GenevièveLa mañana estaba nublada y fresca, corría viento frío a través de las poco concurridas calles a las afueras de Londres, Octubre había llegado en todo su esplendor y nos estaba consumiendo con su característica frialdad.
La jornada comenzó con mi hora y media de ejercicio intenso, para luego ducharme sin prisa y llegar a mi parte favorita de la mañana.
¿Qué diablos me pongo?
Últimamente estaba usando muchas faldas porque me sentía cómoda con ellas, lo que era extraño, pero con el día que se me venía más me valía taparme un poco más que eso.
Finalmente me decidí por unos jeans negros de pierna ancha, un sweater violeta ajustado y mis botas de tacón que no podían faltar, al ponerme la ropa noto que me he relajado demasiado con mi régimen, estoy subiendo mucho de peso, mis prendas ya no me quedan tan holgadas como solían hacerlo.
Veo mi rostro desde varios ángulos en el espejo preocupada, pero vuelvo a respirar dado que aún no es algo tan significativo, pero debo volver a las restricciones ahora o para finales de año sería una ballena.
Maquillo mi rostro sutilmente, un poco de fijador en mis cejas, cubro mis marcadas ojeras con corrector, en los ojos aplico rímel y delineador, y para los labios solo un gloss, a simple vista lucían un poco secos.
Bajo las escaleras con mi bolso colgado del brazo, claramente después de ordenar mi habitación y cepillarme los dientes, en la planta de abajo está Adrienne bebiendo café mientras ojea una revista, a poco menos de un mes para la boda aún quedan detalles por pulir, cosa que constantemente la está enloqueciendo.
-Buen día Adri. -La saludo y ella hace un gesto para que le bese la mejilla, cosa que hago sin chistar.
-Buen día Cielito. -Saluda aún con la vista fija en las páginas de la revista, cuando finalmente la alza me escanea de arriba a abajo y sonríe. -Estás muy bonita hoy.
-Gracias. -Respondo para luego acercarme al refrigerador y tomar la jarra de agua, por alguna razón no me gusta el agua a temperatura ambiente, solo fría. -¿No es muy temprano para estar enloqueciendo Adri? -Pregunto con la clara intención de molestarla un poco, ella se mantiene callada en lo que yo saco un vaso y vierto el agua.
-Nunca es demasiado temprano para enloquecer Cielito. -Contesta arrugando la nariz y luego se sorprende leyendo algo sobre los peinados, la observo con una ceja arqueada y llevo el vaso con agua fría a mis labios disfrutando la sensación. -¿Crees que debería cortarme el cabello? ¿Algo distinto?
-Oh no, ¿Tú también? -Cuestiono sentándome junto a ella. -Creo que con Charlotte es más que suficiente.
-Cierto, nuestra madre ahora luce el cabello sorprendentemente corto. -Señala frunciendo el ceño a la nada. -Fue extraño que ocurriera de un momento a otro, ella amaba su cabello así de largo.
-Charlotte tiende a ser un poco impulsiva, aunque no vaya a aceptarlo. -Digo a la vez que niego sonriendo. -Oh, no te he contado las novedades, la abuela me consiguió un "trabajito". -Menciono haciendo comillas con los dedos que aparentemente la confunden.
-¿Trabajito? -Pregunta alzando una ceja.
-Si.. está relacionado con la línea de ropa de uno de sus amigos, me harán una sesión de fotos y aparentemente también participaré en la pasarela. -Respondo encogiéndome de hombros.
-No creí que te interesara el modelaje. -Menciona revolviendo su café con crema y dándole un sorbo.
-Yo tampoco, pero no quise negarme a la petición de la abuela y tampoco es como que vaya a perder algo. -Digo viendo el vaso que reposa entre mis manos.
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Tacto Dulzón
Teen FictionEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...