Para ti, dos años atrás y tres meses después de la muerte de Verónica.
No era natural sentir tal temor hacia una persona.
Tampoco lo era la manera en la que la mujer se arrastraba hacia atrás con ayuda de sus rodillas mientras sostenía con ímpetu entre sus brazos a su pequeña hija de nueve años.
──¡N-No lo haga, por favor!
El establecimiento ardía en llamas que iban propagándose como aire sofocante en el espacio. Ya casi no había visibilidad gracias al humo grisáceo, sin embargo, se alcanzaban a escuchar las imponentes pisadas de alguien acercándose como un depredador a su presa.
Aquella respiró con dificultad, tosió un poco y tragó amargo cuando divisó a lo lejos la figura de un hombre con traje que había dado vuelta justo en el pasillo donde se encontraba.
Estaba acorralada.
──M-Mami... L-Llama a papi, él nos sacará de aquí ──le dijo la menor.
Los pasos de aquella persona seguían aproximándose, provocando un terrorífico escalofrío en las únicas sobrevivientes de ese lugar.
Él continuó presionando la pistola sobre su mano derecha y se abrió paso entre el humo. Llegando así, finalmente, hasta donde se encontraban ambas mujeres.
En cuanto la mayor divisó el rostro del hombre parado frente a ella, sintió cómo se le helaba la sangre, pues, cayó en cuenta de que lo recordaba. Había visto a ese hombre en las noticias muchas veces y, lamentablemente, no era en noticias buenas...
Al contrario, esas noticias eran crueles, deshumanas, terribles...
──No puede ser... ──musitó la mujer con un hilo de voz.
La pequeña observó a su madre confundida, ya que nunca la había visto tan asustada.
──M-Mami... ¿Quién es él? ──tembló.
La mujer no le respondió, se quedó muda por completo.
No saldrían vivas de ese lugar. Y eso lo tenía muy presente.
Posterior, poco a poco abrió sus ojos ampliamente al ver cómo el otro le plantaba su pistola en la frente. Se le cortó la respiración y percibió una pequeña gota de sudor deslizarse por su sien.
──P-Por favor, no... ¡T-Tenga piedad, por favor! ──gritó desesperada.
El otro no se inmutó y mantuvo su semblante apagado y apático. Muchas cosas pasaban por su mente y la mujer con su hija que tenía enfrente, no podían importarle menos.
──¿Piedad? ──susurró en voz baja, algo ido── Yo no conozco esa palabra ──sentenció.
En ese momento, mientras sostenía a su hija con toda la fuerza que le era posible, solamente pudo pensar en el último recuerdo que tenía con su familia, en ese instante en el que le dio un último beso a su esposo antes de despedirse y que llegaran allí.
──No olvides el nombre de quién te ha asesinado...
Ninguno de los dos se imaginó que lo que sucedería a continuación, sería el detonante para que se desatara una guerra sangrienta en el futuro, una guerra de la cual, nadie podría librarse.
──Soy el mayor narcotraficante de la historia. Mi nombre es Kim Taehyung y espero que tus lamentos de pena me acompañen durante la eternidad.
Y disparó... dejando sobre el suelo, a dos inocentes.
ESTÁS LEYENDO
Sangre Fría [+18] | KTH
Fanfiction"La vida de un narcotraficante no merece un final feliz" Desde el momento en el que lo conocí, supe que traería consigo graves consecuencias. Sin embargo, no quise verlas. Él era atrayente, seductor, magnético... "─¿Y si nos escuchan? ─Preciosa, be...