• This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]

• Memories: My birthday •

» Memories: My birthday.　　　　　　　　　

El 30 de abril llegó en un parpadeo y Diluc no pudo evitar mostrarse increíblemente emocionado por ello.

Antes ni siquiera estaba pendiente del calendario, ya que cada día se concentraba en sus prácticas, pero ahora que sabía que Kaeya estaba preparándole un regalo, comenzó a estar más consciente de ello.

Los entrenamientos seguían siendo tan agotadores como siempre, pero ahora no corría el riesgo de quemarse tanto como la primera vez.

Los guantes que Adelinde le había conseguido para soportar el calor eran perfectos, el único problema era que le costaba un poco más empuñar el mango de su gran espada.

Suponía que con la constante práctica lograría manipular su arma pese al uso de una tela protectora en sus manos, así que no se preocupó demasiado, tendría un poco más de tiempo antes de postularse a los caballeros de Favonius.

Podría lograr un mejor control de todas sus habilidades incluso usando guantes durante ese tiempo.

El maestro Crepus se había encargado de organizar una celebración enorme por los doce años de Diluc, tanto así que muchos ciudadanos de Mondstadt estaban invitados. Habían abierto la bodega al público y los viñedos estaban cubiertos de flores y globos de todos los colores.

Era como si quisiera que todo Teyvat se enterara que su único hijo y heredero de la fortuna Ragnvindr cumplía años.

Diluc se sentía un poco abrumado por toda la atención que estaba recibiendo y es que Adelinde se había levantado más temprano de lo habitual para ayudarle con los preparativos de su traje hecho especialmente para la ocasión.

La criada ató con cuidado sus largos rizos rojos, acomodando el mismo sobre su espalda en una cascada después de haberle ayudado con la ropa. Lucía como un príncipe y eso le llenó de orgullo.

—Ya está listo, señorito Diluc.

El pelirrojo miró su reflejo en el espejo y le dedicó una rápida sonrisa a la mujer a través del mismo. Se supone que debería estar acostumbrado a este tipo de eventos debido a los negocios de su padre, pero la verdad es que era la primera vez que tendría que interactuar con los invitados y eso lo tenía un tanto ansioso y nervioso al mismo tiempo.

—¿Luzco bien? —Se atrevió a preguntar con un leve tono de voz de inseguridad. Era extraño ver al chico mostrarse ligeramente vulnerable, cuando en realidad siempre estaba derrochando confianza, más aún cuando se encontraba junto a Kaeya.

—¡Luc! —La entrada sorpresiva del moreno en su habitación interrumpió la respuesta de la mujer, quién rápidamente se volteó para que el menor pudiera observar a Diluc por medio del reflejo del espejo.

Su expresión de asombro fue difícil de disimular.

—¡Eres como un príncipe! —Exclamó Kaeya con una sonrisa radiante, acercándose a paso lento hasta poder observarlo de frente con mayor detalle.

Lucía como siempre, ni una pizca de maquillaje sobre sus tenues pecas, pero su peinado estaba mucho más ordenado que de costumbre y el traje que portaba le daba la apariencia de ser un joven de la nobleza aristocrática antigua.

Ante la mirada brillante que el contrario le daba, Diluc tuvo que apartar la vista hacia cualquier punto del piso, notoriamente avergonzado por la forma en como lo adulaba.

Su corazón latía de forma ensordecedora y no podía controlar el sonrojo violento que comenzaba a aparecer en sus mejillas. Tan rojo que podía competir con su propio color de cabello.