048 ─ Precio a pagar

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Para ti, 29 días antes de cumplir con el trato.






──¿Un rastreador? ──preguntó Jungkook, algo incrédulo.

Taehyung se mantuvo en silencio mientras observaba a sus hombres resguardando el portón de la mansión con sus armas de alto calibre. Con ambas manos por detrás, vio a través del reflejo de la ventana como Jungkook negaba con la cabeza, no entendiendo su verdadero objetivo con aquello.

Sin embargo, Taehyung ya llevaba pensando en esa posibilidad de colocarle ese objeto de manera secreta a su amada desde hace un buen rato, incluso desde antes de su captura.

Ante su ausencia de respuesta, el pelinegro resopló, no creyendo en lo que su mejor amigo estaba diciendo.

──¿Estás loco? Si T/N se entera de que estás al tanto de su ubicación todo el tiempo, se molestará mucho contigo.

──No tengo más remedio ──se limitó a decir.

Jungkook analizó sus palabras cuidadosamente. Si Taehyung no quería hacer algo como eso, ¿Entonces por qué...?

El pelinegro abrió los ojos sorprendido al percatarse de lo sucedido.

──No me digas que...

──No soy tan estúpido como para creerme ese cuento de que les dieron mi ubicación así como así, sin nada a cambio. Las cosas no funcionan de esa manera... ──le interrumpió sin voltear a verlo── Ella les prometió algo.

Taehyung no creía ni tenía la más ligera intención de sospechar que la castaña lo había vendido, tal y como hizo su madre en el pasado. Confiaba en ella. Sabía que no lo había puesto en riesgo, ni a Sangre Fría, ni a ninguno de sus colegas. Por lo que solo le quedó una alternativa: Este asunto le involucraba únicamente a ella.

Jungkook negó con la cabeza, pero tampoco era un tonto como para pensar que la idea de Taehyung era algo descabellado.

──¿Entonces qué? ¿Planeas colocarle esa cosa en la nuca? ──alzó una ceja, algo irónico.

Taehyung negó y desvió sus pensamientos hacia algo en concreto. Incluso, se ruborizó muy mínimamente por la vergüenza.

──Por eso te llamé ──admitió, volteando a verlo── Necesito tu ayuda.

El castaño se acercó a paso lento hacia el pelinegro y de su bolsillo del pantalón, sacó un anillo de oro blanco que relucía a pesar del cielo nublado que padecían ese día. Tenía un diseño discreto, pero se veía lo particularmente detallado y cuidadoso en que se había hecho.

No era un anillo que se pudiera encontrar en cualquier lado, de hecho, era un diseño único en el mundo.

Jungkook se quedó de piedra en cuanto vio aquel dichoso objeto.

──Quiero que coloques un rastreador en esto ──le dijo.

El contrario sintió que se le acababa el aire. Su corazón latió rápido y se puso un poco nervioso. ¿De verdad Taehyung no se daba cuenta de lo que compró o...?

──Taehyung, e-esto no es un anillo normal, esto es un...

──Lo sé ──musitó bajo, en una pequeña sonrisa apenas visible── Yo... Quiero pedirle que se case conmigo.

Su corazón latía desbocado. Esta era una idea que tenía planeada desde hace algún tiempo, pero quizás los acontecimientos de los últimos días nunca estuvieron a su favor.

El diseño de ese anillo de compromiso había sido creado desde antes de reencontrarse nuevamente. Fue en una noche de insomnio que tuvo la descabellada idea de proponerle matrimonio si es que alguna vez volvían a encontrarse. Porque en ese entonces, él no tenía dudas de que la castaña seguía viva, más bien, no quería ni imaginarse de que algo le había pasado.

Sangre Fría [+18] | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora