Capítulo 34

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—Mira mamá, te presento a Laura —dijo Benjamín a mi lado sin soltarme de la mano—, es mi novia —agregó llegándome con sorpresa. Su mirada pasó de su madre a la mía—, y Laura, ella es Vicenta, mi madre —concluyó e inmediatamente me acerqué a ella saludándola con un corto beso en la mejilla.

—Es un placer conocerla —sonreí sutilmente—, señora Vicenta.

—El placer es mío —respondió ella devolviéndome la sonrisa—, me alegra por fin conocer a la guapa novia de mi Benji.

Carcajeé, Benji. 

Si supiera que su hijo acaba de causar un orgasmo en mí...

Si supiera que su hijo hizo que la parte mas horny de Laura Bell se encienda como nunca...

Mamá —llamó Benjamín—. ¿Dónde está el bebé más hermoso? —cambio de voz dirigiéndose hacia su hermanito que estaba en la carriola.

—Está dormido —aviso la mamá de inmediato—, no lo despiertes —ordenó al ver las intenciones de él.

—Por favor acercarse que empezaremos en pocos minutos —se escuchó al fondo donde se encontraba la mayoría de personas.

—Me voy mamá —sonrió Benjamín—, las veo allá —dijo marchándose—, ¡por fin se acaba mi martirio! —alzó la voz y Vicenta rió.

La graduación era al aire libre, y esta promoción solo tenía unos 50 graduados, Benjamín junto con sus compañeros estaban sentados al frente, esperando a ser llamados.

Vicenta, el bebé y yo estábamos por la mitad, y la vista era buena, aunque el sol estaba fuerte.

Después de tanto parloteo por parte de las autoridades del colegio empezaron a llamar a los chicos.

Los primeros siempre eran los que tenían las mejores notas, y al final iban los que se graduaron con notas de 8,5 hasta 9. Este colegio es muy exigente y siempre te piden calificaciones altas o sino te mandan al psicólogo del colegio, es chistoso pero sí, no existen estudiantes con notas de 7.

Felicitaban a cada uno pero ellos no me interesaban, me interesaba Benjamín, pero supongo que tendré que esperar porque la directora había dicho que sus notas no eran excelentes, entonces estará al último.

—Me alegra conocerte Laura —me dijo Vicenta de nuevo—, mi hijo jamás me ha presentado a ninguna chica como su novia —comentó—, tú eres la primera.

Sonreí mirando al frente sin saber que decir, —¿Jamás? —me admiré.

Ella carcajeó y aceptó con su cabeza, —Jamás, siempre me decía que me presentará a su novia cuando esté seguro de que ella es la indicada.

Casi me atraganto al escucharla decir tal cosa.

Si apenas nos conocemooooos.

No te asustes —carcajeó ella de nuevo—, sí tú eres la indicada para mi hijo el tiempo me lo hará saber, mientras tanto te recibo con los brazos abiertos —sonrió ella y me sentí más cómoda.

—De verdad que muchas gracias —me sonroje—, y es verdad, el tiempo lo es todo —dije.

—Así es querida, ¿cómo me dijiste que te llamabas? —preguntó sutilmente.

—Laura —sonreí despacio—, Laura Bell.

Su ceño cambio, —¿Así que estoy hablando con la hija del abogado más famoso que existe? —mencionó.

Mi No Tan Terrible VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora