Capítulo 28

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La situación se torna peor a medida que pasan los días, Laura parecía ida del mundo

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La situación se torna peor a medida que pasan los días, Laura parecía ida del mundo. No había comentado nada acerca de Sky desde hace una semana. Se ponía furiosa si reproducía la canción con mi grabadora, así que la voz de él se hizo tan lejana que apenas la recordaba. La preocupación comenzó a desesperarme hace como tres días cuando pensé en la posibilidad de que le hubiera sucedido algo, sabía que, si él había prometido sacar a Laura de este aprieto, lo haría. Aun así...

Evan seguía igual, salía todas las noches y en el día se la pasaba vigilando mis movimientos. Al terminar de leer el diario decidí que debía quemarlo antes de que el pelirrojo me atrapara infraganti. Sin embargo, la duda sobre si Kevin y Laura veían el libro nunca se disipó.

Las visiones pararon desde hace tanto que las extraño, a pesar de ser horribles lapsos de tiempo, me otorgaban pistas difíciles de entender, pero pistas, al fin y al cabo. Todo se me arremolinaba en la mente: la casa con rosas negras, la llave, la moneda, las Capas Rojas, Laura y la cabeza de Sky en una hoguera de muerte. La frase en la moneda no aportaba absolutamente nada, estaba perdida.

Por otra parte, hace mucho que no cazaba y la sed comenzó a despertarse hace dos días, no me imaginaba alimentándome con personas ni animales porque las únicas dos veces que los he hecho, fue demasiado impulsivo. Estaba segura de que mi respeto a la humanidad no hacía más que debilitarse, pero tampoco quería ir por ahí a comer sin saber a quién mataba. Entonces decidí que, por lo menos porque alguna vez fui humana, debía escoger a mis víctimas.

Hoy por fin, salí de la casona a recuperar energías. Mis habilidades empáticas me ayudaron bastante para la caza. El pobre chico sin vida que encontré lloriqueando en una esquina no tenía ningún tipo de esperanza, así quizás la muerte le ayudaba a encontrar su camino como a mí. Su sangre no fue suficiente. Terminé matando a un idiota que intentaba violar a una mujer, ella ni se enteró. Al menos se ha ahorrado el susto y la decepción de verle el rostro. "En mi vida había visto tipo más horrible y asqueroso..." Al terminar de comer, escucho los silenciosos pasos del gato negro detrás.

— ¿Qué haces aquí? — le pregunto con el ceño fruncido — No te cansas de mí ¿verdad?

No hace el mínimo caso, solo se gira y gatea por la acera en línea recta. Aburrida, lo sigo solo buscando entretenimiento. Después de doblar unas esquinas, sobrevivir al olor de la basura tirada en un callejón alrededor de un tanque, se detiene frente a una vidriera. Un hedor a sangre se me hace familiar al entrar por mis fosas nasales. Cojo al gato y por suerte no chilla. Camino sin hacer ruido, pero con prisa y me meto dentro de una camioneta. La puerta estaba abierta y había un tipo alcoholizado y desmayado frente al volante. Cierro herméticamente el vehículo y me agacho lo suficientemente para ver a Evan entrar en la pequeña y acogedora tienda de muñecas. El lugar tenía aspecto antiguo y parecía sacado de una película de terror. Un señor mayor con canas, espejuelos diminutos, muy delgado y de baja estatura está detrás del mostrador. Afino el oído cuando Evan abre la boca.

— ¿Alguna noticia?

— Sí, mi señor. — responde el viejo con voz tomada. Desde aquí puedo sentir sus temblores. — El chico no tiene la llave. El Sr. Claus no llegó a dársela, murió antes.

— Eso no coincide con la información oficial. — Evan acaricia su barbilla y usa la otra mano en peinar el pelo de una muñeca demacrada y con sonrisa aterradora.

— Señor, si la tuviera el chico los guardias de las Capas Rojas ya lo hubieran matado.

— ¿Entonces por qué dan a entender que lo tiene él? — pregunta con tono sarcástico.

— El Consejo solo dijo que el derecho fue otorgado al último aprendiz que tuvo el Sr. Claus. — replica el anciano — Las Capas Rojas no pueden desacreditarse si perdieron la llave por un chiquillo, pero si admiten que la tienen es el fin del equilibrio porque la situación social empieza a tornarse inestable desde que apareció de la nada la Pura. Nadie sabe dónde está la llave. — explica

Evan agarra con fuerza la cabeza de la muñeca y desgarra todo el tejido. De un golpe la tira al suelo, el viejo se tapa y dobla su cuerpo hacia delante. Algunas lágrimas caen al suelo y suplica que pare entre sollozos. Me planteo arrancarle el cabeza a Evan cuando me doy cuenta de que está manipulando la mente del señor. Unos segundos después, se calma y se apoya en el mostrador indicando el fin de la tortura.

— ¿Alguna sugerencia? — pregunta Evan

— La Moneda de Ashay.

— Sí, por supuesto.... — murmura pensativo — Cuando Claus encontró la llave hace 100 años, La Moneda de Ashay desapareció del mapa. Se dice que fue una forma de asegurarse de que la llave nunca ser perdiera, una atrae a la otra. En ese entonces se rumoreaba que la poseía las Capas Rojas.

— Señor, le ruego que tenga cuidado. Las criaturas sobrenaturales y algunos humanos están despertando en cuanto al otro mundo. — explica el señor bajando la voz — La caza está en auge. Los humanos están sospechando y los magos aseguran que borrar la memoria ya no es factible. También están matando.

— Lo de menos es la muerte de los humanos. Sigo sin saber quién ha decidido difundir los rumores sobre la existencia de Mynia.

— Alguien que quiere interferir en su búsqueda.

— Me ha hecho un favor. Ahora me siguen. — contestó el vampiro. — ¿No dicen que en la unión está la fuerza? — sonríe amigablemente con falsedad.

Irracional I: La Búsqueda. (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora