Uno de los esbirros de Vane le dio un fuerte rodillazo a Sparrow en el estómago. El pirata cayó al suelo, el golpe lo había dejado sin aire y muy adolorido.
Todos en la cubierta reían, menos Anastasia que contemplaba con horror como golpeaban a Jack. Tenía tanto miedo que no podía hablar, mucho menos gritar o hacer cualquier otra cosa. Estaba paralizaba bajo la mirada de Vane. Creía que en cualquier momento la arrastraría al interior de la nave y tomaría a la fuerza.
El capitán del Perla seguía de rodillas en el piso de madera. Trataba de jalar todo el aire que podía. Aquellos golpes lo habían dejado mareado y desubicado. Los hombres de Charles Vane lo despojaron de la espada, un cuchillo y de sus dos pistolas. Había contado más de sesenta hombres. No podía hacer nada contra ellos, no en ese momento. Empezó a idear un plan para poder escapar con Anastasia antes de que les hicieran más daño.
Vane hincó la rodilla para estar más o menos a la altura de Jack. Lo miró fijamente, pero en su rostro no había más que mal sana diversión.
—Y bien —dijo y todos hicieron silencio. Sparrow volteó a verlo —. Antes de matarte quiero saber por qué hundiste mi nave la otra vez. Porque ese cuento de que fue para salvar a esta mujer, no me lo trago.
—Si no lo quieres creer, no es mi problema. —respondió Jack.
Charles Vane se puso de pie y pateó fuertemente la cara de Sparrow. Anastasia rompió el silencio con un grito al ver como el hombre caía de espaldas. Pero este se volvió a incorporar, aunque con la cara bañada en sangre.
—¡Dice la verdad! ¡Dice la verdad! —espetó desesperada.
—¿Ah, sí? —se acercó el malvado capitán a ella. Puso su mano áspera y húmeda en el mentón de la muchacha y le levantó el rostro.
—Sí. —escupió. Cerraba los ojos, no quería encontrarse con los de él.
—Entonces —volteó a ver al hombre herido en el suelo — ¿todo esto fue solo por una simple ramera? ¡Qué decepción!
—¡No es una ramera! —Sparrow se levantó y se abalanzó contra Vane, pero no le causó ni un daño. Vane lo golpeó nuevamente en la cara.
—¡Mienten, Capitán! —un hombre de hasta atrás del grupo gritoneó. Sus compañeros le abrieron paso y se posó frente a los prisioneros, justo a un lado del mandamás.
Anastasia creyó estar alucinando, pero al advertir que lo que sus ojos veían era real, se llenó de coraje.
—¿Qué haces aquí? —le cuestionó a Tobías Read. Pero este no se molestó en responderle.
—¿Se conocen? —preguntó Vane.
—Desgraciadamente sí. —replicó Sparrow encorvado del dolor. La sangre que salía de su nariz y boca había salpicado el suelo y había manchado su ropa.
—No me dijiste que pertenecías a la nefasta tripulación de Sparrow —dijo su nuevo capitán.
—Es algo de lo que me avergüenzo, Señor —declaró.
Anastasia tenia ganas de saltar sobre él y golpearlo. —¡Bastardo! —gritó.
—No es para menos —replicó Vane al muchacho —. Lo encontramos a la deriva, en medio de la pasada tormenta. Y lo invité a formar parte de mis hombres.
—Cometes un grave error —exclamó Jack. Se escuchaba agotado —. Tarde o temprano te va a traicionar. Es su costumbre.
—Más le vale no hacerlo. Aquí no hay hombres blandos como en tu maldito barco —amenazó viéndolo a los ojos. Sus hombres rieron dándole la razón —. Entonces —continuó —, decías que ellos mienten. ¿Qué es lo que tienes que decir al respecto? ¿Por qué atacaron mi nave?
ESTÁS LEYENDO
Cold Heart
FanfictionEl Capitán Jack Sparrow va tras un misterioso y gran tesoro que está lleno de secretos, misterios y leyendas. Se dice que, todos aquellos que fueron en su búsqueda, jamás volvieron. La única pista que el pirata tiene es Anastasia, una joven que casi...