Salvando tu destino

CAPÍTULO XXX:"EL CAMPAMENTO - PARTE 2"

Realmente estoy muy emociona y sorprendida de que hemos logrado escribir 30 capítulos... es muy sorprendente. La verdad es necesario mucha pasión para hacerlo, pero sus comentarios y votos realmente nos motivaban.

Espero que lo disfruten y aprecien los capítulos que escribimos, ya que a nosotras nos gusta escribirlo y sin más le dejamos el cap.

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Se estaba desesperando, la lluvia no paraba de caer hasta la idea que el cielo se podía caer, apareció en él. Decidió arrancar y volver por sus pasos, asi de alguna forma volvería al camino principal mientras pensaba en algo para poder lograr llegar al campamento. A medida que iba conduciendo, pequeños golpes al timón le daba porque no sabía cómo solucionaría aquella situación.

– Solo era colocar la dirección bien

El sentimiento de frustración del contrario iba intensificando al no poder entender como le pasó aquello. Los minutos pasaban y solo faltaba poco para llegar a la carretera y él aún no había solucionado nada. Se detuvo a un lado del camino, no podía soportar aquel pensamiento de no ser capaz de valerse por sí mismo ...

Y Kouta lloró.

No aguantaba más con el nudo que se había formado en su garganta y decidió liberarlo. Sus suaves gimoteos eran amortiguados por el sonido de la lluvia golpeando el capote de su carro, el llanto parecía no parar no tener fin. Debía de encontrar una solución o ni llegaría al campamento, ni a su casa.

– Todo por una bendita maleta que...

La maleta. La maleta que Kouki había alistado.

Sabía lo cuidadoso que era su hermano y lo organizado que era con sus cosas, ¿Por qué no había pensado en eso antes? Tomó la maleta de los asientos de atrás y empezó a rebuscar entre sus cosas hasta encontrar lo que tanto ansiaba ... Un bendito cargador. ¡Felizmente, ambos hermanos tenían modelos similares de celular! Sin esperar más, lo conectó al auto y cuando vió como la batería salía cargando, sintió como un peso era quitado encima de él.

Esperó los cinco minutos más largos de su vida y por fin el celular prendió, ignoró por completo los mensajes de las llamadas perdidas de su hermano y un par de personas más, si quisiera ser atrevido, diría que hasta vio el nombre de Mitsui pero aquello era casi imposible. Colocó esta vez el nombre bien, y mirando la cantidad de gasolina tenía volvió a arrancar.

Durante todo su camino, estaba rezando ¿A quién? Pues a todas las personas y deidades que conocía, desvió todas las llamadas y colocó un poco de música. Esperaba que en su hora de viaje, pudiera tranquilizarse, no necesitaba malos pensamientos que lo atacaran a cada momento de su dia. Necesitaba un poco de tranquilidad.

La angustía volvió 5 minutos antes de llegar a su destino, su estomago de apretó su respiración se volvió superficial y todos los nervios salieron de él.Esperaba que esta vez, sea el lugar esperado. A cada metro que se acercaba, sus latidos se aceleraban. Recien pudo respirar tranquilo cuando vio una pequeña edificación y un par de personas esperando debajo de un paraguas en la entrada.

Estacionó el auto y miró la gasolina... ya casi no quedaba nada de ella. Debería de buscar una gasolinería pero por la lluvia, dudaba que estuvieran atendiendo. Con un suspiro, se deshizo de su cinturón y salió del auto, cuando sintió como alguien lo golpeaba y terminaba abrazando.

– Kouki...

–¡Tú! ¡Pensé que te había pasado algo!¡Eres un tonto por no contestar el teléfono! Mi preocupación subió a los cielos, solo quería ir a buscarte y encima llueve ¿Sabes cuantos accidentes de autos se producen en este clima? Muchos, estaba apunto de llamarle a papá y que viniera a buscarte. ¡Todos estabamos preocupados por ti! ¿Estas son horas de llegar? Es demasia – Kouta lo cortó con un abrazo y acomdó la cabeza del menor entre el hueco de su hombro.