GenevièveAquel reflejo en el espejo no podría ser más crudo en este momento.
Ahí estaba yo, de pie frente a él, vistiendo un vestido negro de mangas largas con el cabello cayendo por el largo de mi espalda, mi rostro lucia cansado por las noches sin dormir y mis ojos estaban irritados de tanto llorar.
La vida había comenzado a moverse más lento desde que Lucien no estaba conmigo.. y eso estaba bien, porque no me quedaban fuerzas para correr tras ella.
El sentimiento de tristeza me había terminado de dominar al notar que inconscientemente aún lo estaba esperando, luego de la llamada me quedé sentada frente a la puerta de entrada hasta el amanecer, mamá tuvo que quitarme de ahí dado que yo no podía mantenerme en pie.
Las palabras no salían, como si mis labios estuvieran adheridos, privándome de la expresión, a pesar de que en el fondo sabía que si intentaba hablar terminaría llorando aún más, con el tormento que había día y noche en mi mente ya era suficiente, no podía tolerar nada más.
No tenía deseos de pensar en cómo lucia hoy, por primera vez no me interesaba en absoluto mi aspecto físico, mi cabeza estaba nublada y mi corazón tan adolorido que parecía casi inerte.
Aparto la mirada del espejo en el tocador para fijarme en otro punto del mismo, una pequeña foto instantánea que capturé hace solo un par de semanas.
Somos Lucien y yo en el patio trasero, en la foto aparece el con un mechón de mi cabello sobre sus labios simulando que es un bigote, a la vez que hace labios de pato y guiña un ojo, mientras que yo me limito a abrazarlo con uno de mis brazos y a sonreír con los ojos achinados.
Acaricio aquel pequeño recuerdo percibiendo como mi corazón una vez más se encoge ante este sentimiento.
Hace dos días estaba jugueteando con mi hermano.. y hoy estoy preparándome para enterrarlo.
-Ciel. -Escucho a mis espaldas lo que me hace girarme sobre la punta de mis pies, Adrienne se asoma por la puerta, su nariz esta roja al igual que sus ojos y su vestimenta es igual a la mía. -Ya debemos irnos.
Asiento lentamente para luego ponerme de pie con cuidado sintiendo el malestar de mis recientes heridas, y tomar mi bolso, ella me espera hasta que salgo y cruza su brazo con el mío después de dedicarme una sonrisa triste, yo solo aprieto mi agarre en su brazo.
En el primer piso están mis madres con el resto de mis hermanas encerradas en un tenso silencio, mamá sostiene la mano de mi madre y veo que le da un ligero apretón para darle ánimo, ella se ve muy mal, supongo que tenemos eso en común.
El camino en el auto es igual de silencioso y tenso, ni siquiera la radio hacía ruido, mi madre pidió que la apagaran a penas subimos.
Al llegar observo la abrumadora cantidad de personas presentes y solo siento más deseos de correr de ahí, sobretodo al notar a los camarógrafos y periodistas presentes, solo quiero gritarles que se larguen y nos dejen vivir en privado esta tortura.
La gente me abraza, se disculpa y llora en mi hombro, solo respondo con asentimientos de cabeza, no estaba en posición de darle consuelo a nadie y tampoco lo anhelaba recibir.
El comienzo de la ceremonia se sintió pausado, como si cada palabra fuese previamente pensada y dedicada especialmente para el, lo que me provocó cierta conformidad a pesar de mi condición actual.
Podía oír al padre decir muchas cosas que no procesaba del todo en este momento, me sentía tan frágil que a duras penas me mantenía en pie y el clima no ayudaba en absoluto, estaba frío y lluvioso, lo que le daba un ambiente aún más sombrío al cementerio.
-Ciel. -Dice mamá posando una mano sobre mi hombro alejándome de mis pensamientos. -¿Te gustaría dedicarle unas palabras a tu hermano?
Aprieto los labios para luego asentir dando un par de pasos, hasta quedar justo frente al ataúd de mi hermano.
Un escalofrío me recorre de pies a cabeza haciéndome sacudir con fuerza, una parte de mi se rehusa a creer que mi hermano está en ese lugar, a punto de perderse en la oscuridad.
-L-Lucien.. -Digo con la voz entrecortada, oigo a mi madre sollozar detrás de mi, mamá la sostiene entre sus brazos evitando que caiga. -¿R-Recuerdas.. nuestro último viaje? fuimos a la playa sin que nos importara el frío que podíamos llegar a sentir por ir en pleno invierno, estabas tan feliz porque yo había tenido mi primera exposición, te sentiste tan orgulloso de que mi arte fuera sobresaliente, tan orgulloso.. -Hago una pausa para suspirar. -Sabías bien lo mucho que amo la playa y no tuviste mejor idea que hacer un viaje con nuestros amigos para celebrar el que según tu era el primer logro de muchos, ese día.. me lanzaste al agua, yo te enterré en la arena y bailamos al atardecer nuestra canción favorita. -"Somewhere only we know" pienso, las lágrimas comienzan a caer empapando mi rostro, pero pronto se pierden entre las gotas de lluvia. -C-Creo que esa tarde la mantendré enfrascada.. como el recuerdo más hermoso con mi hermano.. ¿S-Sabes? en estos momentos quiero pensar que aunque te fuiste lejos.. estás esperándome ahí, en el mar azul con arena fina y el sol iluminando todo a su paso, donde todo parece doler menos.
Me tomo un momento, ya que las lágrimas y sollozos han aumentado, tanto así que debo respirar profundo un par de veces para poder seguir hablando.
-Nunca me atreví a pensar en una vida sin ti, y aunque podría parecerle extraño a cualquiera, imaginé tantas cosas respecto a nuestro futuro, nuestra graduación, entrar a la universidad, pero mi sueño favorito era el día de mi boda. -Pongo una mano sobre su fría tumba y una corta sonrisa recorre mis labios, pero desaparece lo suficientemente rápido como parecer un espejismo. -Desde que somos niños he pensado en el día de mi boda, y mi parte más deseada de aquella ilusión de niños, era entrar a la iglesia del brazo de mi hermano, lo imaginé tantas veces que pensaba que sería seguro, deseaba ser entregada al amor de mi vida por mi único hermano, ya que hubiera sido imposible elegir a una de nuestras hermanas, dado que tenemos cuatro, pero.. solo hay un Lucien.
Esto último basta para quebrar mis últimas fuerzas, mi pecho sube y baja con rapidez, poso una mano ahí intentando proteger mi corazón.
-Mis sueños e ilusiones, todo ha muerto contigo, se enterrarán en lo más profundo de mi ser y se quedarán ahí por siempre, porque jamás te graduarás a mi lado, jamás vendrás para tomar mi brazo el día de mi boda, t-tú jamás volverás de la playa Lucien.. y no sé cómo viviré con eso.
Me arrodillo en el césped sintiendo como mis piernas se humedecen instantáneamente, apoyo mi frente en el ataúd mientras mis lágrimas amenazan con ahogarme.
-Lamento tanto no haber estado ahí para ti Lu, yo debía protegerte.. y en lugar de eso te dejé ir, perdóname por favor.. -Susurro cerrando los ojos con fuerza. -Por favor.. por favor perdóname Lu, por favor.. necesito que me perdones..
Siento los brazos de Adrienne abrazándome por detrás mientras lo que queda de mi se parte en dos mitades desiertas, duele tanto que no entiendo como sigo aquí, se siente como si una parte de mi corazón hubiese sido arrancada con fuerza y ahora solo quedara ese enorme vacío en mi, ese vacío enorme que dejó la pérdida de mi hermano.
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Tacto Dulzón
JugendliteraturEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...