Todo lo que va bien...se vuelve un terrible presagio

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El despertar a su lado fue hermoso, sentir su calor cerca de mi cuerpo, escuchar su tranquila respiración, aspirar su delicioso aroma un poco mentolado, afuera estaba tranquilo, un poco azul, aún no amanecía del todo, apenas se distinguía la tonalidad de los rayos del sol.

Me levanté, caminé hasta el baño de mi habitación descalza, lave mis dientes y mi rostro, nos quedamos dormidos, me pregunto como no me sentía incomoda durmiendo con el pantalón de mezclilla, Johnny seguía dormido con una ligera sonrisa en sus labios, ¡se veía tan lindo! Su ropa estaba totalmente arrugada, y aun tenia puestos los zapatos.
No sabría describir lo que sentía, amo a ese chico, a veces me asusta la cantidad con que le amo, esta soy yo, me sentía plena, la mejor versión de mí, me siento agradecida, con Robert por acercarme a él y por no dejarme seguir con mi amargura, con el profesor por, de alguna manera ponerlo en mi vida, definitivamente el amor te cambia. No es exageración; te cambia la perspectiva de vida, la manera en que vez las cosas.

Decidí hacerle algo lindo, un buen detalle, muy visto, el típico, pero se merece ser consentido baje a la cocina para prepararle el desayuno y llevárselo a la cama.

Exprimí algunas naranjas, un poco de café con leche dulce, pan tostado con crema de avellanas, estaba decidiendo entre unas rebanadas de pan tostado o tal vez otra cosa, ( aún no sabía que) escuche que arrastraba sus pies, me asomé a las escaleras, estaba totalmente despeinado y su chaqueta se enredaba en su espalda.
-Buenos días encanto.-saludó.
Bajo lentamente los escalones.
-Buenos días ¿tienes hambre?- pregunté
-Un poco, sí ¿qué hay en el menú?
- El menú de hoy es jugo de naranja recién exprimido, emm y unos no me decido aún que hacer.
-Mmm de casualidad no hay un rico " vuelve a la cama conmigo." -esbozó una sonrisa chueca.
-Bueno, podría haber un poco de eso.- dije volviendo a mi ocupación, tratando de esconder mis mejillas sonrojadas. Estaba atrás de mí ahora, hundió su rostro en mi nuca, me abrazó por la cintura.
-El café huele bien, pero tú hueles mejor.
-Oh entonces, ¿qué tal si desayunas algo...?
-¿Y vuelves conmigo allá arriba?- me interrumpió, de hecho le iba a proponer lo mismo.
-Trato hecho. -sonreí entregándole una taza, lo tomó de mis manos, mirándome fijo, ¿para qué subir a la habitación?

-¿Sabes qué hora es?- me preguntó, tomé mi celular y consulté la hora,
-Son las...- nada, me plantó un tremendo beso, delicioso con sabor café, sus dedos se enredaron en mi húmedo cabello, me cargo y sentó en la mesa, siguió acariciándome y enloqueciéndome con cada toqué de sus dedos sobre mi piel.
-Ese no era el trató Depp.- le susurré.
-Adoro que me digas así, es sexy.

Adoro ese tono de voz que hace, ronco, atractivo, ¡Ay dios! Al demonio el trató.


-¿Quieres que siga aquí (beso) o en tu linda (beso) y cómoda (beso) habitación?-preguntaba entre besos en mi cuello.
-Creo que ya dormimos bastante.

-Pero descansaste, además los besos y abrazos sirvieron.

-Por supuesto que sirvieron.

-Entonces hay que volver.

-¿Otra sesión de besos? , bueno ...creo que es un trato.

-De acuerdo -sonrío- pero hay que cerrarlo.- sus labios rozaron los míos, buscándose, cazando, ¿Quién sería la presa?

Todo empezó de nuevo, esa sensación en la piel cuando me tocaba, mientras me besaba dio un mordisco a mis labios, aprende rápido.
-¿Te gustó?- preguntó divertido. - Ahora dame tu uno.
Volvió a unir sus labios con los míos, su lengua me enloquecía, sujete entre mis dientes su labio inferior y lo solté suavemente; dimos algunas volteretas en la cama.


-Se hace la luz, cuando despiertan tus ojos bellos, y se ilumina hasta el cielo...- canturreó Johnny acostado a mi lado.
-La canción dice "tus ojos negros".-le conteste emocionada porque la conocía.
-Pero tú los tienes bellos.-contestó sonriéndome, sus ojos se llenaron de ternura, ¡Era hermoso! Como un cuento o una novela que nunca quieres terminar de leer.
-Gracias, pero tus ojos son más hermosos.
-Lo sé, por eso me encanta mirarlos en los tuyos.

Sí amas a alguienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora