CAPÍTULO XXXI:"EL CAMPAMENTO - PARTE 3"

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"EL CAMPAMENTO - PARTE 3"

Los cantos de los pájaros daban inicio a un nuevo día, y eso lo sabía muy bien el entrenador de aquel minicampamento, quién como todas las mañanas se levantaba a las 7 am. Nijimura tendió su cama y se percató que la cama del costado estaba vacía y no habían rastros de que la hayan utilizado, lo que significaba que Haizaki había dormido en la otra habitación, con los chicos. Sonrió inconscientemente al recordar las risas tras la puerta, hacía mucho tiempo que no escuchaba las risas del peligris.

Con las energías renovadas fue a levantar a sus pupilos. "Sí, pupilos suena bien" pensó mientras reía levemente al dirigirse a la habitación que estaba al otro lado del pasillo.

Tocó repetidamente la puerta, y justo cuando pensaba en entrar por sí mismo, la puerta se abrió dejando ver a un peliplateado perezoso y soñoliento.

- Buenos días, Hirai-kun. ¿Cómo durmieron? - dijo mientras veía bultos tirados por diferentes lugares del cuarto.

- ¿Qué hora es, Nijimura? - preguntó Himuro rascando sus ojos.

- Las 7 de la mañana, hora de despertarse - dijo entrando.

- ¡¿Qué?! ¿Por qué tan temprano? - Himuro corroboró la hora en su celular, y sí, el celular marcaba las 7:05 am.

- Hay que aprovechar cada minuto - respondió el pelinegro - ¿No dicen que a quién madruga, Dios lo ayuda?

- Soy ateo.

- No importa, mi campamento, mis reglas - dijo dando una vuelta - ¿Por dónde empezamos?

- Ah - Himuro suspiró - Yo voy por Tadashi y Kawamura, ¿puedes levantar a Fukui y Haizaki? - Himuro recibió un asentimiento por Nijimura - ¡Ah! Y me olvidaba, buena suerte - dijo sonriendo.

Nijimura lo miró sospechosamente, sentía que era como una especie de venganza por parte del peliplateado, pero igual se dirigió hacia donde dormía el peligris. Al acercarse más pudo notar que sus ojos se movían como si estuviera soñando y su frente se encontraba perlada.

- Haizaki-kun - llamó pero no recibió respuesta - Despierta, Shou-kun - susurró cerca de su oído, pero nada, el muchacho seguía dormido - Haizaki-kun - dijo más fuerte mientras lo movía desde su hombro.

Inesperadamente, una mano sujetó con fuerza la muñeca de Nijimura, tanto que le empezó a doler. Todo ocurrió tan rápido que Nijimura alzó la mirada y se encontró con la mirada asustada de Haizaki quién estaba sentado y levantaba su otro brazo con su puño cerrado a escasos centímetros del rostro del pelinegro.

La escena fue tan impactante, que sorprendió a todos, tanto que los recién despertados, Kagami y Takao, habían terminado de despertarse por completo. Haizaki pudo notar las miradas asustadas de los demás, qué soltó de manera brusca la muñeca que tenía aprisionada y se levantó rápidamente volviendo a ser el mismo de siempre.

- Nunca vuelvas a hacer eso - dijo Haizaki mientras salía del cuarto.

Los chicos se miraron entre ellos, queriendo entender qué es lo que había pasado. Himuro se acercó a Nijimura.

- ¿Estás bien? - pregunto preocupado.

- Sí, estoy bien - respondió mientras se sobaba la muñeca, donde unas ligeras marcas rojizas empezaban a aparecer.

- Ese idiota - bufó Kagami, levantándose de la cama - Es igual que siempre - dijo con rencor.

- ¿A qué te refieres, Kawamura-kun? - Nijimura miró a Kagami.

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