EllaJusto en este momento sentía un nudo en el estómago, caminando hacia el salón B para rendir el maldito examen, el resto del fin de semana no había salido de mi habitación por estar estudiando, este examen no era para menos, la profesora nos había advertido que sería 20% de la nota final, así que una mala calificación equivaldría a.. la muerte.
Si, exactamente.
Francamente siempre fui una alumna aplicada y mi método de estudio solía serme muy efectivo, así que espero sacar una muy buena calificación.
Hunter y Danielle parecían desinteresados de mis nervios, solo conversaban sobre el concierto al que irían el viernes, asunto donde yo no estaba incluida ya que no era un artista que me interesara, así que por mi parte me quedaría en mi casa viendo un maratón de The Owl House con Marcus mientras como galletas de chocolate.
En mi cabeza es un panorama genial.
-Ella, suelta tu uña. -Dice Danielle quitando mi dedo de mi boca de un manotazo, tan delicada como siempre. -Te la vas a arrancar si sigues así.
-Auch.. déjame, estoy nerviosa. -Respondo frunciendo el ceño viendo mi mano golpeada. -No puedo fallar ahora y eso me está matando.
-No fallarás Ella, eres un pequeño genio, seguro serás la mejor calificación. -Dice Hunter codeándome mientras me guiña un ojo.
-No le desees eso Hunter, ya sabemos quien será la mejor calificación en el examen. -Comenta Danielle quien se detiene para tomar unas cosas de su casillero, Hunter le hace caras en lo que está volteada, lo que me hace reír bajito. -Geneviève es siempre la mejor en todo y si llegaras a ganarle en esto.. no quisiera ser tu.
-Oh.. vamos, ¿En serio nadie la supera en calificaciones? -Cuestiono incrédula, ambos miran hacia varias direcciones antes de encogerse de hombros. -Bueno, lo siento por ella, pero yo tengo que pelear por mantener mi lugar, no vine a jugar aquí, debo entrar a la universidad y necesitaré una beca para eso.
-Esa es mi Ella. -Dice Hunter desordenando mi cabello y Dani entrelaza su brazo con el mío. -Relájate, créeme.. has sobrevivido a cosas peores que esto.
El timbre suena avisándonos que es el momento, respiro profundo a la vez que escucho las palabras de ánimo de mis amigos para luego entrar al salón, donde todos se ven igual o más nerviosos que yo, algunos releen sus apuntes y otros escriben en pequeños papeles, que supongo son para copiar.
Tomo asiento en uno de los lugares del frente para librarme de distracciones y saco mi libro para refrescar mi memoria, mientras leo veo por el rabillo de mi ojo como se sienta junto a mi la señorita tres nombres sin siquiera mirarme y relee una hoja de resumen, que supongo ella misma redactó, la cual luce impecable, con la cantidad justa de información y colores.
La mía es solo un desastre de información.
Al estar tan cerca de ella percibo que destila un tenue aroma dulzón, que inconscientemente inhalo disfrutando la sensación y relajándome un poco.
Vainilla.
-¿Nerviosa? -Pregunto sin poder evitarlo, si en mi estado normal necesito hablar para sobrevivir, nerviosa es mucho peor.
Ella se vuelve hacia mi con el ceño fruncido pero al ver mi expresión nerviosa suaviza su expresión.
-Los nervios son para desequilibrados. -Responde finalmente desconcertándome, puede que las palabras que dijo tengan sentido para ella, pero su mano temblorosa y las ojeras adornando su rostro también hablan por si mismas. -Confío en mi preparación lo suficiente como para estar calmada ahora mismo.
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Tacto Dulzón
Teen FictionEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...