Salvando tu destino

CAPÍTULO XXVI: "¿TE CASARÍAS CONMIGO?"

"¿TE CASARÍAS CONMIGO?"

El sonido de un celular empezó a sonar fuertemente por toda la habitación, despertando a nuestros bellos durmientes, o bueno a la mayoría de ellos.

- ¿De quién es esa cosa? - preguntó Takao todo despeinado mientras se ponía la almohada encima de la cabeza y trataba de dormir de nuevo.

- Bro, alguien te llama - dijo Himuro bostezando mientras le pasaba su celular al pelirrosa que intentaba abrir los ojos.

- Gracias - Kagami recibió el celular, que por poco se cae de sus manos - ¿Aló? - dijo con una voz somnolienta.

- ¿Kawamura-kun? ¿Te desperté? - la voz del otro lado de la línea sonaba preocupada.

- ¿Kuroko?

- Sí, Kawamura-kun. Lamento despertarte, pero quería saber tu dirección, me dijiste que me la pasarías pero nunca la recibí, y realmente no sé a dónde debería ir para el almuerzo - Kagami sonrió inconscientemente, al parecer le gustaba la idea de escuchar la voz de Kuroko a primeras horas de la mañana.

- Ah, sobre el almuerzo - dijo Kagami sobándose los ojos - Espera ... ¡El almuerzo! - Kagami se terminó de despertar por completo, levantándose de su cama improvisada.

- ¿Acaso lo olvidaste, Kawamura-kun? - la voz de Kuroko adquirió un tono de tristeza.

- No, no, claro que no. Solo que ... Ahora no estoy en mi departamento, y todavía tengo que arreglar el lugar. ¿Qué hora es? - Kagami estaba buscando su celular, para ver la hora, sin darse cuenta que lo estaba usando para hablar con Kuroko.

- Falta poco para que sea el medio día, Kawamura-kun. Y si estás muy ocupado, no te preocupes, nos podemos reunir otro día, supongo - Kuroko se sentía desanimado, había esperado con ansias a que llegara ese día, pero al parecer fue el único que lo hizo.

- ¡No! - gritó Kagami que asustó tanto a Himuro como a Takao, porque Kouki seguía durmiendo sin saber lo que ocurría a su alrededor - Yo puedo ir a mi departamento justo ahora y arreglar para que vengas, solo dame ...

- Bro, ¿con quién hablas? - preguntó Himuro intrigado por el comportamiento de su hermano.

- ¿Kawamura-kun? Si está muy ocupado, podemos hablar después.

- ¡No, espera! - Kagami estaba un poquito desesperado con la situación, y seguía buscando su celular, claramente sin ningún éxito - Es Kuroko - susurró.

Himuro al ver así a su hermano, se paró de la cama, y obligó a sentar a Kagami en la cama. Le tomó por los hombros y le quitó el celular de las manos, Kagami al ver ello, trató de recuperarlo, pero la presión de los dedos de Himuro contra su clavícula lo obligaron a quedarse en su lugar.

- Hola, Kuroko, soy Hirai Tadashi, nos conocimos el otro día. ¿Puedes hacerme el favor de esperar un rato en línea? - preguntó Himuro con un tono alegre.

- Sí, claro, ¿está todo ... - Kuroko no había terminado de hablar cuando Himuro lo había silenciado.

Himuro volvió a ver al pelirrosa, que estaba con ganas de volver a tener su celular en sus manos. El peligris suspiró y pasó una de sus manos por su rostro.

- Taiga, ¿puedes calmarte un poco y decirme qué está pasando?

- Mooo, ¿por qué hacen tanto ruido en la mañana? - preguntó un Takao resignado a que no podría volver a dormir.

- Eso es lo que Taiga va a decirnos, y si no quieres que Kuroko siga esperando en el teléfono, nos lo dirás ahora - Himuro movía el celular de un lado al otro mostrando que Kuroko aún seguía ahí.