido, que era preocupante, ya estábamos en la penúltima clase, cruzaba los dedos para que fuese más lento el transcurso, Janís me enviaba algunas miradas que me esquivaban cuando me daba cuenta, recuerdo que no podía quitarle la mirada de encima y ahora no quiero ni siquiera verla de soslayo. Escuchaba al tal Simon parlotear alrededor de ella que ahogaba unas risitas. Una bolita de papel cayó en mi cabeza y aterrizo en mis piernas, gire molesto para ver quien fue el graciosito que lo hizo, Ian sonrió llevándose las manos a la boca en un gesto: ¡Opps! Seguido de otro que indicaba que viese el papel, lo deshice y tenia un recadito.
<<Ya tienes más competencia. Tal vez ya sabe la mierda que hiciste y hace meritos para consolarla ya sabes a lo que me refiero >>
Evidentemente se refería al rubio desabrido ese. Me giré de nuevo hacia él, y levanto las manos encogiéndose de hombros, molesto con rayones rotulé mi respuesta, lo hice bolita de nuevo y se lo lance directo a la cara, en cuanto le impacto a la cara levante el dedo medio apuntándole.
<<Vaya inmaduro mandando papelitos púdrete idiotita>>
Lanzo de nuevo el dichoso papel.
<<Alguien anda sensible hoy si kieres busco un tampón o prefieres una toallita? Yo solo keria advertirte x tu bien.>>
<<Deja ya de joder metete el papelito por el culo>>
<<No eso me exitaria jajajajaja>>
<<QUE CARAJO? En serio deja de molestar>>
<<Pues deja de contestarme>>
Dibuje un pene indicándole, bueno, ya saben que se deje de niñerías ¿irónico? sé que le causo tanta gracia que llamo la atención de todos, incluido el profesor.
- A ver Somerhalder, ¿Qué te causa tanta gracia?
- Son solo niñerías.
- Me encanta oír niñerías.
- Se estaban pasando papelitos con Depp. - Si el maldito marica de Daniel abrió su bocaza.
- A ver pasen los dos y lean a la clase.
Molesto me dirigí al frente, bien ahora todos se enterarían, si al principio me llevaba la gran fregada, ahora me llevara la ve...
- Inicien por favor. - Ian tomo aire, yo solo resoplaba enfadado.
- Ya viste que él profesor se ve más gay que de lo normal. - fingió que decía eso el papel, me sorprendió, me paso con naturalidad el pedazo ese para leer lo que seguía. Pero no supe que hacer, me congele, mis ojos solo veían las reacciones de los demás, algunos se reían, otros trataban de disimular Janís sonreía por completo, Robert estaba incrédulo y Simon solo me observaba.
- Seguramente debe andar en su periodo...- invente, qué más da.
- Ese es mi chiste. - Reclamo Ian. - si nos descubre el papelito o nos expulsa o se lo mete por el...
- ¡Suficiente! - grito encolerizado el prof. Todos reían - Fuera de mi clase, están reprobados.
- ¿Entonces no se lo meterá? - pregunto totalmente irreverente Ian. Molesto el profesor lo tomo de la chaqueta y lo saco del aula, adivinando que haría lo mismo conmigo preferí hacerlo antes de que me alcanzara. Las mochilas fueron lanzadas tras nosotros, y tras estas, la puerta fue azotada con violencia.
El timbre sonó después de al parecer diez minutos, ya era la última clase, llene con aire mis pulmones, en este momento mataría por un cigarrillo para tranquilizarme, o al menos intentarlo. El maestro salió hecho una furia, yo entre antes de que llegara el siguiente. Con este poco de valentía me dirigí a Janís, le dije la hora de nuestro encuentro, y de ahí en adelante no habría marcha atrás. Me deje caer en mi lugar con el corazón desbordado por el miedo a lo inminente.
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Sí amas a alguien
FanfictionCuantas veces no hemos escuchado esto en las diferentes etapas de la vida,quien diría que ahora lo comprendería y de la peor manera. La vida escolar transcurría sin nada bueno, excepto mi amistad con Robert mi mejor amigo, Johnny el chico...