Me tiré a reír por su comentario.—"Filiz in dii di niviizgi imir" —repetí lo que dijo riendo—. No somos novios y lo sabes.
—¿Estas segura que no quieres ser novia de este bombón? —me preguntó pícaro mientras conducía.
—Otro momento será. No quiero que después termines sufriendo por mí, amor —le contesté.
—Oye te tengo que confesar algo —dijo Benjamín serio cambiando de tema.
Supuse que por fin me iba a contar lo qué pasó con Nayeli.
—Dime —dije viendo el teléfono y enviándole unas fotos en el campamento a Ethan.
—Pero después de que te lo diga no quiero que te marches y me dejes solo, ¿está bien?
Deje el teléfono a un lado y preste atención, parecía que tenía que decirme algo importante.
—Está bien —exclamé mirándolo.
Suspiró y paró el auto en medio de la carretera vacía.
Me miró serio.
—Estoy embarazado.
Su cara fue seriedad total.
Benjamín embarazado. Lo que faltaba.
Cogió mi mano rápidamente, —Pero no me abandones Laura, es tu hijo, o hija. Siéntelo —puso mi mano en su abdomen—, está aquí y es nuestro hijo.
Yo aún no reaccionaba. Mi cara era de seriedad y confusión.
—Pero... —fruncí mis cejas— Nosotros nunca tuvimos sexo. ¡Ese bebé no es mío! —quité mi mano siguiéndole el juego.
—¡Sí es tuyo! ¿Acaso no te acuerdas de la noche de pasión que tuvimos? —preguntó fingiendo sorpresa.
—¡Patrañas! ¡Te acostaste con otra! ¡Me fuiste infiel Benjamín! —fingí empezar a llorar— ¡El un día de noviazgo se fue al carajo! Tanto tiempo que pase contigo, ¡¿y así me pagas?! —fingí llorar desconsoladamente.
—¡No! ¡Este bebé es tuyo Laura Bell! ¡Yo jamás he tocado a otra que no seas tú en este tiempo! —fingió limpiarse las lágrimas inexistentes—. Este bebé te necesita como yo a ti.
—¡Ayyyy! —chillé— ¡Que romántico! Si no conociera a los hombres apuesto a que ya hubiera caído en tus mentiras.
—Me cortas la inspiración —viró los ojos—. ¿Quieres venir a manejar? Es que ayer —enfatizó fuerte— alguien no me dejó dormir cómodo —me miró con los ojos bien abiertos.
—Ayer, a mi carpa se metió una garrapata llamada Benjamín —ataqué mirándolo— y que ganas de matar a ese bicho tenía, no no, que tengo —corregí abriendo la puerta del auto y bajándome.
Benjamín me atacó con la mirada pasándome por el lado, intercambiamos lugares.
—Bien que disfrutaste dormir al lado de este príncipe —se subió el ego tirando el asiento hacia atrás.
—Los bichos no son príncipes —recordé arrancando el auto—, y no, es menos incómodo dormir con un ratón.
—Yo no sé cómo voy a tener un bebé contigo, Dios mío —miró al techo—, ¡¿por qué me dejé embarazar?!
—Quiero una prueba de ADN, porque ese bebé no es mío —sospeché señalando a su barriga.
—¿Es broma? —fingió sorpresa— ¡Es tuyo! Y si tanto quieres esa prueba te la daré, ¡pero nos divorciamos!
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Mi No Tan Terrible Vida
Novela JuvenilDiría mi terrible vida, pero no es de esa forma. Todo va bien hasta que alguien llega a poner mi vida de cabeza, y se imaginarán que es una historia cliché de amor, pero yo no, yo diría que es una historia de un de amor un poco masoquista. Te odio y...