EllaLa sensación de intenso nerviosismo que tenía hace apenas unas horas parece haberse disipado por completo, ahora mismo, junto a ella, me siento completamente en paz.
Fijo mi mirada en Geneviève, notando como su cabello al secarse al aire y después de estar en contacto con el agua salada se ondula ligeramente, dejando de verse así perfectamente liso y un poco más relajado, esto acompañado de que no trae ni una gota de maquillaje la hace lucir maravillosa a mis ojos, tan genuina y pacífica.
Es completamente perfecta así de natural.
-Pareces estarme observando en detalle, lamento decir que si me sigues viendo así pensaré que estás enamorada de mi. -Dice ella con una sonrisa de lado y ubicando un mechón detrás de su oreja ocultando así su sonrojo.
-No es nada muy alejado de la realidad. -Respondo esperando que ella me escuche, pero no lo hace, en lugar de eso se distrae con el ondear brilloso de la fogata frente a nosotras. -Dime, ¿Acaso no sientes frío Genny? -Cuestiono al notar sus labios de un ligero todo violáceo.
No hacía un frío insoportable, pero al salir del agua solamente volvimos a vestirnos con nuestras prendas anteriores nos encontrábamos aún al aire libre, por lo que era entendible que se sintiera congelada a pesar del fuego que ya entibiaba nuestros cuerpos.
-Estoy bien, el alcohol me mantiene caliente. -Contesta elevando su copa y bebiendo de ella a la vez que se acurruca más contra sí misma. -De todas formas el fuego pronto hará efecto en mi.
Observo esto pensando en si debería hacer lo que quiero, tomo la copa frente a mi y le doy un largo trago, disfrutando de su sabor, nunca había probado un champagne tan dulce y su gusto de fondo es casi empalagoso, pero aún así me gusta.
Con mi brazo libre la tomo por la cintura y la atraigo a mi en un solo movimiento, cosa que la hace reír pero a su vez acepta que su cuerpo se pegue al mío, su cabeza descansa en mi hombro, cerca de mi cuello, por lo cual percibo su respiración calmada y pausada.
-Este es el panorama perfecto Genny. -Digo apoyando mi cabeza en la suya y a su vez haciendo círculos en su hombro.
-Me fascina estar aquí, es tan tranquilo. -Responde cerrando sus ojos escasos segundos, los suficientes para que me encargue de admirar su rostro relajado. -Solía venir aquí siempre con mi hermano, cada vez que teníamos oportunidad, estar aquí me hace sentir que lo extraño más que nunca.
-Entiendo. -Comento sin saber del todo que responder ante su confesión. -¿Qué crees que estaría haciendo él si estuviera aquí?
-Probablemente se hubiese sentado entre tú y yo, te preguntaría cuáles son tus intenciones conmigo y después se comería todas las fresas porque eran sus favoritas. -Cuenta con una sonrisa para luego tomar una del plato que tenemos a un costado. -No te preocupes, todo lo del hermano sobre protector era una simple fachada, el era encantador, de seguro se hubiesen llevado increíble.
-Estoy segura de eso, tu hermano me suena a un muchacho maravilloso. -Digo abrazándola con más fuerza, intentando así mantenerla unida a pesar de su dolor.
-Lo era, claro que lo era. -Contesta con ojos brillosos. -Gracias por aceptar que te secuestrara, es importante para mí estar contigo aquí, porque tú eres lo más importante para mí ahora.
No llego a responderle ya que ella toma su teléfono y deja sonar una linda y pegajosa melodía, que sé he oído antes pero ahora mismo no puedo recordar.
-¿Qué canción es esa? -Pregunto con sincera curiosidad. -Me gusta.
-How Deep Is Your Love de Bee Gees. -Responde con la mirada en otro punto. -Es una de mis favoritas, ¿Sabes? Siento que acabo de entender su sentido.
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Tacto Dulzón
Teen FictionEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...