LIBRO I
COMPLETO
EN EDICIÓN
Una chica como yo quizás nunca debió ser humana y antes de conocer el mundo en que vivo, sabía que no pertenecía a ellos.
Es irónico tener que abandonar a quienes quiero por un típico accidente de tránsito cuando jamás fu...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todavía desarrollo la última conversación, si es que la puedo llamar así, con Joe en mi mente. Llegó hace una hora a la casa, despeinado y con rasguños en el rostro.
— ¡Tienen que irse! — exclamo con desespero — Evan está formando un ejército, los persiguen. Logré escapar por ahora, pero es cuestión de tiempo para que me encuentren. No sé qué planean y temo por Miranda, no responde al móvil ni a mis cartas.
— Tengo un mal presentimiento... — declaró Sky — Desde que te fuiste sé que algo no va bien.
— ¿Cuántos son? — pregunté.
— No tengo idea. El mensaje sobre los lícanos era falso, solo querían capturarme. Había tres tipos que tenían atrapados a seis personas, entre ellos estaba Raymond. No les aseguro que viva. — explicó. — ¡Ahora, váyanse! — con un chasquido reapareció la puerta, un movimiento de su mano nos sacó del caserón y volvió a desaparecer el armazón de madera.
No estábamos en el mismo bosque de hace una semana, sino en una calle desierta y mojada por la lluvia que caía.
— ¿Y ahora qué? — pregunto.
— Algo pasa en El Pentágono.... Ese Decreto es tan absurdo que incita a los rebeldes aún más. Es como si quisieran empeorar las cosas... — señala pensativo mientras caminamos por la calle a oscura — También es muy extraño que el mensaje fuera falso... Joe recibe las cartas directas desde El Pentágono. Eso quiere decir que...
— Que Evan ha tomado El Pentágono. — lo interrumpo siguiendo el hilo de sus pensamientos.
— O eso es lo que planea. Seguro tiene algún aliado dentro del Consejo o más de uno... — se queda en silencio. — ¿Y tú gato?
— Desapareció cuando Joe se fue, no lo he visto desde entonces. — contesto. — ¿Quién crees que esté con Evan?
— Estoy seguro de que las Capas Negras lo apoyan, Courtny Frost no dejaría pasar la oportunidad de hacer una alianza con los vampiros. Cree que son especies superiores, critica el salvajismo de los lícanos y no soporta los secretos de la medicina de los elfos.
— Sky ahora que tenemos la... — no menciono el nombre por si acaso, pero sé que lo entiende. — ¿Qué hacemos?
— No lo sé, aunque tiene esa inscripción. — miro a nuestro alrededor, hace más de una hora que ha oscurecido por completo. Siento algo rozar mi pierna, el gato está sentado en el suelo mirándome fijamente, tiene algo en la boca. Me agacho.
— ¿Qué tienes ahí? — murmuro y tomo el trozo de papel azul. Al ver el color me doy cuenta de que es la tarjeta de David Baker. — ¿Qué opinas sobre las Capas Azules?
— No las conozco, Hope. — tomo al gato en mis brazos y corro para alcanzar a Sky.
Podría contactarlo, pero temo que no sea de fiar. Tampoco le contado a Sky sobre lo que sucedió en la fiesta y no sé si lo aprobaría. Por otra parte, esos ojos dispares me inspiran más confianza que el propio Joe Johnson. Observo la tarjeta otra vez, solo aparece su nombre, ni siquiera sabría cómo usarla, aunque quisiera.
