049 ─ Jaque mate

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T/N

──T/N...

Era un sonido lejano. ¿Acaso yo... estaba soñando?

──¡T/N, despierta!

Abrí mis ojos lentamente y vi el rostro de Camila mirándome desde su posición. Tenía una leve sonrisa sin apartar los labios. Se le veía serena, y me dio la percepción de que ya llevaba un buen rato viéndome. 

Parpadeé pausadamente antes de tallarme los ojos y levantarme de la mesa de a poco.

──Te quedaste dormida a medio proyecto ──soltó una pequeña risita.

──Lo siento... ──susurré── Prometo que haré mi parte antes de medianoche. ¿Qué es lo que hace falta?

Camila se quedó en silencio ante mi pregunta y me miró fijamente.

──Es mi culpa que estés tan soñolienta ──dijo en voz baja, un poco más seria que antes.

──¿Qué? No, no. Tuviste un problema con tus padres, yo tenía que estar ahí para ti.

Era tan ingenua en ese momento, que nunca me di cuenta de que ella en realidad no había tenido un problema con sus padres, pues estos no existían.

A decir verdad, nunca conocí el motivo del por qué se encontraba mal la noche anterior, pero poco me importó. Lo realmente importante era que necesitaba un hombro en el qué llorar, y yo estaba dispuesta a dárselo.

Camila me sonrió con tristeza y tomó una de mis manos para entrelazarla con las suyas.

──Siempre quise tener una amiga como tú ──admitió en un susurro── Jamás terminaré de agradecerte por ofrecerme tu amistad sincera, porque sé que no la merezco.

──Pero claro que la mereces ──sonreí levemente── Tú fuiste la primera persona que me habló en cuanto llegué aquí a Seúl. Fuiste mi apoyo durante tanto tiempo. No te menosprecies, por favor.

Bajó la mirada a nuestras manos, reflexionando un poco con sus propios pensamientos.

──El futuro es tan incierto y tan cruel que... desearía quedarme en este momento.

Cuando me dijo eso, no pude comprenderla del todo. Pensé que había dicho eso simplemente por la calidez de la situación, pero no pude ahondar más en ello, ya que en ese instante, escuchamos cómo su celular comenzaba a vibrar, señalándole un nuevo mensaje.

Ella sacó el dispositivo del bolsillo de su chaqueta y leyó el contenido que le había llegado, mostrando un rostro sombrío de repente.

──¿Quién es? ──pregunté al ver su semblante.

Ella se quedó callada durante varios segundos hasta que resopló por lo bajo.

──Nada importante ──susurró── Pero debo irme ahora. Tengo que ir a resolver algo con mi familia.

──¿Saldrás de la ciudad otra vez?

──Sí, pero volveré pronto. Te veré el lunes ──besó mi frente con ternura.

──De acuerdo...

La vi deslizar su mano por la mesa, recogiendo sus cosas y comenzando a caminar hacia la salida de la biblioteca.

──¡No olvides mandarme tu parte del proyecto para juntarlo! ──alcé un poco la voz, recibiendo unas miradas acusadoras de los demás en el sitio.

Ella sonrió.

──¡No hace falta, ya terminé la parte de ambas! ──me respondió.

Pero... ¿En qué momento terminó? ¿De verdad me quedé dormida tanto tiempo? 

Sangre Fría [+18] | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora