• This is our story • [ Kaeluc | Genshin Impact ]

• Present: The beggining •

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Seis meses después...
　 　　　 　　 　

Distintas circunstancias habían provocado que la relación entre ambos no se volviera tan tensa como creían con el tiempo, ya que la llegada de un viajero de una tierra desconocida, llamado Aether, había logrado que finalmente tuvieran que relacionarse más de lo que Diluc deseaba.
　 　　　 　　 　

Para Kaeya fue un privilegio poder interactuar con el pelirrojo fuera de la taberna, incluso si solo era para lanzarse palabras mordaces que solo provocaban confusión en una hada flotante bastante chismosa llamada Paimon.
　 　　　 　　 　

-Paimon no comprende si ellos son realmente cercanos o se odian demasiado. -Diluc simplemente prefirió ignorar el comentario, dándole la espalda a sus invitados para continuar con sus actividades de administrador del bar.
　 　　　 　　 　

La risa de Kaeya, amistosa y un tanto coqueta y falsa, que el pelirrojo sabía identificar con facilidad, resonó dentro de las cuatro paredes, dándole un leve empujón a Aether que rápidamente arrugó la nariz.
　 　　　 　　 　

-Deberías entrenar a Paimon a que no sea tan grosera, eh.
　 　　　 　　 　

-Así la conocí, ya nada puedo hacer. -Respondió el rubio, encogiéndose de hombros con simplicidad ante la mirada espantada de su compañera.
　 　　　 　　 　

-¡Hey! ¡Paimon está aquí! -Gritó ella, pataleando en el aire mientras Aether acompañaba las risas del capitán de caballería con entusiasmo.
　 　　　 　　 　

Diluc ni siquiera esbozó una sonrisa.
　 　　　 　　 　

-¡Maestro Diluc! -Kaeya alzó su voz solo para molestar al mayor, elevando su copa vacía al aire para que el pelirrojo pudiera verla. -Otra ronda de "Muerte después del mediodía" para mí. -Diluc solo rodó los ojos, fulminándolo con la mirada mientras tomaba la botella de vino que correspondía del estante para rellenar la copa mostrada. -¿Y tú, caballero honorario? ¿No quieres beber algo conmigo?
　 　　　 　　 　

-Sir Kaeya, le pido que no intente volver alcohólicos a todos. -Se notaba que el Ragnvindr estaba controlando su expresión para no mostrar una imagen desagradable a Aether ni a Paimon. -Ni siquiera tiene edad para beber. -Agregó en voz baja, ignorando la mirada divertida del rubio.
　 　　　 　　 　

Pues lo que ninguno de los dos adultos sabía era que quizá el viajero tendría más años que ellos dos juntos.
　 　　　 　　 　

-Está bien, quizá... ¿Una Sidra de manzana para mí y para Paimon? -Diluc asintió una sola vez mucho más satisfecho con esa petición, ante la mirada espantada de Kaeya quien de inmediato bebió un buen sorbo de una sola vez.
　 　　　 　　 　

-Al menos no es jugo de uva.
　 　　　 　　 　

Justo en el momento en que el pelirrojo acomodaba sobre la mesa dos vasos llenos del pedido, un nuevo personaje se unió a la barra, robando el último asiento que quedaba disponible.
　 　　　 　　 　

-¿Y a mí me dará una pizca de...?
　 　　　 　　 　

-Venti, me debes más de lo que podrás beber en tres meses.
　 　　　 　　 　

El bardo ni siquiera pudo terminar su frase, apoyando su mentón sobre el mesón para intentar aumentar su imagen adorable y así obtener un buen trago de vino, pero Diluc ni siquiera cedió ante la escena dramática que Venti estaba haciendo.