033 ─ Alivio

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30 días antes de...

NARRA T/N

-T/N...

Abrí mis ojos de golpe al escuchar esa voz desconocida, giré mi cuerpo a un lado para percatarme que aquel hombre de la cicatriz en el rostro tenía sujetado a Taehyung.

-Namjoon...- susurré.

-¿En serio creíste que no habría consecuencias?

-Suéltalo ya.- me desesperé.

-No haz cumplido el trato.- le puso la pistola en la sien.- Es momento de que pagues.

-¡Espera, no...!

Y sonó un disparo.

••


Me levanté rápidamente llevando el cuerpo hacia adelante, con la respiración agitada y lágrimas en mis ojos.

Parecía que me faltaba el aire, como si estuviera hundida hasta el fondo del océano y no pudiera salir de ahí.

Volteé a mis lados tanteando la cama con mis manos para buscar a Taehyung, pero no se encontraba durmiendo conmigo.

Entré en pánico de inmediato, cuando estaba por bajar de la cama, alcé mi mirada y... me encontré con él.

Estaba ahí, parado, mirando hacia fuera de la ventana y usando solamente una bata de seda cerrada color azul marino.

Aparentaba estar solo en su mundo, mientras todo giraba a su alrededor. Si me preguntaran, afirmaría completamente que no es aquella persona que conocí al principio. Ahora tiene una mirada o perspectiva distinta. La única diferencia al pasado es que ya no oculta quien realmente es.

A los pocos segundos se percató de mi mirada y volteó a verme tranquilo.

-Me alegra volver a verte, preciosa.

No tardé en derramar lágrima tras lágrima. ¿En qué momento me volví tan débil?

No, más bien, solamente soy débil cuando se trata de él.

-Tú... ¿eres real?.- murmuré con tristeza.- ¿En verdad estás aquí?

Siendo sincera, aún no podía creer que ya tuviera a Taehyung junto a mí, me parecía un sueño.

Él se sorprendió ante mi pregunta tan repentina, sonriendo levemente y asintió ligeramente con la cabeza.

-Estoy aquí, T/N.

Me levanté poco a poco y con miedo, me parecía tan gracioso el hecho de no poder evitarlo, lo necesitaba. Por eso, tanto él como yo, nos acercamos al otro rápidamente para juntarnos en un abrazo.

Hundí mi rostro en su cuello, mojando la zona en pocos segundos. Acarició mi cabello suavemente, aspirando mi aroma como si nunca en su vida lo hubiera hecho.

Me aparté un poco para que enseguida él tomara mis mejillas y uniera nuestros labios húmedos.

Era un beso un tanto más tranquilo que la vez pasada, sin desesperación, dejándonos llevar por el momento.

Todo parecía estar bien, y joder como desearía que todo estuviera bien. Lo mencioné una vez y lo repito, no me importaría morir en sus brazos ahora.

Sentimientos mutuos, aquellas personas que darían la vida por el otro, qué maravilla.

Los toques de la puerta nos separó al instante, causando un resoplo de su parte.

-Pase.- dijo, sin dejar de mirarme.

La puerta se abrió a su llamado y se divisó la figura de su más fiel seguidor.

Sangre Fría [+18] | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora