GenevièveLas cuatro paredes a mi alrededor parecían hacerse más pequeñas conforme pasaban los minutos, o tal vez las horas, tener noción del tiempo aquí dentro era muy difícil dado que claramente no podía usar mi teléfono, lo que era extremadamente tortuoso.
Hace cinco días que estaba encerrada nuevamente y me sentía como un canario enjaulado, la gente que me rodeaba aquí dentro me ignoraba mayoritariamente, siempre era un problema distinto de una persona distinta, que a veces escalaban hasta terminar siendo un gran y violento escándalo, donde se involucraban enfermeras y doctores.
Yo me mantenía aislada en mi burbuja de silencio generalmente, no me interesaba hablar con nadie, mucho menos relacionarme con alguien.
Cada día que día que pasaba me sentía más débil y demacrada, la comida que servían aquí era realmente asquerosa y el estarme alimentando mal estaba causando estragos nuevamente, mis huesos se notaban cada vez más marcados y mi rostro lucía triste y cansado, parecía una sombra de lo que fui alguna vez.
Sin contar que aún tenía varias cicatrices en mi cuerpo que deseaba con todo mi corazón que desaparecieran, para permitirme olvidar lo sucedido de una vez por todas.
La psiquiatra venía cada día y pasaba largas horas hablando sola, ya que yo aún no me había decidido a hablar con ella, solo miraba cada pequeño detalle de la habitación mientas ella pasaba mucho tiempo parloteando sobre cosas que yo no quería escuchar.
Justamente ahora la tenía frente a mi, Samantha Miller, con su típico intento de lucir un rostro simpático y sereno, normalmente lo que me distraía de sus palabras era analizar su aspecto físico y su manera de vestir, por ejemplo, hoy lleva su cabello rojizo amarrado en un moño ajustado del cual no se escapa ni un cabello ya que tiene una ligera capa de gel, sus ojos azules están perfectamente maquillados con máscara de pestañas y delineador, su perfecta piel no debe traer más que hidratante ya que luce natural, está usando una blusa azul de seda y una falda tubo que la hacen lucir elegante a conjunto con sus tacones bajos del mismo color de la falda.
Sencilla, pero bien arreglada.
-Ciel, ¿Estás escuchándome? -Cuestiona alzando una ceja en mi dirección, en su mano derecha sostiene una libreta y en la otra menea un bolígrafo rojo.
La observo desde la cama pensando si justificarme o no, y raramente decido hacerlo.
-¿Acaso eso me serviría de algo Samantha? -Respondo imitando su gesto pero de manera más desafiante. -Escuchar sermones no solucionará nada de lo que me está sucediendo.
Ella parece sorprenderse breve segundos por mi contestación, pero rápidamente sale de ese estado para continuar con el diálogo.
-Quizás si o quizás no, pero no lo sabrás jamás si no lo intentas. -Dice cerrando la libreta y quitándose sus lentes redondeados para rascar el puente de su nariz. -Han pasado días Ciel, si tanto deseas salir de aquí cooperar más en tus sesiones sería lo lógico, ¿No?
-No necesito cooperar con nada porque yo no necesito estar aquí, no estoy rota, no más. -Contesto apartando la mirada de sus intrusos ojos azulados hacia las puntas de mi cabello, están resecas y horribles, jamás habían lucido así, pero dado que aquí tienen un acondicionador de pésima calidad se estaba arruinando mi cabello. -Estoy bien, ya todo está bien conmigo, lo prometo.
-Si todo está tan bien como dices, ¿Por qué intentaste suicidarte hace 10 días Ciel? -Pregunta inclinándose hacia el frente con una expresión distinta que no puedo descifrar tatuada en su rostro. -Eso no es un evento aislado y es imposible que te hayas recuperado tan rápido de una situación como esa.
![](https://img.wattpad.com/cover/284529822-288-k259606.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tacto Dulzón
Novela JuvenilEn ese momento Geneviève se recriminaba de tantas formas a si misma, no podía lidiar con esto. ¿De qué le había servido ser perfecta toda su vida? ¿De qué le había servido hacer todo como se suponía que debía hacerlo? ¿De qué le había servido sa...