CAPÍTULO XIV: "¿BEBIDA DEL AMOR? NO ME HAGAS REÍR"

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La alarma sonó despertando a un joven pelirrojo que se encontraba arropado entre las suaves sábanas blancas, una mano lentamente se acerca a su repisa donde descansaba su celular y apaga el estridente sonido. Akashi, se queda recostado unos minutos mirando el techo, para luego levantarse e ir al baño dando inicio a un nuevo día.

Los minutos van pasando mientras Akashi toma una ducha, posteriormente sale del baño con una toalla rodeando su cintura y con otra secando su cabello, mientras revisa la hora en su celular "6:30 am, todavía es temprano" piensa abriendo las cortinas del lugar que dan paso a unos amplios ventanales que permiten ver cómo el cielo cada vez se vuelve más azul.

Toma su uniforme escolar posicionado sobre la cama ya tendida gracias a Maeda Fuyu, quien ha sido como una segunda madre para Akashi, y se lo coloca. Cuando está a punto de terminar de colocarse la corbata, el sonido de su celular empieza a sonar por toda la habitación, una vez que tiene el aparato entre sus manos, responde sin revisar quién es.

- Akashi Seijuro - dijo con una voz monótona.

- Akashi-kun, espero que no te hayas olvidado de nuestro evento importante de hoy - respondió la voz desde el otro lado del celular, con una voz también monótona pero que tenía un dejo de emoción.

- No, Tetsuya, no me olvide que hoy cierran tu cafetería favorita - dijo con un suspiro - En un rato salgo para allá.

- Muy bien, Akashi-kun. Nos vemos - Kuroko finalizó la llamada.

Akashi dejó su celular en la mesita de noche que tenía a un lado y volvió al espejo para terminar de vestirse. Se secó el cabello, que todavía tenía húmedo, con una secadora, luego tomó su celular y su mochila para salir de su habitación.

Akashi cruzó por el largo pasillo con dirección a las escaleras centrales, pasando al costado de unas grandes puertas de madera, lugar donde pocas veces había entrado, la oficina del gran empresario y dueño de Akashi Corporation, Akashi Masaomi, o más conocido para él como su padre.

Al llegar al primer piso no se escuchaba ningún ruido, aunque de vez en cuando se oía los pasos del personal de la mansión que empezaban a realizar sus actividades cotidianas. Pasó de largo la sala y fue directamente hacia la cocina, donde se encontraba Maeda Fuyu preparando diferentes postres para el señorito de la familia.

- Buenos días, señora Fu. ¿Cómo se encuentra el día de hoy? - preguntó Akashi con una sonrisa amable.

- ¡Oh! Joven Akashi, me encuentro muy bien, muchas gracias. ¿Qué desea desayunar? - preguntó la señora Maeda, terminando de sacar unas galletas del horno.

- Hoy no desayunaré en casa, acompañaré a Tetsuya a un evento en su cafetería favorita - dijo mientras comía una de las galletas.

- ¿"A & B"? - Akashi miró incrédulo a la señora Maeda - No me mire con esa cara joven Akashi, conozco perfectamente los gustos de sus amigos tanto como los suyos.

- Lo siento, señora Fu.

- No se preocupe, joven Akashi - sonrió la señora Maeda poniendo las galletas en una bandeja - ¡Ah! Cierto, su padre salió de viaje por trabajo, me pidió que le dijera que puede que vuelva la próxima semana.

- Entiendo, gracias - No era nada nuevo que su padre saliera de un día para el otro de viaje sin decirle nada, ya estaba acostumbrado, hasta podría decir que le era raro verlo en casa durante tanto tiempo - Bueno, me retiro. Que tenga buen día, señora Fu.

- Igualmente, joven Akashi - dijo mientras se despedía con la mano, desde hace años que ya no hacía una reverencia por órdenes de Akashi, al parecer no le gustaba cuando lo hacía.

Salvando tu destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora