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― Aun no puedo creer lo que le hice.

Jungkook abrazo más a Jimin, intentando que se tranquilizara.

― Sabes que fue la mejor decisión que tomaste ― le recuerda Jungkook ―. Tienes que entender que tu madre estará mejor viviendo en la ignorancia lejos de todo esto. Seúl es una buena ciudad y no hay vampiros, además de que los brujos se mantienen viviendo una vida más pacífica y los lobos prefieren más la naturaleza. No debes temer por su seguridad, nadie le puede hacer daño.

― Es mi madre ― dice Jimin, antes de enterrar su rostro en el pecho de Jungkook.

― Y lo entiendo ― repite Jungkook ―. Hay sacrificios que tenemos que hacer para que las personas que amamos estén bien y tu madre estará bien. Además ahora no es el mejor momento para que tu madre este en Hajoon ¿Seguro que no quieres que los acompañe?

― No te preocupes, Lisa ira con nosotros ― indica Jimin, tomando la enorme mano de Jungkook y jugando con sus dedos ―. Sé que te da una enorme migraña la ciudad, tienes cosas que hacer y nosotros solo tendremos un rápido viaje. Creo que también te quito mucho tiempo y tu familia te necesita. Necesitan una persona fuerte e inteligente, alguien que los lidere y te he apartado de eso. Además queremos ver como esta Yoongi, debe recuperar sus fuerzas e igual Baek. A veces siento que los usamos. Pero tu tranquilo ¿Si? Te quiero muchísimo y volveré lo más pronto posible.

― Me encanta ese te quiero ¿Lo puedes volver a decir?

― No. Eres un berrinchudo y mimado.

― Por favor, Jimin-ssi.

Jimin no pudo evitar reírse y golpear su pecho.

― Vamos, Jimin-ssi.

El frio viento corría y Jungkook alzo más la cobija para tapar a Jimin, había comprado una manta eléctrica para que no tuviera tanto frio cada vez que decidían subir al techo de la casa a platicar. Los ojos de Jimin comenzaron a querer cerrarse y mientras sentía que su cuerpo lo jalaba al mundo de los sueños empezó a balbucear.

― Te quiero, te quiero, te quero, te quero, teamo.

Jungkook se quedó muy quieto, notando como Jimin se relajaba entre sus brazos. Solto un suspiro, dejándose llenar por pocos segundos el olor característico de Jimin, tan dulce e hipnotizante. Las últimas palabras que le dijo Jimin aun rondaban en su cabeza.

― Yo te amo Jimin, no sé en qué momento fue y no sé si un monstro como yo es capaz de amar. Pero es un sentimiento infinito de felicidad lo que me provocas y solo lo puedo expresar con esas palabras porque sé que son las correctas ― murmuro Jungkook, acariciando sus cabellos y quedándose un poco de tiempo más mirando el cielo oscuro, sintiendo como el pequeño cuerpo de Jimin irradiaba calor y paz.

OOO

― ¡Soobin! ― exclamo la madre de los chicos.

Lisa reía detrás con Jimin como cómplice.

Había salido a buena hora de Hajoon y ahora conducían despreocupados por la carretera, creando un ambiente familiar y Danbi parecía relajada. Aunque Jimin cada vez que la miraba no podía evitar sentirse mal por su madre, por eso trataba de verla lo más mínimo posible.

― Pero es verdad ― se defendió Soobin, quien conducía feliz por la carretera.

― Entonces no tendrás ninguna oposición a que saque tus lindos trapos sucios al sol ― comento la mujer ―. Aún recuerdo la vez que Soobin llego llorando a mi habitación, había mojado sus pantalones porque había visto un

― ¡Fantasma! ― exclamo Soobin irrumpiéndola. Con las mejillas coloradas de la vergüenza ―. Fin de la historia.

― Hasta donde recuerdo fue por un ratón.

Sucker for you (Kookmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora