Prólogo: Ella

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Lo sabía desde el día en que la conocí, la vi por primera vez y lo supe, simplemente lo supe, sería la razón por la que moriría. Porque pensé en ella desde que me vi perdida en la profundidad de su mirada, y me convertí en la eterna esclava de sus labios.

Por ella me volví débil, llegué a desconocer a esa chica en la que me había convertido, no me creía capaz de sentir algo así por alguien.

Quién lo diría, estaba enamorada.

Desearía volver cinco pasos más atrás y reencontrarme con ese momento, donde mis dedos se enrollan en su espeso cabello castaño, y desconozco lo que se le llama cordura, ese hechizo que me hizo caer completamente a sus pies.

Todos los hechos que marcarían un antes y después, la huella permanente que ella dejó en mi adolorido corazón.

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