EllaMiércoles, mitad de semana.
Había despertado muy temprano, inconscientemente me estaba preparando psicológicamente para hacer el proyecto de arte en la casa de Geneviève, a pesar de que acordamos ser amigas y desde que la visité en el hospital habíamos intercambiado un par de mensajes, me sentía nerviosa, muy nerviosa, conocería su casa y quizás a algún miembro de su numerosa familia
Eso sin contar las constantes advertencias y pseudo órdenes de Danielle y ahora Hunter se había unido a esto, insistiendo en que no me relacionara con ella, me estaban volviendo loca.
Iba sentada en el asiento del copiloto, Ame conducía y Ale iba sentado en los asientos de atrás viendo videos de animalitos, ambos habían querido traerme y no me iba a negar a eso
-Pareces un chihuahua. -Dice Ame viéndome de pies a cabeza brevemente.
-Estoy un poco ansiosa, eso es todo. -Respondo intentando restarle importancia al asunto, aunque es obvio que mi cuerpo me está delatando.
-¿Ansiosa por? -Me pregunta Ale con la ceja alzada apartando la vista de su teléfono.
-Por el examen de historia de mañana, claramente. -Contesto como si de una cosa obvia se tratara y parecen creerme.
-Eres buena en historia Bambina, lo harás bien. -Dice el sonriendo de lado, yo asiento sin prestarle mucha atención a el, ya que mi atención está en el camino.
A medida que nos vamos acercando a la dirección indicada las casas comienzan a verse cada vez más grandes y extravagantes, al punto donde mi casa probablemente es del tamaño del baño de una de estas mansiones.
-Estamos estúpidamente cerca de la Élite de Londres, esta gente usa billetes en lugar de abanicos. -Comenta Alessio con la boca abierta, ni siquiera puedo reírme de su chiste, estoy igual de perpleja que el.
-¿Qué esperabas? nuestra Ella ahora estudia literalmente con los próximos líderes del país. -Dice Amelio con un tono serio pero aún así luciendo sorprendido, esto no me está ayudando mucho.
Gracias a mis confiables fuentes y a la gente chismosa sabía de sobra que Geneviève tenía dinero y fama, status, pero creo que mi mente no lo procesó tanto hasta ahora.
El trayecto se sintió eterno, entre mis florecientes nervios y los ocurrentes comentarios estúpidos de mis queridos hermanos.
-Llegamos pequeña, residencia Dreux-Brèzè. -Anuncia Amelio con un tono de voz extraño, que me hace reír y relajarme un poco.
-Estás muy tensa, no me digas que no sabías que las Dreux-Brèzè están podridas de dinero. -Me pregunta Alessio como si fuera tonta, bueno, ahora mismo me siento bastante tonta.
-Bueno, había escuchado algo al respecto, pero no me hice realmente la idea. -Respondo observando impresionada el lugar y luego de repasar mentalmente que decir, me dispongo a abandonar el auto. -Bien, gracias por traerme chicos, les avisaré si deben venir por mi.
-Suerte Ella, cuida tus modales. -Dice Ame divertido con una falsa voz elegante.
-Adiós Brunella Sophia. -Sigue el otro animal y de paso alza una ceja intentando molestarme.
-Nos vemos idiotas. -Digo a modo despedida y espero a que el auto se aleje para avanzar hacia la entrada, o lo que parece la entrada.
-Residencia Dreux-Brèzè buenas tardes, ¿Su nombre señorita? ¿A quién busca? -Pregunta el hombre de la entrada con tono duro y serio, dejándome un poco descolocada.
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Tacto Dulzón
Ficção AdolescenteEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...