Nos relajamos un buen rato en el jacuzzi, pero no paso nada más que solo besos.Tuve que esperar un momento hasta que se secara mi ropa interior y poder ponerme el vestido. Después subimos nuevamente a la fiesta.
Me senté en una de las mesas junto con personas desconocidas y Benjamín, al parecer él si los conocía.
—No —negó Benjamín ante un comentario—, Laura es mi futura esposa —exclamó entrelazando mis dedos con los suyos, yo estaba sentada en su regazo.
—Y él es mi futuro esposo —admití mirándolo.
—¡Que vivan los novios! —gritó un chico carcajeando.
—¡Que vivan! —siguieron el juego las demás personas a mi alrededor.
—Están invitados a mi boda —me burlé.
—¿Y cuantos años tienes Laura? —preguntó aquel chico que en el campamento estaba encargándose de la parrilla.
—¿Cuántos crees? —inquirí mientras Benjamín me daba besos en el cachete.
—Uhmmm —pensó—, te ves de veinte pero diré que tienes dieciocho.
Casi me atraganto ante su respuesta. —Noo —alargué riendo—, apenas tengo dieciséis.
Él también casi se atraganta al beber su trago, —¿Y ya piensas en casarte?
—Cosas de la vida —alcé mis hombros.
—Es que primero disfrutaremos, viajaremos y muchas cosas más, después nos casaremos —aclaró Benjamín—, ¿verdad amor?
—Sí amor —concordé y me dio un beso corto.
—Hola Laurita —interrumpió alguien que se posiciono al frente de nosotros.
Alcé mi mirada y me encontré al estúpido de Alessandro de brazos cruzados.
—Dudo mucho que a tu mamá le guste verte sentada en las piernas de este —acentuó Alessandro mirando a Benjamín con egocentrismo.
Benjamín no cambio su humor, seguía tranquilo.
—"Este" tiene nombre —acentué mas fuerte—, se llama Benjamín y es mi novio —aclaré intimidándolo—. Y a ti que te importa.
—Vamos a la casa —ordenó tomándome del brazo y jalándome con fuerza.
—¡Suéltame! —grité de inmediato posicionándome al frente de él, Alessandro me irritaba tanto.
Benjamín se levanto rápido y tomo su brazo con fuerza, —Suéltala —repitió enojándose.
—Ella es una niña como para que este contigo —dijo intentándome llevar a otro lado.
—¡Suéltame Alessandro! —grité pegándole una cachetada—, ¡no soy una niña!, ¡y tú no tienes ningún derecho de jalonearme! —apretó más fuerte mi brazo—, no eres mi hermano —aclaré hablando entre dientes.
—¡SUELTALA! —se enojó Benjamín.
Me soltó enojado, —Si no vienes ahora conmigo les diré a tus papás donde estas —amenazó—, y con quien —agregó odiosamente.
—¡Ve! —alcé la voz—, ¡diles donde estoy! —respondí sin dejarme intimidar.
—Lárgate —amenazó Benjamín.
Alessandro bufó de rabia y se marchó.
—Maldito sea —murmuré de la rabia.
—Mejor te voy a dejar a tu casa amor, ¿quieres? —cuestionó tranquilizándose.
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Mi No Tan Terrible Vida
Teen FictionDiría mi terrible vida, pero no es de esa forma. Todo va bien hasta que alguien llega a poner mi vida de cabeza, y se imaginarán que es una historia cliché de amor, pero yo no, yo diría que es una historia de un de amor un poco masoquista. Te odio y...