Intento de frialdad

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Cancelé la cena con Ian, mi plan tomaba un nuevo rumbo, uno mejor para mí, lo estuve pensando, aparte de ser práctico y cómodo no era tan complejo, ya no involucraría sentimientos. Después de haber dormido con Johnny, sabía que no es lo justo para Robert, nunca lo había sido, tal vez si lo supiera antes... ¡Qué más da! Ya no se puede volver y no voy a ponerme sentimental, me fui curtiendo, a veces sueño con ser una dama de hierro. Pero hasta ellas tienen un interior doloroso.

Bien, anotare el plan.

El paso uno es: Recuperar a Johnny, volverlo loco no importaba como, perderá la cabeza, (lo aseguro) por mí me valdré de todos los medios; tomare la fotografía y la imprimiré para después fotocopiarla e invadir los pasillos del cole con ellas. En realidad esto es opcional, pero no niego que me entusiasma.

El paso dos: Exactamente en el baile de fin de cursos le "Destrozaré el corazón" en realidad ahí es donde mostraré la fotografía y le nombrare al demonio en su cara.

El paso tres: Largarme inmediatamente al departamento de universidad como mi primera opción, ahora que; si no resulta, todos mis ahorros y algunos billetes que he conseguido furtivamente si he de ser sincera servirán para rentar algún lugar.

Me faltaba algo, no cuadraba, ¿olvide algo? Supongo que me convenía tener a Ian en paz, hacer las paces y " cerrar ciclos" como dicen los ridículos espirituales. He confundido a Simón jugueteando con él, es como la vez que fuimos de pesca, tenía diez años y atrapé un robalo, tenía que estirar y aflojar la cuerda. Ámber, bueno en realidad la he estado humillando estos días, cosas pequeñas, el premio mayor seria.... él.

No, no. PRO-HI-BI-DO.

Hablaré hoy mismo con él, no lo haré en la escuela, iré a verle a casa. Esta sensación es rara, hoy por ejemplo estoy pensando fríamente, y ayer, ayer me moría y moralmente en mi mente eran reprobables mis acciones, palabras y pensamientos. Aun así sigo segura de algo: No utilizaré a Robert para beneficiarme mundanamente. Le tengo cariño, mucho, demasiado; he de confesar que es un excelente besador y un experimentado manoseador, ahora entiendo porque deja que le haga manicura y le humecte las manos.

Cuando iba a visitarme, (que era a diario después de la secundaria) a falta de amigas, me permitía hacerle manicure, le abrillantaba las uñas, le exfoliaba, recuerdo que una vez probé en sus blancos parpados unas sombras para ojos y ni siquiera objetó. O cuando usábamos mascarillas y lo tenía a mi lado hablando sobre cualquier cosa mientras hacían efecto, si me voy a mis recuerdos más lejanos lo encontrare conmigo haciendo pasarelas, o preparando la comidita, o cuando jugábamos con mis muñecas; igual me encontraré con él haciendo guerras de lodo en los días lluviosos, recolectando lombrices y bichos, los escarabajos hércules eran mis preferidos; trepando árboles, correteando por todos lados con las rodillas raspadas, aún tengo cicatrices, dejándonos caer desde la pendiente con improvisadas tablas de madera y rodando con varias lesiones, las carreras en bicicletas, fingir que éramos soldados. Hemos sido siempre nosotros, hasta Ian, hasta Katherine, hasta ahora, hasta nosotros dos. Robert, esto es mejor ocultarlo. ¿Sabes el daño que le traeré? Sé que me ama, y pensé que nunca podría corresponderle, pero hoy hubo un destello de luz.

Heme aquí, al día siguiente de, ya lo sabes, te he escrito todo. Es hora de irme al colegio. Dormí tres horas insuficientes para estar de buen humor, me impuse realizando estiramientos de músculos; baje las escaleras por obligación de mi asistencia a la escuela y el que ningún reporte llegara a manos de mis padres. Hablando de ellos parece que no llegaron a dormir, telefoneé a mamá que me contesto de muy buen humor explicándome que me habían dejado mensajes en la contestadora para que, cuando llegara a casa los escuchara ¿y de que carajos sirve entonces el móvil?

Sí amas a alguienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora