• This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]

• Present: Headache •

» Present: Headache.
　 　　　 　　 　　 　　　 　　 　
　 　　　 　　 　

Y Diluc tenía razón.　 　　　 　　 　
　 　　　 　　 　

Los Fatui habían iniciado una especie de persecusión contra Kaeya Alberich, y pese a que Jean estaba realmente preocupada por esa caza indiscriminada hacia su persona, no pudo hacer mucho para evitarlo.
　 　　　 　　 　

La burocracia antigua de Mondstadt le prohíbe intervenir en acciones que "amenacen" la seguridad de sus ciudadanos y lamentablemente, Kaeya había demostrado que era un peligro.
　 　　　 　　 　

Ellos tuvieron la excusa perfecta para tomar el problema con sus propias manos, dictando que se harían cargo de la protección de Mondstadt frente a una amenaza desconocida, y para eso debían atrapar al capitán de Caballería y obligarlo a hablar sobre su extraño ojo.
　 　　　 　　 　

Por supuesto que era una tapadera, ellos no tenían ninguna intención real de proteger a la gente, solo querían tener el control de lo que sea que fuera esa fuente de energía que se almacenaba en la pupila de Kaeya y poder utilizarla para quizá qué malvados planes.
　 　　　 　　 　

Debido a eso, es que junto a Diluc, tuvieron que esconderse en una pequeña cabaña lejos de la ciudad principal, ubicada a veinte minutos caminando desde el propio viñedo.
　 　　　 　　 　

Sabían que era provisorio, pero no podían hacer demasiado cuando aún esperaban la tardía llegada de Aether.
　 　　　 　　 　

¿Y si ellos huían a Liyue y Aether arribaba a Mondstadt con la información para curarlo de aquella maldición?
　 　　　 　　 　

No, no podían arriesgarse a eso.
　 　　　 　　 　

-Arcontes... Me duele demasiado la cabeza. -Se quejó Kaeya mientras se sentaba sobre la única cama que había disponible.
　 　　　 　　 　

Habían estado debatiendo como un matrimonio primerizo por quien usaría aquel colchón para descansar, así que al final, decidieron discutir por eso más tarde.
　 　　　 　　 　

Diluc estaba revisando los pequeños armarios que estaban disponibles, suspirando de alivio cuando encontró algunas ollas y platos en el estante superior.
　 　　　 　　 　

Al menos tendrían algunos utensilios para cocinar.
　 　　　 　　 　

-¿Qué es lo que sientes? -Preguntó el mayor mientras se quitaba los guantes con pesar, dándole la espalda a propósito para que no viera sus manos deterioradas.
　 　　　 　　 　

Tenía planeado cocinar alguna sopa antes de dormir, pues habían estado correteando durante horas reuniendo provisiones e informando a sus cercanos de su nuevo paradero.
　 　　　 　　 　

Al menos Jean sabía que estaban ahí, al igual que Adelinde.
　 　　　 　　 　

-Como si quisieran arrancarme la cabeza. -Susurró el menor mientras alzaba su mano y frotaba su frente con suavidad, pero ejerciendo presión con sus yemas en ciertos puntos de contacto sensibles, buscando un poco de alivio que no encontraba.
　 　　　 　　 　

-¿Crees que tenga relación al hecho de que solo tenemos dos semanas antes de esa lluvia de estrellas que habló Mona? -Diluc comenzó a limpiar la carne de jabalí que había cazado horas atrás para cocinarla. Al menos tenían para sobrevivir un par de días antes de volver a cazar en caso de que necesitaran quedarse más tiempo allí.
　 　　　 　　 　

-¿Mona? -Kaeya parpadeó un par de veces un tanto confuso y el silencio que vino después de pronunciar aquel nombre obligó a Diluc a voltearse para observarlo. -¿Quién es ella?