Capítulo 42: Cena Emocional.

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Ella

Observo a Geneviève correr alrededor de la mesa del salón vistiendo un delicado vestido celeste y tacones negros, se ve hermosa aún estando así de inquieta, ordenando detalles de aquí para allá y criticando de vez en cuando su aspecto físico, no puede evitarlo, sin duda está muy nerviosa por lo que sea que estén planeando comunicar hoy.

-¿Estás segura de que Adrienne me quiere aquí? -Pregunto siguiéndola con la mirada de un lado a otro, donde toma un adorno de acá y lo ubica allá. -Creo recordar que dijiste que esto era un importante asunto familiar.

-Por supuesto que Adri te quiere aquí. -Responde obvia poniendo sus brazos en jarra rodeando su cintura. -Eres mi.. emm.. mi.. bueno, se lo consulté y aceptó gustosa, créeme, para ella será un agrado que nos acompañes en esta velada.

Esa duda al momento de contestar que somos se siente como una bofetada, si bien aún no se había dado la ocasión para que finalmente formalizáramos lo nuestro, no me gustaba como sonaba ese cuestionamiento, se sentía como caer directo en la friendzone.

Disimulo el silencio que provoqué gracias a la incómoda sensación que me recorrió con un carraspeo.

-Bien bien, te creo. -Respondo poniéndome de pie y caminando hacia ella, dejando atrás su cómodo y esponjoso sofá. -¿Podrías adelantarme algo más sobre la gran noticia? siento mucha curiosidad al respecto, además de que estás evidentemente ansiosa.

-Solo puedo decirte que es una maravillosa noticia, por lo cual no hay razones para que te preocupes. -Comenta encogiéndose de hombros con una sonrisa de lado. -Una parte de mi se siente en paz, ya que por fin las cosas se están alineando, todo está donde debe estar.

-Me gusta verte así Genny. -Digo atrayéndola a mi para abrazarla, ella me acerca aún más a su cuerpo con sus delgados brazos, estrechándome con ternura.

-Lamento haber estado corriendo de un lado para el otro como una maniática, es que.. quiero que todo resulte bien para Adrienne, después de todo esto es para ella. -Responde relajando un poco su agarre pero manteniéndolo.

-Lo entiendo amore y me encanta. -Contesto acariciando su espalda. -Ahora.. dime cuál es la sorpresa.

Ella se aparta de mi a la vez que se golpea la frente sin fuerza y sonríe.

-¡No te lo diré! ¡Tendrás que esperar hasta la cena! -Exclama entre risas. -Mejor ayúdame a poner la mesa, después de todo son 18 invitados y necesito terminar con esto antes de las 8 PM.

Gira sobre sus talones provocando que su cabello ondee sobre su hombro, yo la sigo hasta la cocina pensando en cómo diablos ordenaré los 54 tenedores que suelen usar en sus elegantes cenas, pensamiento que verbalizo ante Genny y claramente le hace aún más gracia.

-No es tan difícil Bru. -Dice señalando el orden que sigue en el primer plato, del cual tomo nota mentalmente para recordarlo.

-Lo dices porque te lo enseñaron desde que tenías 6 años. -Respondo rodando los ojos mientras intento acomodar los cubiertos de la forma adecuada, desde mi perspectiva se ve bastante bien.

-Desde los 4 en realidad. -Corrigue mis palabras y la posición de los tenedores que acabo de ubicar.

Mis ojos se abren de par en par pensando en una Geneviève mucho más pequeña de edad pero igual de mandona preparando mini mesas elegantes para una fiesta del té con sus peluches o algo por el estilo.

-Dime Genny, ¿Alguna vez jugaste con tierra o algo que incluyera ensuciarte? -Cuestiono entre seria y burlona, recordando las miles de veces que papá me encontró en el patio con mis hermanos cubierta de barro.

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