—Laura en serio estás provocando que me ponga duro —reprochó Benjamín.—Eso es lo que quiero, amor —susurre lamiendo su oreja—. ¿Acaso no quieres eso?
—No Laura —respondió y me sorprendí—, no ahora.
—Como quieras —suspiré separándome de él y volviéndome a sentar en el asiento.
Un silencio un poco incómodo se formó entre nosotros.
Ya empecé a escuchar que afuera preguntaban por mí.
—¡¿Dónde está Laura Bell?! —gritaban algunos.
—Ya es hora —le dije a Benjamín—. Frente en alto, no digas nada, si te preguntan solo te quedas callado, sonríe y compórtate como si fueras un puto Dios Griego —pedí.
Es hora de demostrar que soy una diosa empoderada. Y que voy a ganar.
Abrieron la puerta y empezaron con las fotos y gritos.
Benjamín bajó y me extendió su mano para después pasarla por mi cintura.Una chica que contrató mi mamá me ayudo con el vestido y lo colocó bien para las fotos de ese momento.
Nos colocamos al lado de mi familia que seguían ahí y tomaron fotos.
Todo mundo hablaba o gritaba y no entendía que decían.
Estaba al lado de mi mamá, ella con su cara en alto y su semblante serio. Yo hice lo mismo, alce mi mirada y posé para las fotos con una corta sonrisa.
Después de unos minutos caminaron por una alfombra roja entrando al hotel.
Yo tenía que quedarme para poder entrar solo con Benjamín.
Y así fue. Lo mire y él acepto. Empezamos a caminar al mismo tiempo por esa alfombra mientras las cámaras nos grababan o sacaban fotos.
Una sensación como si yo fuera la reina me invadió, una sensación de superioridad y ego.
Logramos entrar sin problemas.
Caminamos hacia donde es el evento y al entrar completamente me gane las miradas de la mayoría de personas que estaban ahí.
Mire a mi alrededor, algunas miradas eran de sorpresa, otras de envidia y unas de admiración.
Seguimos caminando hacia mi mesa ya que en pocos minutos comenzaba el concurso.
Veía a cada chica que concursaba, con vestidos muy escotados, transparentes o muy apegados, algunas traían vestidos de brillos y parecían árbol de navidad.
En mí no hacía falta brillos, yo tengo un brillo natural y siempre llamó la atención sin necesidad de tanto maquillaje.
Las chicas están bonitas, pero algo en ellas lo arruina, o su maquillaje muy fuerte o su vestido.
Seguí viendo con disimulo hasta que alguien me llamó la atención.
Regresé a ver dos veces para confirmar y sí, mis ojos veían a Nayeli.
A la perra de Benjamín.
No hice ningún gesto, pellizque a Benjamín para que se diera cuenta y lo hizo, pero él también no hizo ninguna cara, su cara fue de culo al verla.
ESTÁS LEYENDO
Mi No Tan Terrible Vida
Fiksi RemajaDiría mi terrible vida, pero no es de esa forma. Todo va bien hasta que alguien llega a poner mi vida de cabeza, y se imaginarán que es una historia cliché de amor, pero yo no, yo diría que es una historia de un de amor un poco masoquista. Te odio y...