» Memories: Underwater secrets
Diluc Ragnvindr abrió los ojos cuando una pequeña luz se filtró por la cortina, parpadeando un par de veces completamente desorientado al darse cuenta que no estaba en su habitación.
Quiso incorporarse para intentar reconocer el lugar en el que estaba durmiendo, pero un peso enorme le impidió hacerlo.
—¿Pero qué...?
Fue entonces cuando el pelirrojo giró su cabeza en dirección al obstáculo que no le permitía moverse, reconociendo al instante el revoltijo de cabello azul que se apreciaba bajo las mantas.
Por supuesto, Kaeya lo tenía sujeto bien firme desde la cintura, atrayéndolo hacia su cuerpo de manera posesiva, sin ánimos de ceder aunque sea un centímetro.
Intentó removerse de su fuerte agarre, pero solo provocó que el moreno dejara escapar un gruñido gutural y adormilado desde su garganta, provocando que el mayor riera por la ternura que le provocó esa simple acción.
—Sabes que es jueves, debemos levantarnos para ir a trabajar, Kae... —Susurró en voz baja, colando su mano diestra bajo las mantas para posicionarla sobre su nuca y sacudir su melena con cariño para que despertara de una vez.
—Solicito a mi capitán el día libre... —Respondió Kaeya aún con una voz más grave de la habitual. Sí, recién estaba despertando, y lo que menos deseaba en ese momento era separarse del cálido cuerpo de su pareja y tener que iniciar su día laboral después de la pequeña fiesta privada que tuvieron en la taberna.
—Solicitud denegada.
—Vamos, Luc...
—¡Sabes que no puedo! ¡No es lo correcto! —Le jaló el cabello para que por fin lo soltara y así poder librarse del agarre firme que el moreno aún mantenía sobre su cintura. —Vamos, déjame darme una ducha, lo necesito.
Kaeya guardó silencio unos instantes aún con la cabeza escondida bajo las mantas, casi como si estuviese meditando las palabras del pelirrojo.
Al minuto después, asomó su ojo visible desde el bulto de sábanas, encontrándose con la mirada somnolienta de un Diluc que parecía completamente inmóvil bajo su abrazo.
—Está bien, ve.
Lo liberó girando sobre su propio eje para darle la espalda, con la intención de al menos dormir unos cuantos minutos más antes de que Diluc comenzará a presionarlo también para que se levantara de una buena vez.
El Ragnvindr sonrió para sí mismo ante la actitud infantil de su pareja, y es que recordaba que cuando eran niños y debían madrugar, para Kaeya era bastante difícil cumplir esos horarios mañaneros.
No le sorprendía en absoluto que quisiera aprovechar la mayor cantidad de tiempo bajo las mantas, incluso si luego tendría que correr para arreglar su uniforme y estar listo a la hora acordada.
Diluc se removió sobre el colchón lentamente y cuando hizo el esfuerzo para incorporarse de la misma y sentarse en la orilla, supo que el dolor de cabeza le iba a impedir tener un día laboral normal.
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• This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]
FanfictionUn chico brillante como el sol. Otro sumergido en la oscuridad. Interactúan hasta volverse inseparables. El destino provocó que esa amistad se transformara en amor, y luego las circunstancias lograron que el sentimiento fuera ocultándose en una cap...