Paso uno:
Ya desplace a Ámber, vuelve a ser la segunda, no pienso tratarla con la punta del pie..., no por ahora; cambie el diseño de los uniformes, es coqueto y lindo, sencillo. No fue nada fácil que Ámber se retirara por su propio pie pero humillada cedió, debo cuidarme de ella; sé que no quedará de brazos cruzados.
Esta iba a ser la primera vez (ahora) que entrenaba frente al equipo, Ian, Robert y Johnny, solo ellos me importaban. No llevábamos el uniforme puesto, pues solo les enseñaría la coreografía con que le patee el trasero a Ámber.
Jamás me había puesto a reflexionar sobre mi vida..., era un maldito cliché, me di cuenta ahí en los espejos del baño mientras formaba una cola alta con mi cabello; la rubia porrista que me traía entre ceja y ceja, el ex popular y guapo capitán del equipo, él guapo y peligroso bad boy del que me enamore (Johnny) aunque también entraba Ian en esta categoría, y el pobre iluso e imbécil enamorado amigo en el que lloraba a su pecho, Robert.
Y yo, la olvidada de mi misma y por mi mano convertida en una simplona ogra gruñona. Bobalicona y débil que apostaban. El asqueroso fantasma que escondía lo que me había sido otorgado por buena genética para que no me hicieran sufrir más.
Me dieron ganas de romper mi reflejo de un puñetazo, me miré a los ojos mientras me gritaba por dentro todo lo que repudiaba a esa Janis, mordí el interior de mis mejillas para evitar que salieran las palabras de mi boca. Bien sabía que seguía siendo esa insulsa tipa y más me dolía, lo seguía siendo, por eso hago esto ¿no?
—¿Todo bien?— pregunto Helena apoyándose en los lavamanos dando la espalda al espejo, viéndome de frente.
—Si..., —carraspeé pues había contestado agudamente.— Si todo bien.
—¿Segura?— pregunto arqueando una ceja.
—Lo juro, es que no puedo creerlo.— fingí felicidad, creo que ahora eso de fingir se me da mejor.
—Haz vuelto.— sonrió, ella era la mejor compañera en esto, no hablaba mucho con ella pues, era tan inteligente para recordar los movimientos; no habíamos cruzado mucho palabra.—Lo harás mejor que antes.
—Ojala...
—Lo sé, se te ve la determinación en los ojos.— contesto mientras salía.
Resople y camine fuera, el verde césped, las gradas vacías, el sol caluroso pero soportable y el cielo limpio, sin nubes eran buenos contrastes. Sentí el calor del sol en mis piernas desnudas, el equipo daba vueltas a la cancha en un trote lento, el grupo del que ahora volvía a ser capitana aguardaba con ropa ligera propicia para estas temperaturas elevadas.
No pude evitar que mis ojos fueran al sobresaliente rubio que me daba la espalda, sus ondulados cabellos casi centellaban con los rayos del sol, baje la mirada recorriendo su cuerpo con la vista. ¡Fiu! Estaba muy bien moldeado, la ligera playera azul caía muy bien sobre su cuerpo haciendo evidente su espalda fuerte y recta, llenaba de maravilla esa bermuda, y sus piernas varoniles estaban de desmayo.
Cuando estuve cerca de todos fue terrible, no sabía que decir y para complicar mi incomodidad todos se giraron a verme.
—Empecemos esto.— fue lo que al fin me salió de la boca. Pude percibir sonrisas ligeras en algunos que simplemente obedecían y empezaban sus estiramientos, el rubio se coló a mi lado con los brazos cruzados a la altura del pecho, yo, discretamente le miraba de soslayo.
ESTÁS LEYENDO
Sí amas a alguien
FanfictionCuantas veces no hemos escuchado esto en las diferentes etapas de la vida,quien diría que ahora lo comprendería y de la peor manera. La vida escolar transcurría sin nada bueno, excepto mi amistad con Robert mi mejor amigo, Johnny el chico...