• This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]

• Intermediate: Three years without you (Kaeya ver.) •

» Intermediate: Three years without you.　　　　　　　

　 　　　 　　 　　 　　　 　　 　
　 　　　 　　 　
　 　　　 　　 　
Luego de aquel suceso, los meses y años que transcurrieron para Kaeya habían sido... Diferentes y desastrosos.
　 　　　 　　 　

No había pasado ni siquiera una semana del funeral de su padre adoptivo, cuando el Inspector Eroch habló con el Gran Maestro Varka para solicitarlo como el nuevo Capitán de Caballería.
　 　　　 　　 　

Sí, el antiguo puesto de Diluc.
　 　　　 　　 　

Al comienzo se vio increíblemente afectado por el nombramiento y no quería tomar el trabajo antiguo de Diluc, pero Jean, su fiel y leal amiga, lo había animado a aceptar el cargo vacante. Gracias a ello, su sueldo había aumentado, y podría ahorrar lo suficiente en los siguientes meses para comprar un pequeño departamento en el centro de Mondstadt.
　 　　　 　　 　

Era una idea bastante buena para empezar.
　 　　　 　　 　

Pero los primeros meses fueron horribles.
　 　　　 　　 　

Kaeya se había sumergido en el consuelo del alcohol ante la pérdida de su única fuente de brillo y vitalidad e incontables veces Charles debía subirlo a la habitación oculta en el tercer piso, inconsciente, borracho hasta la muerte, para acostarlo y dejarlo descansar ahí.
　 　　　 　　 　

Algunas noches, donde estaba más necesitado de la presencia de Diluc, dormía abrazado a su visión Pyro, disfrutando momentáneamente de esa calidez característica que desprendía el artefacto, un recuerdo grato de todos esos momentos en que dormían juntos.
　 　　　 　　 　

El llanto agonizante venía después.
　 　　　 　　 　

Ni siquiera se contenía el derramar lágrimas cuando las puertas de su habitación estaban cerradas. Sollozaba el nombre de su antiguo amante con dolor y arrepentimiento.
　 　　　 　　 　

¿Había sido lo correcto mostrarse cruelmente sincero cuando Diluc estaba tan herido por los acontecimientos de esa tarde? ¿Debió haber confesado el significado de su llegada al viñedo del Amanecer? ¿Por qué no fue capaz de guardar silencio? ¿Por qué la culpa lo consumió tan rápido?
　 　　　 　　 　

Las preguntas venían a su cabeza como un espiral, volviéndose un círculo vicioso del que no podía salir, salvo cuando quedaba desmayado a causa del alcohol en su sangre.
　 　　　 　　 　

Estando así, intoxicado, casi inconsciente, era el único instante en que no podía pensar en Diluc, en lo mucho que lo extrañaba y en lo preocupado que estaba.
　 　　　 　　 　

Durante el día, se reunía con Jean para trazar planes de búsqueda que nunca eran fructíferos. Tenían un par de conocidos en Liyue, gracias a los contactos familiares del clan Gunnhildr, pero nunca dieron información fidedigna que pudiera ayudar con su investigación o dar algún indicio del paradero actuar del pelirrojo.
　 　　　 　　 　

A veces, Kaeya tomaba su caballo negro, ese mismo caballo que él había abandonado también y se dirigía al famoso lago que tantos sucesos había presenciado a lo largo de su corta vida.
　 　　　 　　 　

Momentos felices, momentos dolorosos... Como también demasiado tristes para recordar, pero al fin y al cabo eran recuerdos que atesoraba y que lo ayudaba a soportar su ausencia.
　 　　　 　　 　

Kaeya volvía a ese lugar teniendo la vaga esperanza de que Diluc también lo extrañaba y que quizá podría estar dando vueltas cerca de la ciudad y se había acercado a aquel enorme árbol por la nostalgia que significaba para ambos.