Aquella noche, en el motel que pagamos con el único efectivo que poseíamos, dejamos claro los secretos escondidos en nuestros pensamientos. La habitación era bastante pequeña pues solo contaba con el cuarto y el baño. No tenía ventanas, TV o teléfono, pero era lo suficiente para pasar el día allí. Una lámpara en el techo y otra en la mesita al lado de la cama iluminaban la estancia. Esta última se encontraba pegada a una cama, cubierta por simples sábanas blancas y dos almohadas de color rosa claro. Al frente, un espejo no muy grande, abajo de él una cómoda y al costado del dormitorio un armario de madera en el cual no cabría toda mi ropa.
Ambos quedamos en silencio todo el camino desde la carpa de Cassandra hasta aquí. Creo que dudamos en quién debía comenzar a hablar. La incertidumbre me estaba matando, ¿qué más tenía que contar? ¿ya no lo dijo todo? Por supuesto, yo estaba obligada a abrir el pico después de todo lo que pasó con la anciana. Sky tampoco sabía lo sucedido con Evan ayer. "Tengo mucho que explicar" pensé en cuanto terminé de cepillar los dientes, observé una vez más los colmillos orgullosa de ellos; blancos, filosos y cortantes. Dejé el cepillo a un lado y me preparé para la batalla. Sky estaba sentado en la orilla de la cama, con las piernas separadas, los codos apoyados sobre sus rodillas y las manos aplastando sus mejillas. Se levantó repentinamente, con una clara molestia en el rostro. Apenas fui consciente de cuando me levantó el cabello plateado que cubría mi cuello, frunció el ceño, no me miraba a los ojos. Más que todo, estaba dolido, herido e inseguro.
— ¿Acaso no confías en mí? — cerré los ojos y los apreté hasta que no pude más, su tono de voz encogió mi pecho.
— No es eso...
— ¿Cuándo pensabas decirme? — interrumpe. El chico divertido del bosque se fue al caño nada más le di tiempo para procesar lo ocurrido. Me aparté de él bruscamente y comencé a dar vueltas a su alrededor. Intenté halarme los pelos, pero cuando perdí dos lo dejé. "No pienso quedarme calva".
—Es que... te lo iba a decir el día que completé mi transformación... pero.... me contaste esa historia — hice una pausa — Primero quise comprobar.... ¡Yo qué sé!... Necesitaba saber que no era verdad... quizá vería alguna mordida en mi cuerpo. No vi ninguna y eso.... eso solo me asustó más. No sabía cómo decírtelo.
— Lo que no entiendo es ¿por qué no me contaste?
— Por eso que dijiste de... — traté de recordar — la misión, el diablo... no sé. Pero está en mi naturaleza la maldad, más que en ustedes. Pensé que eludiendo el hecho de que fuera... — no quería mencionar la palabra — ya sabes, diferente; no habría problemas. — llevaba rato detenida de espaldas a él titubeando. Me giré para mirarlo a los ojos, esta vez no apartó la mirada. Decidida seguí adelante. — Hay más que debes saber. No quiero ocultarte nada. — no esperé a que respondiera. — Escuché la conversación tuya y de Evan en el baño de la Universidad y hace unos días él me buscó. — abrió los ojos como platos. — No te preocupes, no tuve que partirle el culo. — enseguida se relajó y mostró una sonrisa.
— ¿Qué quería? ¿Hablar conmigo? — se revolvió el pelo y se sentó en la cama de nuevo.
— No.... De hecho, dijo que no le interesabas por ahora. — Sky trató de acomodar de nuevo su cabello, sin embargo, no sirvió de nada. — Comentó sobre "algo más allá de lo que los humanos y... algunas especies pueden ver" — cito mientras me acerco a peinar su pelo negro y él apoya la cabeza en mi barriga.
— Sigue con esa locura. — sonríe con tristeza.
— ¿Qué locura?
— La de su "búsqueda". — dice pensativo.
— Cassandra también habló sobre una búsqueda Sky. ¿Qué es lo que busca? — pregunto.
— Ni idea. — nos callamos un largo rato hasta que vuelve a mirarme. — ¡Qué importa! Déjalo ya, no volveremos a verlo.
— Él dijo que sí. — levanto las cejas con arrogancia.
— No va a encontrarnos. Si lo hace, le partes el culo. — comenzamos a reírnos a carcajadas y a hacer tontas caricaturas de Evan en nuestros cuadernos por casi dos horas.
Un rato más tarde, un recuerdo repentino me vino a la mente. Rememoré el tiempo que estuvimos con Cassandra y su extraña reacción al verme.
— Sky ¿Qué es Mynia? — le pregunto
— Ah eso, ya no me acordaba. — aparta la vista de sus dibujos y me mira — No le prestes atención, no sé qué quiere decir Mynia.
— Creo que debemos averiguarlo. — replico.
— Hope, Mynia es un invento de esa mujer. — levanta una ceja y se ríe — ¿De verdad quieres seguir investigando del tema?
— No pienso que sea un invento, Sky. Ella dijo la palabra Mynia cuando tocó mi marca, significa algo.
— Bueno, te aseguro que se lo ha inventado porque ya no le funcionan las neuronas. — no pude evitar reírme. ¿Por qué no se toma nada en serio? — Quizás deba ir a un psiquiátrico.
— Ya... interesante tu teoría. — le digo con sarcasmo y olvido el tema por hoy.
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Irracional I: La Búsqueda. (Finalizada)
FantasíaLIBRO I COMPLETO EN EDICIÓN Una chica como yo quizás nunca debió ser humana y antes de conocer el mundo en que vivo, sabía que no pertenecía a ellos. Es irónico tener que abandonar a quienes quiero por un típico accidente de tránsito cuando jamás fu...