• Memories: Harvest festival •

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» Memories: Harvest festival.    

        

Meses después...
             

Si Diluc creía que estaba ocupado con los deberes de ser un Capitán de Caballería solicitado por cada escuadrón conformado para misiones en terreno y con las exigencias de su padre para cumplir con las primeras responsabilidades en el viñedo de la familia... Ahora podría decir con todas sus letras que estaba a punto de sufrir un colapso.
             

Dos veces al año, se organiza una fiesta especial para la cosecha de uvas para la temporada que viene y el señor Crepus había prácticamente exigido al Maestro Varka que Diluc estuviera presente en la celebración.
             

Sí, presente, pero no como un soldado de Mondstadt con la misión de resguardar la seguridad del lugar como en el festival Ludi Harpastum, si no que ahora como el heredero de la bodega del Amanecer.
             

No estaba seguro de por qué presionaba tanto con la idea de que debería estar ahí en aquella fiesta, vistiendo ropa costosa, saludando a invitados extranjeros y sonriéndole a personas con las que no deseaba tener ninguna interacción, pero debía hacerlo.
             

Era su deber, le había dicho.
             

Kaeya parecía complacido con la idea porque le gustaba ver al pelirrojo desenvolviéndose en un área que no era la suya. Y si, quizá no era del todo un agrado para Diluc encargarse de ese tipo de actividades, pero era su deber al ser el único hijo Ragnvindr y Kaeya iba a intentar hacerle sentir bien incluso si estaba usando un traje ajustado e incómodo.
             

—Señorita Adelinde...
             

—Maestro Diluc, se ve increíble.
             

El pelirrojo estaba mirando su reflejo en aquel espejo de su habitación, frunciendo ligeramente su nariz ante la imagen que le devolvía.
             

Era un traje sencillo, pero bastante elegante. Blanco y dorado contrastaban en su brillante y salvaje cabello rojizo, que estaba amarrado en una coleta alta con la intención de domar un poco el desorden que normalmente llevaba encima.
             

—No lo sé... —El joven prácticamente suspiró profundo ante la atenta mirada de la doncella principal, que se dedicó a sonreír por la expresión que el chico continuaba haciendo mientras analizaba el resultado de su apariencia. —¿Sabes cuál es la intención real de mi padre?
             

—Por supuesto, y usted debería intuir de qué se trata todo esto.
             

El pelirrojo frunció ligeramente el ceño en un gesto de desagrado. Por supuesto que podía adivinar cuál era el motivo oculto de aquella celebración de la vendimia lleno de invitados tanto de Mondstadt como de otras regiones de Teyvat.
             

—¿Quiere encontrarme una prometida?
             

Adelinde solo se limitó a tomar un cepillo y peinar un poco la coleta alta que recién había atado, lentamente, sabiendo que siempre se le armaban pequeños nudos cuando era peinado de esa manera.
             

—Quiere herederos. —Comentó la mujer sin dejar de acomodar el elegante lazo que sujetaba el moño elevado que le había hecho al chico. —Así que sí, quiere que tengas algún interés amoroso, lo más pronto posible.
             

 • This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora