EllaMe encontraba dando vueltas de un lado a otro en aquella sala de espera vacía, me había sorprendido recibir ayer un mensaje de parte de Adrienne notificándome que Geneviève estaba despierta y podía recibir visitas.
Claramente sin pensarlo mucho le notifique que vendría hoy a primera hora, por lo que hoy a penas desperté me preparé para encaminarme hacia el hospital muy acelerada y un poco desconcertada, si bien deseaba muchísimo tener frente a mi a aquella rubia que me quitaba el sueño, también me cuestionaba un par de aspectos respecto a su condición actual.
Ella había intentado quitarse la vida.
No podía juzgarla por eso, no era nadie para hacer eso, menos sin saber el porqué lo había hecho, después de pasar tiempo con ella estos últimos meses tenía más que claro que no estaba del todo estable, pero verla tan frágil y tan solo pensar en perderla dolía mucho.
Mis pensamientos intrusivos son pausados cuando una mujer de corto cabello rubio y pálidos ojos azules entra a aquella sala haciendo resonar sus tacones, sostiene con fuerza un vaso de café entre sus manos, como si alguien fuese a arrebatárselo, luce nerviosa e intranquila, las bolsas bajo sus ojos delatan su falta de sueño y debilidad, pero lo oculta detrás de su fría expresión.
Si, Geneviève se parece mucho a su madre.
-Brunella Vitale. -Dice sacándome de mi pequeño análisis de su persona, aunque de todas formas aparenta haberlo dicho más para si misma que para mi. -Estás aquí.
-Lamento molestarla, es solo que Adrienne me dijo que Ciel se encontraba despierta y estaba preguntando por mi, no pude no venir. -Respondo jugando con mis manos ansiosas, esta mujer me intimida un poco, su porte, su actitud, es una mujer intimidante, pero algo me hace pensar que no es tan dura como parece.
-No, no me molestas, ma fille te aprecia, contigo sonríe y ella había dejado de hacerlo, Il a arrêté de le faire quand il est parti, ahora veo lo importante que eres para ella.. -Comenta yendo del inglés al francés dejándome un poco confundida, pero entiendo una parte de lo que dijo, su mirada descansa en un punto muerto antes de que sus ojos se posen en mi nuevamente. -Puedes pasar, ella está esperándote.
-De acuerdo, gracias. -Contesto en un tono de voz más bajo.
-No, gracias a ti. -Dice con los ojos cristalizados pero con la misma expresión seria, como si estuviera reteniendo hasta un punto doloroso las ganas de llorar.
Tomo una honda respiración antes de abrir la puerta despacio, encontrándome con la solitaria habitación en la que había estado hace un par de días atrás, pero esta vez también hay un par de ojitos despiertos viéndome fijamente.
Me acerco a la camilla casi corriendo, sin que me importe demasiado verme desesperada, Geneviève sonríe debajo de la máscara de oxígeno cuando llego a ella, para luego quitársela y estirar su mano hasta que esta toca mi rostro.
-Bru.. -Dice acariciando mi mejilla con su fría mano.
-Aquí estoy Genny.. -Susurro poniendo mi mano sobre la suya y besando su frente con una mezcla de emociones, pronto siento mis ojos humedecidos. -No vuelvas a hacerme esto, tuve mucho miedo, creí que te irías..
-A-Aquí estoy.. todo.. e-está bien Bru.. -Habla en el mismo tono dándome una especie de suaves palmaditas en el rostro, cosa que me hace reír suavemente. -No.. iré a ninguna parte..
-Gracias por no irte.. por no dejarme.. -Suelto sin pensar, cosa que después de analizarlo me causa bastante vergüenza haber dicho.
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Tacto Dulzón
Dla nastolatkówEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...