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Jungkook miraba impasible desde su posición privilegiada en un balcón cubriéndose lo suficiente del sol, el avance de las tropas.

— No creí volver al gran y poderoso comandante Jeon.

— Has caído directo en mis manos ¿Lo sabías? — le pregunto Jungkook, sintiendo los pensamientos de la chica tan cercanos.

— Yo no le hice nada a tu amado — indica ella, saliendo de las sombras. Haneul vestía un traje negro completo con tacones que golpeaban el suelo de madera —. Además, nosotros los vampiros no debemos estar con esas criaturas inferiores a nosotros.

— Nunca te dejare ir — le dijo Jungkook, sin girarse a verla.

— Debo volver con Mark y sabes que solo harás crecer su furia si me haces algo — comenta la chica, colocado una de sus largas manos sobre el hombro de Jungkook —. Jungkook ¿Acaso no te he dado buena información? ¿Te he fallado? No sabía que Mark lo atacaría y lo mataría.

— Te creo — dice Jungkook, mirándola por primera vez. Viéndola con una sonrisa de triunfo y coquetería.

La chica se colgó de su cuello y se acercó hacía sus labios.

— Me pregunto ¿Qué te pudo gustar de ese patético humano? Tan frágiles y débiles ¿No te quieres divertir de verdad? Yo no me romperé por tu fuerza — le susurra la chica al oído.

Jungkook la sostiene de la cintura, comienza una suave caricia con su pulgar izquierdo y le sonríe para acercarse hasta oído.

— Te quedaste riendo cuando lo mataron y eso no te lo perdonare — dice Jungkook, antes de sostenerla por el cuello y alzándola del suelo.

Haneul comenzó a patalear.

Jungkook podía escuchar los pensamientos de Haneul, rogando por su vida.

— Créeme — indica Jungkook antes de destrozarle el cuello con un simple apretón y dejar caer el cuerpo —. Estoy haciéndole un favor a Mark, los traidores no sirven.

Jungkook vio como la vida se escapaba de los ojos de la chica y poco después su cuerpo comenzaba a desintegrarse hasta convertirse en cenizas. Los dedos de Jungkook comenzaron a jugar con los anillos de sus dedos, mientras seguía mirando la batalla que se llevaba en Seúl. Era su quinto día intentando recuperar el control de esa ciudad y les estaba costando. Pero pronto comenzarían a ver más resultados. Los Kim han tomado su lado y sabía que pronto los demás frente se ganarían, lo mismo sucedió con Daegu. Sin embargo, aún no encontraba a Mark.

No sabía dónde estaba su guarida. Deseaba encontrarla, quería cazarlo. Tenerlo en sus manos hasta destruirlo como lo hizo con Haneul.

Le había quitado un pedazo de su corazón que jamás podría remplazar.

OOO

Rose y Jimin estuvieron abrazados por un largo tiempo. 

— Bueno, creo que debemos comenzar avanzar si queremos llegar a buena hora a Seúl — dice Calen, apareciendo de repente.

Jimin a pesar de querer seguir en ese momento, sabía que debían avanzar.

— Mamá — la llamó Jimin, de manera cariñosa, alejándose un poco para poder verla —. Debemos irnos, Jungkook necesita ayuda.

Rose estaba embobada.
Miraba a Jimin como un tesoro enorme. Con una dulzura y amor que jamás pensó llegar a sentir. Era un sentimiento que la envolvía en su corazón. Ella sostuvo el hermoso rostro de Jimin, acunandolo en sus manos.

— Eres mío ¿Lo entiendes? Mío y no permitiré que nadie te dañe — le dijo firme y segura, antes de girar al vampiro que no conocía —. Le agradezco tanto que lo cuidara.

Sucker for you (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora